𝚂𝙻𝙰𝚂𝙷𝙴𝚁 𝙸𝙼𝙰𝙶𝙸𝙽𝙴

Cockroach

Billy Loomis x T/N x Stu Macher
Fuente: Slasherbeachbitch

Un grito espantoso fue lo que despertó a los dos chicos, sus piernas se enredaron alrededor de la otra, ya que ellos enredaron las extremidades entre las sábanas. Un bulto de miedo se deslizó por sus gargantas cuando buscaban a su tercero faltante, antes de abofetearse porque quiénes más estaba gritando, y no ellos.

Aturdido a medias corrieron y medio camino a la mitad de donde la luz de la cocina brillaba intensamente, estabas acurrucada al lado del microondas, la botella de Raid en la mano.

Junto a ti, en el piso en una esquina, fue una cucaracha que no es más grande que el meñique de Billy. Yacía en una piscina de insecticida y un ruido espantoso estalló de tu garganta cuando mostraba algún movimiento.

Una pequeña cantidad de aire fue liberado de las mejillas de Stu y una repentina estallida de risa burbujeada por él. Honestamente eras tan adorable cuando tenías esta mirada salvaje. Miedo en tus ojos sobre una pequeña cucaracha, de alguna manera, entreteniéndose maravillosamente para él.

Billy Mientras tanto, estaba, estupefacto? No, eso no estaba bien. Tal vez él estaba confundido? Molesto? No entendías lo que estaba sintiendo, especialmente porque una persona normalmente segura, como tú, aquel que podía reducir a sus enemigos sin dudarlo, tenía miedo de un insecto aunque suponía que era una gran cucaracha.

Te alejaste con cuidado del lado del mostrador y te acercaste al insecto muerto antes de ir junto tu novio muerto de risa.

"Stu, lo juro si no te dejas de reir de mí, voy a romper tu trasero. O envenenarte con eso, de alguna manera". Tus mejillas enrojecidas por el segundo, y una mirada de furia en tus ojos generalmente dóciles.

"Lo siento, es solo que... ¿Tienes miedo de eso?" La risita de Stu se calmó y se acercó a la pila de líquido claro que rodeaba la cucaracha.

En un instante, el chico tenía sus dedos en la antena del insecto, arrojándolo salvajemente en un intento por sorprenderte.

Billy suspiró, "Stu, lo quiebralo y tiralo, quiero volver a la cama". Un bostezo escapó de su boca como lo dijo.

Un puchero adornó la cara de Stu mientras ponía la cucaracha en su palma, a punto de mandarla en la basura. Luego corrió por su brazo, y en su camisa.

Lo que se produjo fue el caos puro y por la mañana, los tres estaban cansados, asustados y con cicatrices mentales por poco.