5. No puedo

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Veía como la silueta de Terry se hacía uno con la oscuridad, y decidí irme a casa. Caminando vino a mi mente el momento exacto en el que Terry habló conmigo antes de la final.

{Riccardo, ¿tienes un momento? - Terry se acercaba a mí - es importante.

Claro, dime. - miré hacia él mientras ataba los cordones de mis deportivas.

Pero... en privado, por favor. - me agarró del brazo y me llevó fuera de los vestuarios. Había un silencio sepulcral, hasta que se rompió con el carraspeo de mi garganta.

¿Y bien? - no negaré que estaba empezando a ponerme muy nervioso. - Vamos dime, me estás poniendo tenso ahí tan serio, ¿que ocurre?

Terry tragó saliva - Tú, ocurres tú, Riccardo. - dijo comenzando a balbucear.

¿Yo? ¿Qué he hecho? - Puse mi mano en su hombro - Mira, si he hecho o dicho algo que te haya molestado, no era mi intención, te lo prometo.

No has hecho nada, nada malo. - quitó mi mano de su hombro. - Riccardo, te parecerá una locura, hace relativamente poco tiempo que te conozco pero tú me has animado y apoyado como nadie. Al principio nuestra relación no era la mejor ni mucho menos, me presionabas constantemente y vivíamos en una lucha de malas miradas y comentarios desagradables continua. Pero todo eso, lo hacías para sacar lo mejor de mí, supiste que mi rabia me haría más fuerte y me hiciste sacarla. Pero sobretodo, me has hecho mejor persona. Gracias a tí he descubierto que no todo gira en torno a mí, y que tengo unos compañeros geniales en los que puedo confiar. Por eso... te quiero, Riccardo. Me gustas mucho. - suspiró mientras yo veía como se le escapaban unas pequeñas lágrimas. - Intenté decírtelo aquel día que nos quedamos solos en Magmavís, antes de que nos recogieran los anti-mecanicistas.

Terry, yo... - le miré sonriendo - te agradezco mucho tus palabras, he descubierto en ti a una persona increíble, a un gran amigo pero no puedo corresponderte, no siento lo que tú sientes, mejor dicho, no lo siento con la fuerza que tú lo sientes. Mi cabeza está totalmente echa un lío. - le tomé la mano - Lo siento, Terry.

No importa, Riccardo. No esperaba que pensases como yo pienso, pero sabiendo que nuestro futuro depende de este partido,  y que si lo ganamos y volvemos a casa, no volveremos a vernos en mucho tiempo, sentí la necesidad de decírtelo. - dijo sonriendo mientras apretaba el puño con fuerza.

Mi reacción fue acercarme a él y depositar un suave beso en sus mejillas, girarme e irme al vestuario para acabar de prepararme para el partido.}

Ante este recuerdo, comencé a llorar y a correr pero no en dirección a mi casa, si no a casa de alguien que se que me va a escuchar. Llegué y toqué al timbre y esperé hasta que salieron a recibirme.

Ah, Riccardo eres tú - dijo Vladimir, el hermano de Víctor, desde la puerta con una leve pero muy sincera sonrisa. - Pasa, Víctor está en su cuarto.

Hola Vlad, siento aparecer por aquí a estas horas - sonreí cerrando los ojos para que no se notase que había llorado y entré.

Vlad creo haberte dicho que no te muevas del sofá o de tu cama, tienes que estar en reposo aún. - dijo Víctor enfadado bajando por las escaleras. - ¿Riccardo? ¿Qué haces aquí?

¿Podemos hablar? - pregunté mirando hacia Víctor

Claro, sube a mi cuarto. Y tú, Vlad, acuéstate. - contestó Víctor subiendo las escaleras mientras su hermano entraba en su cuarto.

Me alegra mucho que tu hermano se esté recuperando, ya se le nota mucho mejor. - dije sonriendo.

Gracias, pero déjate de dar vueltas a lo tonto y vete al grano, ¿por qué has llorado? - dijo Víctor con un rostro realmente serio.

Terry me... - intenté decir, pero Víctor me interrumpió.

¿Te ha dicho lo mismo que el día de la final? - dijo, aún muy serio

¿Nos oíste? - pregunté asombrado

Sí. - me respondió - ¿acaso me equivoco?

No, pero hoy me ha... - Víctor me volvió a interrumpir

Te ha hecho la misma pregunta y le has dado la misma respuesta porque no sabes si te gusta él o Gabi. - dijo sonriendo de medio lado.

Me asustas - dije riéndome

Te conozco bastante para mi desgracia. - dijo Víctor, volviendo a ponerse serio - Y ¿qué vas a hacer?

No lo sé - respondí mirando hacia la pared y sentándome en el suelo.

Pues debes decidirte, ¿no crees? - dijo Víctor sentándose en su cama mirando hacia mí.

Lo sé. - dije dirigiendo la mirada hacia él - pero, no puedo...


[Riccardo empieza a tener muchas dudas. ¿Qué hará para resolverlas todas? 

Espero que os esté gustando tanto como a mi escribirla, besiiis.]


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