17.

157 8 5
                                    

Estuvieron desayunando más de veinte minutos, ya que Jungkook no paraba de darle mimitos a Taehyung, lo que ralentizaba mucho el poder comer. Al terminar, Taehyung le preguntó a su novio si podía cogerle algo de ropa a lo que él accedió como era obvio. Se decidió finalmente por ponerse los mismos vaqueros que llevaba la noche anterior y una camisa de cuadros que cogió del armario de Jungkook, junto con una chaqueta de cuero por si tenía frío.

—Wow. - se impresionó Jungkook al verlo vestido con su ropa. - Te queda genial cariño. - dijo pasando sus manos por su cintura y plantándole un beso.

Él le devolvió el beso, y poco después, estuvieron listos para ir a casa de Taehyung.

Cuando llegaron, tocaron el timbre a Taehyung miró a Jungkook algo nervioso.

Este le dio la mano como muestra de apoyo.

—Tú puedes. Estoy contigo. - le susurró antes de avanzar a la entrada de la casa.

Tan siquiera al pasar la reja, el padre de Taehyung salió a saludarlo.

—Buenos días Taehyung. Todas tus cosas te las transportarán en un camión a donde tú quieras. Aquí tienes el cheque. - habló en tono neutral, extendiéndole un cheque.

—Gracias, supongo. - respondió cogiendo el cheque.

Jungkook mientras tanto, solo pudo observar como el padre de su novio lo ignoraba.

—Bien. Yongmin te está esperando fuera con tus cosas. Si no tienes nada más que decir, puedes marcharte. Que tengas suerte en la vida.

Taehyung asintió y su padre se marchó tal y como había llegado.

—Tampoco ha sido tan malo, ¿no? - preguntó Jungkook mientras salían de la casa.

—Supongo, creí que me daría un sermón o algo. Bueno, ha ido mejor de lo que esperaba.

Pues perfecto entonces. Ahora recojamos tus cosas y vayámonos a casa.

—Claro. - espetó dedicándole una sonrisa.

Al salir encontraron un pequeño camión que iba conducido por el chofer de los Kim.

—Buenas, Taehyung. Tu padre me ha contado lo sucedido. Lo siento mucho. - lo saludó sacando la cabeza por la ventanilla.

—-Gracias Yongmin... esta es la dirección a donde hay que llevar las cosas. - contestó enseñándole la dirección de la casa de Jungkook.

—De acuerdo. ¿Tú eres el chico por el que han echado a Taehyung de casa? - preguntó dirigiendo su mirada a Jungkook.

—Supongo...

—No. Todo es culpa mía. No tienes por qué decirle nada a él. - lo defendió.

—Si tú lo dices... ¿os llevo?

—Claro.

Ambos se subieron en el camión y después de un corto recorrido, llegaron a la casa.

—Aquí es. Tan solo deja las cosas en la entrada. Ya nosotros nos encargaremos de meter todo. Gracias por todo Yongmin. - agradeció Taehyung antes de que el chofer comenzara su tarea.

Tras pasar toda la mañana metiendo cajas, por fin metieron la última.

—Bueno, ya está todo. - anunció Jungkook cuando cerró la puerta.

Literalmente, el padre de Taehyung había metido todas sus cosas. Le había faltado meter las paredes.

—Dios perdón. Tengo muchas cosas. - bufó Taehyung al ver la casa de su pareja llena de cajas con sus cosas.

—No te preocupes. Seguro que encontramos algún hueco para guardar todo.

—Es que... - se escusó rascándose la nuca. - son muchas cosas.

—Ya te dije que no importa. Vamos a desempacar caja por caja y vamos a ir ubicando las cosas poco a poco. Seguro que para esta noche está listo. - lo animó poniéndose detrás de él para abrazarlo y poder ver el salón de su casa, que estaba hecho un desastre en ese momento.

—Ajá. Manos a la obra. - contestó su novio girándose un poco para besarlo antes de empezar a desempacar todo.

Tal y como Jungkook había predicho, todo estuvo listo cuando llegó la noche.

—Bueno, qué te parece. - le preguntó al mayor poniendo sus brazos en jarras mientras observaba como había quedado todo.

—Está genial. Gracias por todo. De verdad.

—No hace falta que las des. Me alegro que estés aquí. - y moviéndose hasta coger una foto que había ahora en su mesita del salón, le volvió a hablar. - Por cierto, ¿esta es tu familia?

En la fotografía se podía observar a un niño pequeño acompañado por dos mujeres de distintas edades. Una de ellas tenía el pelo blanco, y la misma sonrisa que su novio. La otra era más joven, y físicamente se parecía más al niño.

—Sí. Son mi madre, mi abuela y yo. - sonrió al recordarlas. - Qué recuerdos... espero volver a verlas pronto.

—Eras muy tierno. Puede que hasta tan tierno como ahora.

—Bobo. - dijo riéndose.

—Bonito.

Esa noche volvieron a dormir juntos, tan cómodamente como el día anterior. Al día siguiente, Taehyung se pasó la mañana haciendo cosas para la universidad y Jungkook estuvo limpiando un poco la casa y cocinando. Cuando llegó la comida, Jungkook presentó unos platos de espaguetis boloñesa.

—Mmm. - saboreó la pasta. - Esto está delicioso Kookie. Si hubiera sabido que cocinabas tan bien, no hubiéramos salido de tu casa en ninguna cita.

—Gracias amor. - contestó riendo. - Y, por cierto, si no hubiéramos salido, nunca hubieras llegado a tu casa hasta el día siguiente. - continuó hablando juguetón.

Taehyung le dio un pequeño empujón. Después de comer, se vistieron y se fueron a dar un paseo.

—Esto es irreal. - comentó Taehyung de la nada.

—¿Por?

—Nunca creí poder hacer esto. Pasear sin un guardaespaldas detrás mío. Estar con un chico porque quiero y no por obligación. Salir con alguien de "menor estatus social", cosa que mi padre no permitiría. - bufó rodando los ojos. - O vivir en casa de otra persona que no fuera mi padre.

—¿Nunca pensaste en mudarte? - preguntó extrañado.

—Sí, pero nunca lo hice. Además, pensé que mi padre me heredaría su casa cuando me casara. Pero así soy feliz. No me hace falta ninguno de los lujos y bobadas que tenía. Soy feliz contigo.

Jungkook enternecido, se quedó mirándolo. Después de un rato así, Taehyung comenzó a ponerse nervioso por la penetrante mirada del rubio.

—No me mires así bobo. - dijo dándole un codazo.

—Es que eres muy bonito.

Aunque estaba ruborizado, Taehyung lo miró a los ojos., y en ellos se perdió. Tras unos momentos de silencio, en la que ninguno apartó la mirada, el mayor se atrevió a hablar.

—Te quiero bobo.

—Y yo a ti bonito.

Pero a veces, la perfección de un momento puede llegar a ser tan irreal, tan etérea, que al final cuando esa burbuja se rompe, hace más daño de lo que pensabas. 

Still lovin u | kooktae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora