Trato sexual//Bughead

🗝️Capítulo diez.

Era sábado, exactamente las 7 a.m cuando el celular de Jughead comienza a sonar.

—Por tu vida, será mejor que apagues ese celular o te vayas fuera con él— aclaró Betty la cuál estaba durmiendo contra el pecho de Jughead, pero esta se giró.

—Elizabeth, mi brazo— se quejó dormiliento el chico.

—Calla tu celular— ordenó.

Este suspiró y lo tomó para mirar la pantalla.

—Mitchell, ¿que ha pasado?— preguntó.

—Callate— gruño la rubia tapándose los oídos con la almohada. Sin embargo, recibió un pellizcón en el trasero—¡Auch!— chilló.

—Cállate, nena.— ordenó.—¿A esta hora?— preguntó.—Dile que es sábado y son las 7 de la mañana además de que ella esta durmiendo a mi lado— aclaró.

La rubia se giró y lo miró confundida.

—Si yo bajo, juro que lo mataré con mis propias manos— aseguró.

—¿Quién es?— preguntó la rubia.

—Amigo, dile que lo veo a las 3 pm en mi oficina. Gracias y,¿Qué haces despierto a esta hora un sábado?. Vete con tu mujer y tus hijos a tu departamento, no eres mi guardia este día.— este colgó y dejó el celular en la mesa.

—¿Quién era?

—No te importa— se giró para abrazarla por la cadera— Vuelve a dormir.

—No, me has despabilado— aseguró molesta.

—Será mejor que cierres tus ojos— dijo suspirando dispuesto a dormir, y la rubia siguió sus pasos

Y así durmieron hasta que nuevamente sonó el celular de Jughead tres horas después.

—¿Puedes silenciar tu celular?— soltó la rubia molesta.

—No es mi culpa— soltó gruñendo mientras atendía el celular. Sin embargo, su tono pasivo cambió completamente cuando atendió la llamada— ¿De verdad?. Maldito imbécil .

La rubia se levantó y lo miró a los ojos, pero no dijo nada.

—No, no llames a la policía.— aclaró— ya iré hacia ahí. Solo, tómenlo— aclaró cortando mientras se levantaba.

—¿A dónde vas?— preguntó.

—Lo siento, debo irme— confesó tomando su camisa.

—Voy contigo, quiero ver tu empresa.

—Betty, un chico ha intentado jugar sucio, no irás ahí.

—¿Qué harás?— preguntó curiosa.

—Solo, quedaté aquí y desayuna

—No, iré contgio— insitió.

Este suspiró— está bien, solo no entraras. —este la miró— Y pasaremos por periodistas curiosos, así que irás como mi chica.

Betty sonrió— ya lo soy— aseguró tomando su vestido azul corto—¿Este está bien?

Este alzó una ceja—Estupendo