Trato sexual//Bughead

🗝️Capítulo veintisiete.

—Betty, despierta.— dijo Jughead moviendo lentamente a la rubia que se encontraba durmiendo.

—¿Hemos llegado?— mumuró desperezándose.

—Si— dijo con una sonrisa.

Esta se desperezó mientras se sentaba y miraba por la ventana, pudiendo ver el aeropuerto y personas descender. Esta se estiró cómodamente, bueno, ventajas de la primera clase.

—Vamos— aseguró el chico levantándose y sacando el bolso de mano de la rubia.

Esta se levantó mientras tomó la manos de Jughead para bajar junto a unas pocas personas que se encontraban en la primera clase. Estos caminaron hasta que fueron revisados y ambos pasaron con éxito, pues definitivamente no tenían nada.

El tomar sus valijas, Betty se encontraba caminando al lado de Jughead el cuál tenía su celular en el oído—No me importa, Thomas.

La rubia tosió falsamente y Jughead la miró.—Has empezado mal, te recomiendo que cortes la llamada. Una semana sin saber nada de tu trabajo, sin trabajar, ese es el trato.

Jughead rodeó sus ojos y vió a un hombre con su apellido en una hoja—Thomas debo irme, cuando Betty se duerma te llamo.

La rubia lo miró con una ceja alzada—Te escuché

—Lo se— aseguró este y se acercó al hombre—Jughead Jones— dijo estirando su mano.

—Acompañenme— habló el hombre. Este era un chofer de traslado el cuál los llevaría a su hotel frente a la playa.

—Dame tu valija— dijo Jughead dispuesto a cargar la valija de la rubia.

—No yo puedo— aseguró mientras caminaba siguiendo al hombre.

—Has salido testaruda.

La rubia lo miró indignada mientras seguía su camino junto a Jughead. Al llegar al auto ambos subieron para que luego de quince minutos de viaje, llegaran al hotel y así bajar sus valijas para caminar hacia la recepción.

Definitivamente Betty pudo admirar el hotel por primera vez, porque nisiquiera lo había visto por fotos. Era un hotel de ricos, lo aseguraba. Las personas que pasaban se notaba que tenían mucho dinero, pero al fin y al cabo, estaba con Jughead y él era uno de los empresarios multimillonarios más importantes del mundo. Los demás debían asombrarse de verlos.

—Si, he reservado una habitación en el último piso—soltó.

La rubia se giró a verlo y por lo que notó, no fue la única. Una pareja lo hizo también. El chico miró a Betty y está le devolvió la mirada confundida pero lo dejó de hacer cuando alguien rodeó sus brazos por la cintura— ¿Ha pasado algo?— preguntó mirando al chico el cual apartó la mirada.

—Pasa que me siento rara en este lugar lleno de personas ricas.

Jughead rió mientras caminaba con la rubia—Irónico considerando que tu tambien lo eres.

La rubia negó—No, tú lo eres.—aclaró.

Jughead la miró y sonrió—Nosotros

Porque ya no era él o ella, ahora eran ambos. Eran una pareja de verdad, y las peleas ya no eran tan frecuentes.

Al llegar a la habiatción ,Jughead abrió y entró tomando la puerta para que la rubia entrara y así hizo.

—¡Esto es increible!— chilló como niña pequeña mientras se acercaba a la ventana.