♥ Estoy en celo ♥

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Ricktter se acomodó mejor a mi lado yo podía sentir el calor de su cuerpo envolverme finamente mientras su mirada se perdía en la chimenea de nuestro lado, veía las sombras de la habitación envolvernos mientras Ricktter recordaba perdido en su memoria, talvez estaba pensando si decirme o solamente ignorarme.

- Cuando era jovén junto con los demás ministros decidimos que era hora de buscar pareja, nuestro celo llegaba con más fuerza y debíamos de procrear.- Comenzó a contarme Ricktter sin dejar de mirar la chimenea que chispeaba cada tanto por el calor entrando en los troncos secos.

Me acomodé a su lado mirándolo perdido en esos hermosos ojos, estaba extasiado y de hecho más concentrado en su voz que en separme de él.

-Cada uno salimos a buscar a un Omega, y cada uno eligió un Omega Rick, ningún Morty, en esa época solamente queríamos procrear no estábamos interesados en amar a nadie por eso elegimos a Ricks omegas.
Yo me enamoré de un Rick con hermoso cabello largo y de finos rasgos, jamás había visto un Rick así de hermoso, de hecho era más bello que cualquier morty que yo haya visto.

Comenzé a enamorarlo, para mi fortuna usaba un cinturón en el cuello, lo que decía que era un lobo aún cuidando su virginidad, yo lo deseaba pero no quería molestarlo pidiendole sexo, quería enamorarlo realmente, porque para mí ya no era suficiente el sexo, yo estaba enamorado de él.

Nos casamos, y venimos a vivir aquí al palacio, ellos ya tenían a sus omegas Ricks e intentaban preñarlos para ver quién sería el líder de entre nosotros y quién sería el único en llevar un nombre y no un número.

Un día llegué de un viaje anticipadamente ansioso de ver a mi omega, y a las puertas de mi sección del palacio percibí el olor de celo de mi omega, me alegré de eso, pero también percibí el olor de otro Alfa, no el de los ministros, éste olor era de uno de los tiranos que gobernaron antes el reino de Wolff.

Cuando entre a la habitación los vi revolcándose en mi cama y en vez de asustarse me dijeron que todo este tiempo él era su alfa verdadero, que incluso era el alfa de los otros omegas del palacio, querían derrocar nuestro reinado, así que hice lo que tenía que hacer.

Ricktter se levantó de la cama y fue por un vaso de agua que había en el escritorio, bebió lentamente y movió la cola elegante mientras yo observaba su físico bien torneado, empecé a sentirme mareado ligeramente y acalorado pero lo atribuía a el calor excesivo en la habitación por el fuego y arrojé la cobija al piso para no sobre calentar mi cuerpo que estaba semi desnudo.

- ¿Y que hiciste Ricktter?- dije ansioso por saber todo.

Bueno... - dijo mirándome fijamente- Los maté en ese momento, luego fui a cada habitación de la mansión y mate a cada uno de los omegas traidores... No quedó ninguno.- Ricktter se acercó a mi y me acaricio la cabeza mientras yo trataba de tragarme toda esa información.

- Y... Así que... ¿Por eso no tienen omegas Ricks?.- Alcancé a decir rápidamente para no empezar a temblar del miedo y la frialdad como Ricktter había hablado.

- Por eso no tenemos omegas Ricks, son muy ... Desleales más que los Alfas, así que pasaron años para que ellos decidieran volver a intentarlo, aunque yo no he querido hacerlo porque siento que les fallé y aun que me traicionó... Sigo amando a ese Rick.- Ricktter se acostó y cerro los ojos.

Mis pensamientos se arremolinaron rápidamente, quería decirle que lo olvidara, que ahora yo haría un buen trabajo que se perdonara... Pero no sabía cómo lo tomaría, entonces lo mire tan pacífico acostado sobre mi cama sus ojos cerrados y tranquilos me inspiraron amor de inmediato, yo estaba enamorado de este Alfa, talvez por la mordida que aún dolía en mi cuello, talvez por el hecho de ser atractivo físicamente o por el hecho que yo era algo sadomasoquista, pero fuera como fuera quería tenerlo para mí a como diera lugar.

Me acosté sobre de él y tome sus manos él inmediatamente abrió la ojos asombrado por mi osadía, pero le mire fijamente y le di un beso apasionado en sus labios cálidos e inmóviles.

- Yo jamás te voy a defraudar, seré leal y fiel a ti con todo mi corazón.- le mire a los ojos al terminar de hablar sentí como mi cuerpo empezaba a arder, sentí mi visión estar más nublada y mi cuerpo a perder la estabilidad.

Ricktter inmediatamente me tocó la frente y sintió la fiebre en mi ser, me acostó rápidamente a un lado y salió del cuarto no sin antes advertirme que no saliera, me quedé entonces acostado boca abajo mirando por ratos la chimenea que me producía paz, mi frente empezó a sudar y sentí que mi pecho dolía y quemaba, no podía explicarlo, había estando enfermo de fiebre otras veces pero ahora era tan brusco.

Miré mi entre pierna y empecé a ver cómo de mi pene escurría un líquido transparente y viscoso, empecé a sentir mi olor más fuerte que antes, de hecho se sentía tan fuerte que molestaba un poco, jamás había olido de está manera, me puse de pie y camine torpemente buscando una toalla para secarme este líquido que no dejaba de salir de mi, luego me percate que mi trasero estaba escurriendo de este mismo líquido, me sentí tan avergonzado, había llegado mi celo.

Ricktter entro rápidamente con un traste de agua y toallas y me miró, inmediatamente supo que me estaba pasando, caí desplomado al suelo mirándolo tan sonrojado y apenado.

- Tomaste supresores ¿verdad?.- me dijo Ricktter mientras me cargaba y me llevaba a la cama.

Miré su rostro hermoso que se sonrojaba también, esto significaba que estaba aceptando mi celo, y estaba dispuesto a follarme, tuve que decirle la verdad llorando y jadeando mientras lo hacía, me di cuenta que mis gemidos eran tan dulces y seductores, pensé que jamás podría hacer algo así pero ahora me salían como si fuera una pequeña zorra, el me dejo en la cama y comenzó a limpiar la humedad que salía de mi pene y mi trasero, me sentía tan avergonzado que cerré los ojos mientras el lo hacía, sentir como me limpiaba dulcemente me calentaba más y producía más humedad.

- lo...lamen...to... Ricktter, perdóname... No quería que me ...vieras así... Ahh...ah..ahhh...- dije jadeando.

- los supresores solamente hacen que tú cuerpo madure menos pronto, pero cuando lo hace también te da un celo muy fuerte por esto estás así.- dijo él mirándome fijamente, me sentí un completo estúpido.

- Estoy así ... Por ti...- este era mi lado hot hablando ya no pensaba en nada que no fuera Ricktter, él se quedó quieto mirando mi pene escurrir y me miró con una mirada completamente distinta a la que antes me había dado.

- No se puede hacer nada entonces... - Por un momento sus ojos brillaron con intensidad y se acercó a mi entrepierna oliendome profundamente.

Mis piernas se abrieron de par en par sin vergüenza alguna invitando a mi alfa a probar de mí, ya no había vergüenza, estaba en un punto sin retorno quería hacerlo mío, quería ser de mi alfa.

Continuará....

El Vínculo Del OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora