Capitulo 7: Hielo

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Abrir tu perspectiva a la vida no parece tan mala idea, ahora que estoy en esta camilla quiero que el tiempo que pase aquí no sea desperdiciado. Increíble que no estuve por meses y aún así no siento que nada haya cambiado. Ser yo es la parte más difícil de salir de aquí, pronto me evaluarán y harán toda clase de preguntas. Es muy complicado tener que recordar todo lo que ya no quería guardar. He bloqueado memorias en mi mente por mucho y no puedo comenzar a recordar nada sin tener ganas de matarme. Es muy raro como el mundo te resive después de un coma. Legoshi y Jack pretenden que nada ha pasado e intentan mantener la conversación lo más común posible. Jack se ha portado de lo mejor, parece hacer un mejor trabajo que la enfermera. Me alimenta, me limpia y me mantiene distraído. Legoshi por otra parte se enfoca en llegar a dormir en la camilla de al lado. De tanto que nos conocemos aún es para mí extraño hablar con él. Está tan al tanto de si mismo que a veces parece olvidar su entorno. En si, él ya se ha vuelto el dios de su propia existencia. Le envidio por ser capaz de su poder a una edad tan temprana y más mientras yo estoy atado de manos comiendo de una cucharilla. Mi cuerpo está más flaco y apenas puedo mover el cuello, no sé si caminar es una opción todavía, pues no siento mis pies.
La escuela no ha tardado en estar al tanto de mi renacimiento. Han enviado una carta con Jack ofreciendo sus condolencias y el pago de la atención médica. No hay más alternativa que aceptar el dinero y callarme la boca, no es que tenga manera de pagar. Jack ofreció pedir ayuda y no pude tomarla. El pobre solo quiere mi bienestar y yo solo quiero a mi novio, no puedo aprovecharme de su amor. Novios... Sinceramente no le hemos colocado un nombre ¿Hará falta? No hago más que mirar al techo cuando tengo dudas de este estilo, en las noches no duermo por lo mismo, ya me está cansando la rutina. Quiero salir de aquí, volver al dormitorio para poder acostarme con Jack, sentir su cuerpo en mis brazos y su corazón en el mío.

Venga, que ahí está de nuevo Legoshi. Hoy ha tardado más en llegar.

-¿Que tal?

-¿Podría tocar tus salivales? -preguntó al hacercarse.

-Mis salivales... Te estás tomando enserio lo de atrapar al convicto ¿No?

-Tuve sus colmillos sobre mi y tragué su saliva, sería de ayuda ver tu boca -decía.

Ahí estaba otra vez el Legoshi que conozco, dios de su propio destino, ignorando mi pregunta y la conversación sin darse cuenta por estar concentrado en lo que quiere. Honestamente me pone de nervios saber de alguien así, el será capaz de lo que quiera, no esperaría menos.

-Toma un vistazo -abrí la boca.

Legoshi se abalanzó sobre mi y con sus largos dedos comenzó a tocar mis labios y mis colmillos. La experiencia más extraña de mis días en Cherryton sin duda alguna y más con el doctor en la puerta esperando a que Legoshi terminará. "Juro que esto no es ningún tipo de sexo" quería gritar.

-Ya veo, los colmillos de los zorros son muy parecidos... -decía.

De nuevo, seguía sin notar que el doctor estaba en la puerta. Este chico si que es un loco, no puedo más compararle con un dios de su existencia. Él llega a otro nivel en el que, eres tan conciente de ti que mediante eso ves el alrededor y ni respondes, actuas. No como suele suceder a la mayoría, en dónde respondemos a lo que nos avienta lo que nos rodea. Tengo un miedo enorme de su capacidad, ya creía yo que no era el protagonista de la historia de Cherryton y estaba en lo cierto, el protagonista está aquí paseando sus dedos entre mi saliva.

-Legoshi hay alguien en la puerta -trate de decir, pero salió más cómo "Lego-algo-puerta".

Legoshi miró a sus espaldas y no pude evitar reír de nervios. La cara del doctor era una que nunca había visto.

-La psiquiatra que te evaluará está afuera -dijo el doctor con el alma de fuera- puede esperar si no están listos.

-Esperare afuera -decía Legoshi al salir.

-No puedo contigo -le dije a Legoshi y luego respondí al doctor- diga a la psiquiatra que puede pasar.

La doctora parece simple, espero que ya pueda salir de aquí.

-Hola Kris, soy la doctora Susan. Pertenezco a la asociación de salud mental del hospital y seré la que decidirá si tú situación mental es adecuada para que se te sea liberado. Es importante que entiendas que esto no es un examen y no tienes que responder con lo que creas que es correcto, pero con lo que de verdad creas. ¿Te parece si empezamos con unas preguntas? -dijo Susan.

-Ya ha hecho una.

Parece que aprendí algo de Legoshi.

-Entonces comenzamos: Ví que estás medicado por problemas de esquizofrenia y en tu récord médico no aparece que hayas tomado las instrucciones ¿Porque dejaste de hacerlo? -preguntó.

-No es esquizofrenia, lo siento. Mi único doctor le puso ese nombre. Él no pudo diagnosticar mi condición, es bastante parecida así que era más fácil decir que es esquizofrenia. Sobre la medicación, estudiaba ocho horas, luego trabajaba otras ocho y llegaba a casa a hacer tareas muy a poco para mantenerme. Luché mucho contra el mundo, siendo que las pastillas eran mi manera de escapar. Sufría bastante al no poder sentir dolor, al no poder hacer que mis problemas me importaran y por eso dejé de tomarla. Ahora supongo que volví a hacer lo mismo y sin necesidad de medicina.

-¿Que volviste a hacer? -preguntó con intriga.

-Usted vió mi record, sabe de las heridas de mi muñeca. Cuando quería llorar en vez de hacerlo me cortaba una pequeña "x" en el brazo. Aquí puede ver qué -dije al rotar mi muñeca hacia afuera- pronto empecé a hacer una diagonal y no lo otro. Le gustará saber que las diagonales son aquellas veces en las que si saque alguna lágrima. No estoy orgulloso pero si feliz de que gracias a Jack llorar se vuelve más fácil.

-¿Jack? Háblame de él -indicó.

-Lo conocí en Cherryton y no me arrepiento de saber que le amo. Él es el responsable de que no haya muerto, de que las lágrimas no sean frías sino tibias, de que Cherryton no sea basura pero un cuento de hadas. Significa mucho para mí.

-¿Que pasaría si Jack no está? ¿Que pasa contigo si por una razón dejan de estar juntos? -preguntó.

-Doctora cuando amas a alguien les llevas en el corazón. Si Jack y yo no podemos estar juntos no importará, si algún día se olvida de mi también está bien. Soy de creer que cuando amas a alguien nunca dejas de hacerlo, solo olvidas que lo hacías. Es lo justo, la vida da muchas casualidades y no puedo ser egoísta si decide irse o estar con alguien más. Mi amor es incondicional, como el hielo.

-¿El hielo? -preguntó.

-Es simple, con temperatura se derrite ¿No?A pesar de ello no deja de estar ahí, solo cambio de forma.

Quiero Ser Un BeastarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora