Still lovin u | kooktae |

21.

El tiempo pasaba volando, y ya faltaban solo dos semanas para que el azabache y el rubio cumplieran cinco meses como pareja. Taehyung se sentía tenso todavía. Sabía que en tan solo un par de semanas sería libre, pero, aun así, debía preocuparse todavía. Y con razón. Al llegar a casa, después de la universidad, se encontró con una sorpresa.

—Buenas hijo mío. Me han llegado rumores de que quieres irte. - se quedó helado al verlo allí sentado.

—Papá. Vete de aquí. Voy a llamar a la policía.

—No es necesario. Ya me iba. Solo quiero hacerte una oferta. Pero tendrás que venir a casa. Antes de tu partida.

—No necesito nada tuyo. No veo por qué iba a aceptar.

—Es simple. Necesitas el dinero para tu madre y tu abuela.

—Lo ganaré de forma limpia. Me graduaré en unos años, conseguiré un trabajo y les daré todo el dinero que necesiten.

—Siempre eres tan iluso. - habló con sorna. - ¿Entenderás alguna vez que soy tu sombra? Sé todo lo que haces. Voy cinco pasos por delante tuya. Si no quiero que hagas algo, no lo harás. ¿Crees que hubieras podido seguir viéndote con ese chico si no hubiera sido porque yo lo consentí? Te equivocas.

—Vete. No quiero oírte más. - dijo abriendo la puerta.

—Solo recuerda. No puedes huir de mí. Nos vemos hijo. - contestó saliendo de la casa de su hijo.

Tras eso, Taehyung se sentó en el sofá y se puso a pensar. Cuando creyó que todo iba a estar bien, hay estaba su padre otra vez. Realmente él lo sabía. Él sabía que el CEO era más listo que él, que no se rendiría hasta conseguir lo que quería y que eso que quería era a él lejos de Jungkook.

Cuando Jungkook estaba llegando a casa, pensó en lo feliz que se podría su novio al ver lo que le había comprado. Le había comprado una gran tarrina de helado de vainilla, su favorito. Hacía calor porque junio estaba cerca, así que creyó que Taehyung tendría calor.

—Ya he llegado. - anunció cuando abrió la puerta. Al no haber respuesta, su sonrisa desapareció. - ¿Cariño? - volvió a hablar, pero tampoco hubo contestación. - ¿Tae? - se empezó a alarmar, dejando la tarrina en la mesa y corriendo por la casa.

Al final encontró a su novio hecho un ovillo en la cama.

—Cariño, ¿qué ha pasado? - preguntó acercándose a él.

—Ah, hola. Perdón. No te escuché.

—¿Qué te pasa? ¿Ha pasado algo en la universidad?

—No...

—¿Entonces?

—Mi padre ha venido.

Jungkook se quedó en shock por un momento.

—¿Cómo que ha venido?

—Cuando llegué de la universidad lo encontré aquí.

—¿Te hizo algo? - dijo cogiéndole la cara entre sus manos. - ¿Estás bien?

—Kookie...

—¿Qué te ha dicho?

—No mucho. Me ha dicho que... tiene una propuesta para mí.

—Creo que su propuesta consistía en darnos algo de dinero. A cambio de algo, obviamente. Pero no me ha dicho más.

—¿Cómo sabes lo del dinero? - vaciló tensándose al acordarse de lo que le había dicho Yoongi hacía poco.