Capitulo 10: Cerezas

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Los libros son tan aburridos cuando quieren serlo. Estoy cansado de que cada día tengo que venir a este lugar para leer y leer sin parar. Si pudiera pedir un deseo quiero que Kris estuviera aquí ahora mismo. No lo he visto desde ayer, habíamos acordado ir a una cita. Tenía planeado preparar un picnic para los dos, si tan solo supiera en que se ha metido me sentiría mucho mejor. Últimamente es muy cercano conmigo, a cada momento me pregunta cómo estoy y que es lo que siento. Si bien se que sufre por sus pastillas es muy cierto que me encanta la manera en la que me trata. Lastima que no puedo ser más justo con él y decirle que lo continúe, es por su salud. Solo espero que no se haya entrometido en el accidente de ayer, un par de chicos fueron atacados en los baños por quién sabe quién. Nadie sabe a qué hora fue pero Legoshi vió que se escapó del club de drama, le dije que no se preocupara pues en esas horas me envió un mensaje diciendo que me extrañaba y que no podría ir a la cita. Estoy mezclando las palabras del libro con mis ideas, termine por hoy, saldré de este lugar antes de que mi cerebro explote. No creo en los cuentos de hadas y sin embargo mi deseo se hizo realidad, Kris esta en la puerta de la biblioteca. Puedo esperar un poco más antes de salir corriendo hacia él, solo necesito el momento justo y...

-Mi amor tenía el mundo sin verte.

-¿El mundo? Mi mundo eres tú, nunca dejaras de verme -dijo Kris al darme un beso en la frente- tengo una sorpresa, puede no ser lo que esperabas y solo lo hice con lo que tenía.

-¿Que es?

-¡Vamos de picnic! -decia al mostrar su otra mano en la que cargaba una bolsa de supermercado.

Necesitaba algo para despejar mi mente de las tareas así que accedí. También era un buen momento para hablar con él sobre sus padres, recientemente ayudé a Legoshi a volver a hablar con su viejo abuelo, quiero que Kris haga lo mismo considerando que ha estado muy bien desde que andaba en el hospital.

-¿Estás bien? Bajas las escaleras tan fácil.

-Estoy mucho mejor desde ayer, me siento en mi segunda piel -dijo.

Llegamos al parque y escogimos un buen lugar para comer. La sombra de un arbol cubría perfecto el pasto dónde nos sentamos, era increíble ver a Kris agacharse y levatarse tan rápido. Acomodo una tela larga que parecía vieja en el suelo y volteó la bolsa encima de ella, dejando caer papas fritas, dos limonadas un paquete de cerezas. Afortunado de traer mi sandwich de huevo, pues lo que había comprado para comer solo era chatarra.

-Gracias por no olvidar la cita.

-Nunca olvido nada -dijo.

Hablar con él era diferente, no podía llegar a conversar. No le había visto así desde antes del accidente. Solo, distanciado y dentro de un mundo en su cabeza. Susan dijo que esto podía llegar a pasar y que era mejor cuidar de él y hacerlo sentir seguro.

-¿Estás bien?

-Algo distraído es todo -respondió mirando al cielo.

-Te veo mal, podemos ir a tu dormitorio si no estás tranquilo.

-Queria darte algo lindo, hay que quedarnos para no arruinar el momento -dijo tomando la caja de cerezas- no tenía mucho dinero pero compré estas, a ti te encanta la escuela y por ello pensé que sería algo bonito ¿Entiendes? Cerezas por cherry de Cherryton.

-Ya estamos juntos, es todo lo que quería, si no te sientes bien estarás más calmado y en tu dormitorio podemos hacer el picnic ahí.

-Buscaba darte algo lindo, te lo mereces por el desastre que cause -dijo Kris decepcionado.

Susan también dijo que podría empezar a culparse de varias cosas. Era en mi creer que solo estaba deprimido, le llevaré al dormitorio y estaré el resto del día.

-Ningun desastre has causado. Ven, vamos a recostarnos.

Guardamos las cosas y caminamos a los edificios. Kris era de lo más cercano, me abrazaba y sostenía de la mano. Me calma saber que Susan tenía razón. Ya está seguro y calmado conmigo.

-Recuestate -me dijo Kris.

Cuando decía eso significaba una cosa, yo esperaba que hiciéramos algo más por ello me quite la camiseta y me subí encima de él.

-Ahora no Jack, no estoy seguro -dijo.

-Dijiste que querías hacer algo especial -baje un poco por su pecho.

-¿Seguiría siendo especial si supieras lo que hice? -preguntó.

-Eres diferente, eres especial. Por favor, ya me has dicho que me recueste.

-Inhale sangre de herbívoro -dijo tomando mis manos y sosteniendo ambas en un lugar fijo- yo ataque a los chicos en los baños.

-Vi tu colmillo Kris, ya lo había sospechado y también por las rodillas ¿Recuerdas cuando me dijiste que por nada dejarías de amarme?

-Lo recuerdo pero he hecho algo malo -dijo llorando.

-Tu no haces nada malo, conozco tu corazón ¿No es cierto?

-Me obligaron a hacerlo ¿Que pasa si cambio? ¿Que sucede con nosotros? -decia Kris.

-Mi amor es incondicional.

-Ese no es el punto no quiero hacerte daño, no conocía a esa persona en la me convertí cuando eso pasó -dijo.

-Tampoco conocía al yo que lloraba pero tú me lo presentaste, puede ser que todo esto es solo algo que está en ti y no has descubierto.

-Tengo miedo Jack -dijo con una mano alzada que paseó por el viento de la ventana.

-Recuerda que eres el que lucho para estar aquí, el que se recuperó de un coma y el que está enamorado -tomé su mano y la coloque en mi pecho- cuando no recuerdes quien eres piensa en esto, el calor de mi corazón, por que en el es donde llevo al verdadero tu.

-¿Te gustaron las cerezas? -preguntó.

-Me encantaron las cerezas.

Quiero Ser Un BeastarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora