Rehabilitación

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Tan solo tuve que pestañear dos veces para que en ese mismo instante todas las pertenecías, las despedidas, y la alegre sonrisa de Mary emanaba durante esas últimas horas en la casa del Señor García, Manuel no tan aliviado nos advirtió sobre lo que nos esperaba, por lo que recuerdo, nos comentó sobre la cantidad de viviendas de la "mini ciudad", la cual se encuentra cerca de varias ciudadelas, al final, agregó que tanto los parques, como la arbolada, y la gran tranquilidad del lugar, sería una buena forma de llenar nuestras vidas, además, del hecho de que habitaremos en las cercanías de un río, literalmente, una gran sensación me otorgó buenas esperanzas.

Durante todo el trayecto, mientras circulábamos por la vía, una espesa cantidad de pinos, almendros; recorrían unas majestuosas montañas, con sus pastos verdosos, orquídeas, rosas, abedules, girasoles, entre tantas, todas y cada una embellecían las vistas de cualquiera; múltiples casas modernas que se acoplaban al entorno sin destruirlo se observaban con claridad, una catedral por en medio de dos mini ciudades, emergía del suelo con furor, cada persona alegremente envuelta en prendas formales, algunos niños jugando a las atrapadas, un inmenso puente peatonal que trazaba de un lado a otro el camino sobre la carretera, y no faltaba un despejado cielo azul resplandeciente como la sonrisa de un ángel.

Nos adentramos en la mini ciudad, algunas tiendas, restaurantes, viviendas decoradas por las mismísimas manos de Miguel Ángel quedaban atrás con nuestro recorrido, mimosas que recubrían el extremo del río, algunas mujeres, y hombres que trotaban a paso lento desaparecían detrás nuestro; de pronto nos encontrábamos en las puertas de nuestra ciudadela, con un sentido gozoso, ya que las vistas que marcaban la entrada trasera, eran las del propio río embellecido por las palomas, la colorida presencia de los colibrís, y el festejo de quienes hacían picnics; la puerta principal, justo al otro extremo de nosotros, nos desvelaba con locales comerciales, arbustos entre medias de cada vereda, gente recobrando toda clase de felicidad acompañada con buena música.

En fin, aparcamos en casa, una fascinante morada de dos pisos, con su color piel casi vivo, su patio trasero, una sala espaciosa, con cocina propia, el comedor también, el baño de invitados, mientras que en la planta alta, una variedad de tres habitaciones, la matrimonial con baño, vistas a la calle, y las otras dos, una pegada a la escalera, y la otra junto al baño compartido, cada una con un vistazo a la parte trasera de la ciudadela.

Mi habitación llena de espacio me asombró, jamás tuve algo así, una ventana espectacular, aunque la mayoría de la casa carecía de muebles, aún así, todos nos contentamos por lo que logramos, mi propio armario, mi cama, mis pertenencias; en la otra habitación Chis y Dolores, mientras que en la matrimonial, estaban Manuel y Mary.

Ese día gozamos como ningún otro, luego, al día siguiente, volví al instituto, las alegrías seguían siendo fuertes, al igual que mis dudas, el profesor Karl, tenía todavía ese aire de escepticismo que me abundó por largas horas, escuchaba atentamente cada palabra suya.

-¿Quién sabe el nombre del creador de la bombilla? -preguntó el maestro-.

-Thomas Edison -dije sin dudarlo-.

-Incorrecto caballero, Edison la patentó, quien la inventó fue Nikolas Tesla -respondió-.

-¿Quién es él? -preguntó Emilia-.

-Es uno de los que considero el padre de la física, puesto que aportó a la comunidad, tanto inventos como la radio, la corriente alterna, entre otras cosas; y deben conocerlo, puesto que, el amaba tanto lo que hacía, que no le importaba si alguien le copiaba su trabajo, el decía que al hacer eso, pues sentía orgullo.

-... -todos en silencio atendieron-.

-Incluso hay una historia, en la que se dice que el mismísimo Tesla nació en una noche tormentosa, truenos y relámpagos; así que, no está de más llamarle "el rey de la electricidad".

50 sueños sobre tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora