Capitulo 4: Futuro

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Los venados son interesantes, desde siempre he admirado las coronas que la misma madre naturaleza les dió. Son tan majestuosos y excepcionales. Nunca he conocido a ninguno que no haya tenido sueños o buscará algo más allá que lo que tenía. Está en su genética ser grandiosos y a ello viene mi duda, ya que uno de ellos simplemente desapareció de la escuela. El venado que conocí en mi primer día de clases ha estado desaparecido por más de dos meses. Legoshi no para de hablar de él, sin duda cuenta monologos cada vez que se clava en algo. Su nombre es Louis y era el mejor estudiante para pronto ser elegido como Beastar, un premio otorgado a las más grandes personalidades. Un Beastar se graduará de Cherryton y se convertirá en un líder del mundo. Suena como algo gigante para alguien como yo, pero siempre que Jack habla sobre si empiezo a pensar en que podría hacer para darle un mundo mejor. Ninguno de los dos es perfecto y mucho menos me desagrada pasar tiempo con él. De todas formas siempre he querido preguntar que es lo que está mal: ¿Porque nunca deja de sonreír?, ¿Porque nunca llora? E incluso en los momentos más duros ¿Que hace para no tener estrés?. Durante las vacaciones tuve la oportunidad de conocerle, pasamos la mayoría del tiempo en mi dormitorio, donde nadie nos puede molestar. Jack habla sobre cómo ha tenido que mantener una relación masculina con sus amigos, tiene miedo de que alguno de ellos reaccione alejándose de él, no le traten igual o pretendan como si nada hubiera pasado. Esto último me da mucha intriga, creo que de la misma forma que no quiere que las cosas cambien, además desea que se le respete. De todos modos, nunca he tenido el valor de hablar con él sobre nada de esto, solo en aquellas ocasiones que él saca el tema trato de escucharlo sin entrometerme mucho. Él hace lo mismo y tampoco ha tenido la certeza para preguntar porque sangraba aquel día que nos conocimos o porque a veces muevo mis orejas como si escuchará una voz en mi cabeza. Todas estas cosas me hacen querer ser un Beastar, quiero darle un mejor futuro, quiero que el mundo sea un lugar en el que está permitido sentir cosas y no uno en el que tiene que sonreír a todo momento. Sin Louis en mi camino, parece valer la pena pensar en algo así.

Durante los almuerzos solía comer con Jack en las mesas pequeñas y siempre lo atrapaba mirando hacia las inferiores dónde estaban sus amigos. Decidí ser justo con él, casi todos los días se pasaba por mi dormitorio solo para verme, donde hacíamos tareas juntos y hablábamos hasta las horas. Incluso yo sabía que extrañaba a sus amigos así que a medio almuerzo le sugerí que me los presentará y que si quería, podríamos ir a sentarnos con ellos. Al momento que le mencioné su sonrisa abrió de mejilla a mejilla y su cola se movía de lado a lado sin parar.
Cuando comenzó estaba bien, la mayoría de las veces callado y yo trataba de no interrumpir la conversación. Ahí me di cuenta de lo que Jack dijo: "las pláticas entre nosotros son muy masculinas". Yo no era capaz de acercarme ni un poco a sus temas de conversación y cuando Jack trataba de meterme, yo simplemente respondía la pregunta y todos seguían hablando. Un día de estos, todo parecía normal y sencillo, entonces, mi estupidez atacó. Gracias a que no había conseguido dormir el día anterior y las clases más largas tocaron en la mañana, comencé a sentir mucha pereza. Tenía la mirada clavada en Jack y mi barbilla reposada en la mesa, (yo estaba en una de las orillas). No le tomó mucho tiempo a Legoshi darse cuenta de mi mirada, se atragantó un poco con la comida y las carcajadas empezaron. Seguía sin mover un solo dedo y a los demás no les tomó mucho notar la razón por la que Legoshi se había atragantado.

-¡Eh, Kris está enamorado de Jack! -gritó Collot.

-¿Perdón? -contesté al levantar mi cabeza.

Los otros reían más y más.

-Ya sabemos con quién se ha estado escapando Jack los últimos meses -dijo Collot a me día carcajada.

-Vamos chicos sabemos que eso no es cierto... -dijo Jack sudando de nervios y tratando de no romper lo "masculino".

Llegó un momento en el que creí que ya habían reído suficiente, me quitaron las ganas de comer y ya llevaban más de diez minutos molestando.

-Me rindo chicos, tengo que ir a clase -dije al dejar la mesa.

-¿Está todo bien Kris? -dijo Legoshi al ver mi cara enojada y cuando ya iba bastante lejos de la mesa.

No me sorprende que Legoshi fue el único que notó mi sentimiento, Jack estaba demasiado ocupado tratando de seguir el juego. Cualquiera hubiera creído que una broma del estilo no duraría mucho más, y estarían en lo correcto, aunque está duró semanas. Me incluyeron al grupo de chat y siempre que Jack venía de camino hacia mi dormitorio los chicos no dudaban en hacer bromas al respecto. Él se inventaba que iba a la biblioteca, lavar ropa o comer. La mayoría de las veces era verdad, solo que esas cosas las hacia conmigo. En un inicio se burlaban de mí, por la manera en la que le miré. Por mi estaba bien, honestamente no me importaba lo que ellos dijeran solo y cuando Jack no se sintiera mal. Muchas fueron las ocasiones en las que se ofreció a contarles la realidad pero nunca le dejé hacerlo. No quería que las cosas cambiarán entre él y sus amigos. Eventualmente, cuando terminaron conmigo siguieron con él. Si bien Jack no denotaba ningún gesto, yo sabía que no le agradaba y así, después de varios días con lo mismo Legoshi lo notó también. Recibí un mensaje suyo en la noche diciéndome que quería hablar al respecto. Él iba a lavar ropa y me invitó a platicar en la lavandería. Me encaminé a ella y justo antes de llegar escuché un golpe tremendo. Era como si un trueno cayera justo adentro del lugar, en un abrir y cerrar de ojos me escondí detrás de una de las secadoras. Mi mente no era capaz de procesar lo que ví.

Quiero Ser Un BeastarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora