🗝️epílogo

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(...)

—¡Te odio!—chilló una rubia molesta

—Pues hazlo, me da lo mismo— dijo enojado Jughead sentado en su oficina.

—¿Qué ocurre?— preguntó una rubia apareciendo con un niño en brazos de dos años.

—Mamá, ¡Papá no me deja ir al baile!— chilló la adolescente de 13 años.

—Y bien que hace—soltó un adolescente de 16 años

—¿Puedes callarte, Federico?— chilló la adolescente.

—¿Pueden dejar de gritar?— habló una niña de seis años caminando con su vestido de princesa.—Estoy esperando a mi caballero

—Nadie te he llamado, Camila— habló  Lili mirando a su hermana pequeña.

—¡Intento hacer la tarea!— gritó un niño de 8 años apareciendo.

—¡Basta!— soltó Jughead en un grito mientras golpeaba su escritorio y miraba a todos molestos, y provocó que el más pequeño se sobresaltara.—Federico, no te metas en este asunto—dijo señalando a su hijo mayor.—Lili, no irás a esa fiesta. Tienes trece años— le recordó furioso. —Mateo, ve a ser tu tarea tranquilo.—dijo más calmado a su hijo del medio que tenía ocho años.— Camila, cariño, sacate el vestido de princesas que no vendrá ningún caballero, no puede pasar porque mando a Thomas a quebrarle la cabeza— advirtió, celoso de un posible romance de su hija menor. — Cody, deja de llorar— pidió rendido mientras suspiraba.

—Chicos, vayanse y dejen a Lili hablar con su padre— pidió Betty mientras bajaba al pequeño de sus brazo. —Amor, no te desbordes— pidió la rubia antes de cerrar la puerta del despacho de Jughead.

—Lili, cariño, siéntate— pidió Jughead tocándose la cabeza—Siento gritarte.

La adolescente suspiró sentándose en la silla al lado de su padre, enojada.

—Lili, escuchame. Tienes trece años, no irás a ese tipo de fiesta.

—Thomas o Mitchell o alguno de los guardias pueden ir.

Jughead rodeó sus ojos—ellos siempre tienen que ir a donde tú vayas—aclaró—Pero no irán a ningun lado porque tú no lo harás tampoco.

—¡Nunca puedo hacer nada de lo que hacen mis amigas !— dijo con lágrimas.

Jughead  la miró —Si tus amigas van a fiestas, se drogan y se emborrachan, no, no puedes, y siento ser el peor padre del mundo por no dejarte ir a esas estúpidas fiestas.—dijo enfadado pero suavemente.

—No eres el peor padre del mundo— dijo cruzada de brazos mirándolo.

Jughead suspiró para levantarse de su silla y caminar hacia su hija. Se arrodilló frente a ella y le limpió las lágrimas que caían por las mejillas de ella.—Lili, entiende que tienes trece años. No pretendas tener la edad de tu hermano, ya llegará tu tiempo.  ¿Porque estás tan empeñada a ir a esa fiesta?, se que tampoco es tu ambiente.—preguntó alzando una ceja— a ti no te gustan esas cosa.

La rubia lloró—Lo se es que—esta miró arriba y luego miró a su padre para hacer pucharo.—¡No encajo en ningún lado!— soltó—No tengo amigas. Y quiero pertenecer a un grupo, a un lugar.

Jughead la miró tristemente, él más que nadie podía entender a su hija—Cariño, te entiendo más que nadie. Me pasaba lo mismo, pero si no encajas en un lugar no tienes que forzarte, habrá otro lugar donde te sentirás que es tu casa. Créeme, me ha pasado— sonrió mirándola—¿Quieres cambiarte de instituto?

Trato sexual//BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora