8. ¿Qué ha dicho?

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Cuando mientes te pones rojo - dijo Gabi mirándome fijamente, a lo que yo me toqué las mejillas para darme cuenta de que estaban ardiendo. - Venga, que es lo que no me has contado.

Suspiré y mire hacia el suelo intentado esconder el rubor de mis mejillas. - Nada, te lo he contado todo, Gabi. ¿Por qué no me crees?

Porque he oído algo... - dijo Gabi bajando el tono de voz. - algo que no me ha gustado oír. 

Todo me empezaba a dar vueltas, no podía ser, Gabi no podía haberse enterado de lo de Terry.

¿Cuánto llevas con el tobillo lesionado? -preguntó Gabi enfadado. 

¿Eh? - fue lo único que logré decir mientras dentro de mi suspiraba tranquilo - ¿cómo te has enterado? No se lo he dicho a nadie.

Falco y Frank me han contado que en un partido acabaste con mucho dolor, y es muy obvio, solo con verte jugar se nota, Riccardo. - dijo Gabi cada vez más enfadado.

Lo siento, no quería preocupar a nadie. - dije - además, no es nada. Si fuera grave no jugaría.

Gabi se levantó - no quiero verte jugar hasta que empiecen los entrenamientos en 2 semanas, ¿está claro?

Sí, mamá. - dije riéndome.

Pasó un rato, y ahora me encontraba en la puerta de Gabi despidiéndome de él.

Nos vemos mañana para comprar todo el material entonces. - dijo él.

Por supuesto - respondí - ¿A las 5 en el barrio de tiendas? 

Sí, nos vemos allí. - me contestó.

Nos quedamos mirándonos, uno frente al otro, cara a cara, directamente a los ojos. Su mirada me calmaba un montón, tiene unos ojos azules preciosos, ahora mismo eran infinitos, como el cielo. Sus ojos cada vez estaban cada vez más cerca de mí, él cada vez estaba más pegado a mí, y yo temblaba cada vez más.

Cuando me quise dar cuenta, Gabi me estaba besando.

Se separó de mí y se metió rápido en casa. Yo me giré, y poco a poco volví a la mía.

Me acosté y no dejaba de darle vueltas, ahora si que estaba completamente hecho un lío. Gabi siempre ha sido mi mejor amigo, pero siempre ha habido algo más, aunque ninguno de los dos había dado el primer paso. Tardé bastante en dormirme, y me desperté bastante tarde.

Pasé la mañana tocando el piano y hablando con Arion ya que me llamó poco después de comer. Llegaron las 4:30 de la tarde, me vestí y salí en dirección al barrio de tiendas. Llegué a las 4:55, poco después llegaron todos. Compramos los materiales necesarios para empezar a clase, y fuimos al campo de la ribera. Arion y Gabi jugaban en el campo, mientras Aitor y yo les veíamos desde un banco.

¿Qué piensas hacer? - dijo de repente Aitor.

¿Eh? - contesté

Gabi nos ha dicho que estas lesionado. - dijo sonriendo ante la emoción de Arion, que acababa de regatear a Gabi y lo estaba celebrando.

Ah, reposaré hasta que empecemos los entrenamientos, y a partir de ahí hay que darlo todo, tenemos que ganar este año otra vez el torneo.  - le respondí.

Seguro que hay alguien que te cuidará genial. - me dijo riendo por lo bajo. - además no tengo duda alguna de que estará encantado de hacerlo, cualquier cosa con tal de pasar más tiempo contigo.

Mire a Gabi y solo pude sonreír.

Volvimos a nuestras a casas, y pasaron los días hasta que aquel infernal despertador comenzó a sonar a las tan horribles y odiadas 7 de la mañana. Me levanté y fui arrastrando mis pies hasta el baño, iba a lavarme la cara pero cuando me vi decidí meterme en la ducha.

Me dí una ducha rápida, me sequé y pasé un peine por mi pelo para que no se enredase aunque dejé que se secara al aire. Me puse el uniforme del instituto, metí mis cosas en la mochila y bajé a desayunar. Desayune rápido y me fui al instituto, en la entrada me encontré con algunos del equipo y entramos juntos a la ceremonia de presentación del curso escolar en la que el director y el presidente de la junta dan sus interminables discurso de porque hemos hecho muy bien en elegir el instituto Raimon y no literalmente otro cualquiera, y donde además nos dicen en que clase irá cada alumno.

Después de dos largas horas de formalidades y discursos, empezaron a repartir a los alumnos por clases, sinceramente no presté mucha atención a los cursos de 1º y 2º, hasta que empezaron con 3º. 

Pasó la clase de 3ºA, algunos de mis compañeros iban a esa, y ahora por lógica y descarte me tocaba a mí en la clase de 3ºB.

Bien. - dijo el director después de aclararse la garganta - ahora vamos con la 2ª clase de 3º y última del instituto. 3ºB, tutora Celia Hills, alumnos por orden alfabético, id poniéndoos en pie como ha hecho el resto cuando os nombre. Alumno de intercambio, Archibald Terry.

Gabi se giró y me miró yo abrí los ojos lo máximo que pude y grité. - ¿Qué ha dicho?


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