Era un calor insoportable, esos dientes afilados y puntiagudos entrando en mi tibia piel, mi piel delicada a la que nunca había sido tratada mal de algún modo, por alguna extraña razón solamente podía oír el sonido de su respiración suave y pausada humedeciendo con su aliento mi mejilla, el cielo se podía ver a través de las nubes que se deslizaban lentamente en ese manto celestial, todo parecía en completa armonía y mis piernas débiles flaqueaban sin que mi mente pudiera darles una orden para mantenerme de pie, pero sus brazos fuertes y firmes me abrazaron hacía su cuerpo y pude sentir por primera vez el latido del corazón de un alfa, después de eso todo se oscureció dejando solo en mis oídos el ruido del viento invernal que me envolvía todo.
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.El olor a chocolate caliente me despertó, era tan agradable, abrí mis ojos y mire al rededor, era una habitación grande, dos mesas de noche al rededor de la cama tenían libros sobre ellas, al costado una chimenea casi apagada brillaba tenue dejando ver una estantería llena de libros gruesos y majestuosos.
Me lleve la mano al cuello pero sentí algo afilado en él, me puse de pie rápidamente y fui al baño a vomitar, me miré al espejo nuevamente y pude ver ese extraño collar en mi cuello, debajo de el se podía apreciar una gasa que cubría la mordida que me había hecho ese Alfa, apreté los puños con fuerza molestó por no haber podido hacer nada e impedir esto, ahora tenía un vínculo inconcluso y yo no sabía que implicaba en si esto, solo sabía que si un alfa mordía a un lobo omega como yo, lo siguiente era un vínculo carnal.
Salí y bebí esa taza de chocolate que alguien había dejado ahí, aún estaba tibia, se sintió bien, como solían ser las mañana en el orfanato, yo había tenido la fortuna de pertenecer a un grupo selecto de lobos omegas huérfanos que fuimos a un orfanato de primera, jamás sufrí maltrato, ni hambre, yo fui educado para ser sirviente de personas educadas y finas así que sabía comportarme y sabía que estaba en una casa de un lobo de buena cuna.
Las puertas se abrieron de inmediato librandome de mis pensamientos, mire a dos pequeños perros mortys que entraban al cuarto, me di cuenta que eran betas, ademas uno venía con unas mantas y otro con un juego de ropa limpia, me miré y me di cuenta que estaba en boxer, me sonroje de inmediato y baje la mirada.
- Buen día, espero que esa mordida ya no te duela.- Uno de los perros me habló sonriendo.- Soy Sky un perro de compañía del amo.
- Y mi nombre es Light, soy otro de los perros de compañía del amo, te vine a vestir.- Este otro perro con una mancha en el ojo derecho se me acercó y me bajo el boxer dejándome desnudo y expuesto.
- ¡Yo puedo hacerlo!- Le arrebate la ropa limpia molestó y nervioso por todo lo que estaba pasando.
- Es nuestro deber hacerlo, no te preocupes todo estará bien ahora, pensábamos que él amo jamás tendría un vínculo con nadie pero... Al parecer te escogió a ti por algo.- Light me quitó la ropa y comenzó a vestirme, simplemente deje que lo hiciera.
- ¿Donde está él?... ¿Como se llama su amo?- Tuve que decir algo ante el silencio que invadía la sala, Sky ya había arreglado la cama y abierto las cortinas y Light me ataba las agujetas.
- Salió a una junta con los demás a cargo, pero vendrá al medio día, él se llama Ricktter.- Sky respondió mientras salía llevándose las sábanas sucias, Light por su parte me tomo del brazo y me sacó de esa habitación.
Caminamos por los pasillos enormes de esa zona, al parecer estaba en una mansión, había cuadros elegantes y hermosos en las paredes, caminé mirando la alfombra color carmesí en el suelo pensando en como saldría de ahí, y pensando en la explicación que daría ante los ministros del palacio de gobierno.
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El Vínculo Del Omega
WerewolfEn un mundo regido por los caninos este lobo llegará a formar parte de un miembro de la corte de la ciudad principal, con o sin consentimiento deberá concluir el vínculo que inicio una noche de invierno.