He llegado y estoy en el salón de clases, parece de conferencia, me sorprende lo grande que es, mientras tomo una banca y dejo mi mochila en el suelo la maestra me pide que me presente:
-No hay formas fáciles de comenzar un nuevo capítulo. El sentimiento de estar sentando en un tren que te lleva a un nuevo comienzo es irreal. No sé cómo describirlo, pero creo que es como estar en un agujero negro, la mente te lleva de un lugar a otro y no puedo evitar pensar en lo nervioso que estoy. Verán, no ha sido facil llegar aquí y ni siquiera estoy seguro de que valga la pena y por ello me pregunto: ¿Porque no me fuí?, ¿Porque decido quedarme atrapado en mi cabeza? Y ¿Porque no he dicho que no?. Espero responder a estas preguntas pronto, pero por ahora se que tengo que poner de mi parte para que esto funcione. Muchas veces no se que decir y siempre he creído que lo que sale de mi boca no tiene sentido. No sé cómo presentarme y realmente no puedo dejar de lado el hecho de que nadie de aquí me conoce. Pero si puedo decirles algo que sé, mi nombre es Kris -dije al momento de tomar asiento. Todos tenían su mirada sobre mi. Me veían como un fenómeno.
-Valla presentación... -exclamó un venado que se encontraba al lado de mi mientras movía su mano en el aire.
-¿Que? -Respondí confundido.
-No llegarás lejos -el venado voltea y me mira a los ojos- y menos contestando preguntas con más preguntas, dime ¿Porque no prácticas en casa y luego vienes a presentarte?.
-¿Disculpa? -preguntó un lobo al tocar mi hombro, él se encontraba en la fila superior- no quiero molestar, pero él ha tenido una semana difícil, no se encuentra de buen humor, solo no lo escuches, al menos por ahora. Soy Legoshi, un gusto.
-Hola Legoshi, soy Kris -dije al alzar mi mano.
-Ya pueden dejar la plática -gritó la maestra y en ese momento voltee hacia el frente.
Eso no duró mucho más, solo asistí a esa clase pues me habían comentado que era la única de las maestras que no me dejaría faltar, incluso en mi caso, ya que aún debía recoger mis maletas y llevarlas a mi dormitorio. Todavía estoy nervioso y no es fácil preguntarse quienes serán las personas con las que dormirás, comerás, pasarás el tiempo y te encariñaras.
Pase por dirección para obtener la llave de mi dormitorio. Camine hasta ahí y luego de estar perdido por un par de minutos por fin lo encontré. Cálmate, cálmate, cálmate, no paraba de pensar eso. Tome la manivela y abrí la puerta, solo para darme cuenta de que mi dormitorio es individual. Es una sorpresa, parece que voy a estar más solo de lo que ya me veo y aún en una escuela nueva, si que estoy jodido...
Legoshi parecía ser modesto, tal vez debería hablar más con él en las clases y hacerle mi amigo, al fin y al cabo es lo que necesito ahora mismo, alguien con quién hablar. Llegué después que todos y se que estoy aquí solo por mi mismo, se que lo que haga o no, no le importará mucho a los que me rodean y creo que hasta cierto punto todos hacemos lo mismo. Sin importar cuánto interactuamos el uno con el otro, siempre está esa sensación, esa cosa que te dice que después de la conversación terminé cada uno irá por su propio camino. En un momento dado tendré mi camino y lo que deseo, de una o de otra forma, por ahora lucho por lo que los demás esperan de mi. No se trata de luchar por lo que anhelo y de tener experiencias nuevas, pues lo que se siente como el hogar, siempre estará ahí. Ahora que veo una foto de mis padres me doy cuenta de que solo sonreían para las fotos. Veo que lo que yo entiendo por hogar es catástrofe. No puedo culpar a su enamoramiento erróneo por lo que siento como mi lugar seguro. Me pregunto cuántos más le han dejado ese sentimiento a sus hijos. Más en un lugar como este, como no cuestionar cuántas familias esperan que sus hijos salgan de aquí como grandes personas. El simple hecho de no poder pagar por la colegiatura dice mucho, se tiene que tener prestigio y orgullo, sino nadie entraría aquí. Si yo siendo un becado me siento con peso sobre los hombros, imagino que todos aquí cargan con toneladas de ego. —Ya casi es hora del almuerzo —dije en voz alta al colocar mi última prenda en el ropero.Ya que camino por los pasillos de esta academia, puedo decir que para ser tan prestigiada no tiene muy buenas instalaciones.
—Que gracioso, ni el dinero puede ocultar la depresión que está plasmada en estas paredes —dije al deslizar mi mano por la pared.—¡Alguien viene, alguien viene! —decia una voz que se escuchaba desde los baños— ¡Mierda! ¿Que pasa si nos descubren? ¡Te dije que era una mala idea!
Nunca había delatado a alguien en mi vida, pero con todo el estrés sobre mi cabeza y con la maravillosa idea clavada en mi mente, me dispuse a hacerlo. Todo en esta escuela se siente como si midieran tu nivel de estatus, por ello creí que sería una buena jugada, donde los directivos me verían como un héroe.
—¿Quien es? —pregunto otra voz que también venía del baño.
—Es el chico nuevo, el raro de la clase en la mañana —susurro la primera voz.
Sin embargo, quedé paralizado, no sabía cómo reaccionar y francamente, me creí lo que me habían dicho. Soy el raro, soy el raro, soy el raro, pensé repetidamente. Sin mucha demora, ya me había dado cuenta de que la escuela no era lo que parecía y de que había cometido uno de los más grandes errores de mi vida. Tenía fe en que el dinero podía darle a la gente con el un poco más de respeto. Soy el raro, el pobre y el desconocido, podría agregar ingenuo, pues como no pude saber: La mierda ocurre en todas partes.
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Quiero Ser Un Beastar
FanficDe pura suerte nuestros caminos se cruzaron, ahora soy alguien diferente y no puedes estar conmigo. No sé que es lo que te depara el destino pero te deseo suerte Jack. Ahora mismo debo concentrarme en descubrir quién soy, eso es, si logro salir de m...