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Entonces algo le llamó la atención. Era una pequeña floristería que se encontraba en medio de grandes edificios. La había visto de refilón cuando había llegado a la ciudad, y recordó lo pintoresca que le había resultado, tal y como en ese momento. Decidido a que un ramo sería el mejor regalo rápido que podía hacerle, entró a la tienda justo cuando un chico con pelo color menta salía.

—Perdón. Pasa. - dijo aquel chico aguantándole la puerta.

—Gracias. - respondió él entrando mientras le hacía una reverencia.

—Bueno Kook, me voy. - comunicó asomando la cabeza hacia dentro para hablarle al chico que había en el mostrador. - Es el cumpleaños de un primo y tengo que prepararme todavía. Cuando cierres vente a casa y vemos alguna película.

¿Sería ese muchacho el primo de Hoseok? - se preguntó Taehyung.

—Claro. Hasta luego hyung. - contestó sacudiendo la mano a modo de despedida. - Buenas tardes. - se giró ahora hacia el chico que acababa de entrar. - ¿Desea algo?

—H-Hola. Sí. ¿Tiene girasoles?

—Claro. - dijo el florista fijándose en su cara por primera vez. Se quedó observándolo por un momento hasta que reaccionó. - Perdón, me recordaste a alguien.

Taehyung notó como el rubio se había quedado mirándolo, pero no hizo ningún comentario al respecto, tan solo notó sus mejillas acalorarse.

—Ah, n-no importa. - titubeó mientras trataba de sonreír.

El florista le devolvió la sonrisa, y Taehyung pensó que era una sonrisa muy bonita. Lo mismo pensó el otro de la suya. El chico se movió por la floristería hasta que encontró un jarrón con girasoles.

—¿Cuántos quieres?

—Mmm... realmente no lo sé.

El florista ladeó la cabeza, extrañado.

—Quiero un ramo con girasoles y la flor que corresponde al dieciocho de febrero.

—¿Un regalo para alguien especial? - contestó el chico volviendo a moverse por la floristería, buscando la flor.

—No, no. - se apresuró a decir. - Quiero decir, sí, hoy es el cumpleaños de un amigo. - se avergonzó después de hablar por sonar tan acelerado.

—Ah, está bien. No te pongas nervioso. - lo miró de reojo con una sonrisa pícara.

Taehyung se sonrojó en el acto.

—Un momento..., aquí están. - anunció sacando esta vez un macetero con unas preciosas flores.

—Wow. Son muy bonitas.

—Concuerdo contigo. - confesó el florista sonriendo.

—¿Puedo hacerles una foto?

—Claro. - lo observó hacer la foto, sorprendiéndose por la capacidad fotográfica del chico.

—Se te da bien la fotografía. Bonita foto. - lo halagó aunque se trataba sólo de una simple foto.

El azabache se volvió a sonrojar por el piropo.

—Gracias.

—Bueno, marchando un ramo de botones de oro y girasoles.

Taehyung rio levemente viendo los ágiles movimientos del florista.

—¿Sabes el significado de los botones de oro? - dijo mirando a Taehyung mientras trabajaba.

Este por supuesto, negó.

—Pues representan la inocencia. Como puedes ver no tengo muchas flores de esta por aquí. Son flores salvajes. Además, no florecen por mucho tiempo.

Still lovin u | kooktae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora