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Jimin tenía muchas cosas en su cabeza en ese preciso momento ¡Sus bebés lloraban y no podía ir consolarlos! ¿Qué clase de tortura era esa?

Solo hacía que se sintiera mal y con ganas de llorar.

Pero ¿Por qué había sucedido todo esto?

Comenzando desde el momento que se desmayó y fue llevado al hospital; resultó que colapsó debido al dolor que suponía todo el proceso, aunque él no recordaba haber sentido dolor alguno.

Pensaba que estaba bien, no entendía que había pasado, y, en un principio tenía mucho miedo de que eso afectará a sus cachorritos ¿No eran demasiado jóvenes todavía? ¿No serían muy pequeñitos? Se sentía mal, sentía que había sido su culpa y había hecho algo mal.

Pero todo estaba bien, incluso uno de los bebés llegó a pesar 3,100kg, no era tanto, sin embargo estaba muy bien para bebés de 8 meses. Se consolaba en el hecho de que eran casi nueve y con suerte todos sus organitos estuvieran bien.

Y así lo estaban.

Cuándo despertó se sintió tan triste que lo único que pudo hacer fue llorar en su camilla, apenas podía mover sus brazos porque el suero era incómodo y dolía, pero entonces entró su pareja y lo consoló.

Realmente no le dijo nada para calmarlo, pero su presencia era tranquilizante.

_ ¿Por qué lloras?_ Así lo recordaba, el chico lo miraba desde lo alto con una sonrisa calmada en su rostro mientras acariciaba su cabello suavemente.

_ Son muy pequeños... Y es- es mi culpa..._ Intentó quitarse las lágrimas con sus manitos, pero no dejaban de brotar de sus ojitos.

_ Claro que no... Ellos están bien_ En ese momento el alfa quería abrazarlo, sin embargo tenía miedo a lastimarlo, así que solo se mantuvo acomodando dulcemente su cabello, intentando transmitirle la paz que parecía no tener.

Justo en ese momento entraron tres enfermeras, una de ellas llevaba dos bebés envueltos en dos carritos al igual que las otras. Su corazón entonces dió un salto, comenzó a latir muy rápido y miró al alto un poco asustado e impaciente ¿Serían sus cachorritos?¿Cómo se verían?

_ A ver _ Una de las enfermeras habló revisando de un vistazo la ficha que tenían los pacientes debajo de las camas_ Tres omegas y un alfa...

_ ¡Aquí!_ El señor al otro lado de la cortina habló.

¡¿Tienen cuatro hijos!?

Sus ojos se abrieron enormemente buscando la mirada del castaño.

_ Hay uno con seis_ Este le adivinó el pensamiento.

_ ¿¡Seis!?

Sin que se diera cuenta una Omega que parecía bastante joven le dejó a sus bebés al lado para después darle una sonrisa amable.

_ ¿Los Jeon?_ Asintieron frenéticamente y esta volvió a reír _  ¿Por qué llora?  Si sus bebés están súper súper sanos_ Dejó los dos carritos a su costado y al ver que sus papás estaban muy cohibídos, pues no sabían que hacer les dijo relajada_ ¿No quieren verlos?

AHHH... claro que quería verlos, veía esas figuritas envueltas haciendo un que otro ruido y se estaba muriendo por dentro.

Extendió los brazos y con mucho cuidado la enfermera le pasó uno. Era tan pequeñito, sus ojos brillaron cuando se encontró con la mirada de su bebé ¿Qué era eso? Era una cosita tan bonita, que se había perdido admirando su carita.

Ese momento había sido tan mágico para él, y lo único que se le comparaba fue cuando sostenió a su otro bebé ¡Su lobo estaba tan feliz! Por fin creyó haber conectado y entenderse con él.

Educando a un Alfa [ KOOKMIN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora