Sonrisas agridulces

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Detrás de esa sonrisa, suceden tantas cosas, hay problemas, hay espacios vacíos sin nombres, existen momentos que se quedan en el aire si un sentimiento que los guíe. Detrás de ella hay lágrimas, y sonrisas robadas, hay miedos y locura.  Una mezcla rara, pero tan única. 

Inseguridades, corazones rotos y personas. Secretos que absolutamente nadie sabe, toques de pasión combinadas con algo de lujuria, para obtener al final una sensación arrebatadora. Suceden tantas cosas en su mundo, y asusta, sentir tanto y no poder hacer nada, ella suele ser muy extraña, no suele llamar la atención de nadie, y eso está bien. Suele darles miedo a las personas, no sabe el porque, al ser ella misma, y reírse tan alto, que el hasta el cielo le da envidia. Baila sola en su habitación, con el volumen al máximo, que aveces siente quedarse sorda... En los peores momentos, cuando tratan de apagar esa luz, su luz, se transforma, porque ya nadie puede hacerle mas daño, porque sí, el mundo puede ser una porquería pero no puede destruirla más si ella ya conoce lo que es estar rota. 

Cada golpe se siente como una caricia, aprendió a amar hasta las cosas que pueden llegar a lastimarla. Ella creía que cuando las cosas se ponían negras era el fin, pero no, luchó para conseguir la luz, en el proceso se hizo daño, y tuvo tanto miedo, que pensó que la solución era refugiarse en aquel rincón de su mente y no salir jamás de ahí, pero claro, el mundo gira tan de prisa que no le dio tiempo de pensar en un plan b, y saltó al vació sin un paracaídas que la sostuviera para que la caída no fuera tan dolorosa. Y entonces, cayó, no siempre hay alguien esperando por ella, no en todas las circunstancias tuvo la certeza si la caída sería más dolorosa que la anterior, y esa vez no fue la excepción. ¿Tuvo pánico? muchísimo, porque tocó el fondo, y le tocó salir para poder respirar. Y ese golpe, fue lo mejor que alguna vez le pudo pasar. Cuando creyó perderse, y el miedo le calaba tan profundo hasta quedarse sin aliento. 

Recobró vida, resurgió de lo más profundo para ser una sobreviviente de sus propias cadenas, y sonrió, y joder, se sintió tan bien y tan plena consigo misma, que solo lloró, lloró por todo aquello malo, por todo ese tiempo perdido, por todas esas veces que olvidó ser su prioridad. Y se sintió tan completa y con unas fuerzas que hasta ella no conocía. Este era ese final agridulce, que le recordó que pasó por tanto por algo y era el principio, aquel principio donde estaba dispuesta a todo, donde no habían barreras ni cadenas, porque logró librarse de sus demonios. 

Fue su  principio, con aquel final incierto... 

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