Fases

Locura que brilla

Un mundo, aquel mundo, donde está con su pareja, tomando un trago con sus amigos en ese bar al que suelen ir seguido, esas fiestas interminables en la madrugada haciendo quien sabe que cosas, conociendo agente nueva, sintiéndose libre. Pero no, todo es una ilusión, porque esa no es su vida. Pueda que sea la vida de muchos, pero ella es la excepción. 

Hay todo tipo de personas, únicas y hermosas, otras con un alma tan podrida, aquellos que tienen un corazón roto en rehabilitan. También están aquellas que están pasando por la mejor etapa de su vida, otros en proceso de descubrimiento, otro tanto tiene una tristeza con la que cargan todos los días y nunca dicen nada, también aquellos que están esperando su momento. Ella en cambio, prefiere tomar su libro favorito y leer aquellas páginas desgastadas, con un buen café recostada en su habitación. Mentiría, si no deseó ser alguien más, estar en otro sitio. Se mentiría si no se reprochó querer que su vida fuera muy distinta, queriendo sentir por una única vez lo que era salirse de control, queriendo experimentar, una vez, sólo una vez pedía. Ella veía a través de su ventana la vida pasar. Pero no podía hacer nada. 

Ella es un remolino de sentimientos, carga con aquella locura brillante, con esa sonrisa que se contagia, ella, con esa mirada que marca, siendo tan distinta al resto. Esperan mucho de ella, desean que sea más normal, pero no lo es, y no está dispuesta a serlo. Cuando le dicen que algo es negro, para ella es otro color, y si es necesario se inventa un color inexistente. Ella, la que ama ver películas en su habitación llorando por su personaje favorito, es extraordinariamente ordinaria, que enamora. Esa esencia que trae consigo es única, con una mezcla de alegría y tristeza al mismo tiempo, que al final ese sentimiento no tiene nombre. Ella, aquella persona que puede llegar ponerte el mundo al revés, pero a la que no le dan la oportunidad... Prefieren lo básico, porque no se atreven vivir la mejor aventura de su vida. Increíblemente llama la atención lo simple, las sonrisas falsas y son fanáticos de los corazones rotos. Cuando en realidad, ella está ahí. Queriendo dar todo, pero no pueden verla. 

No espera nada de nadie, entendió que esperar de las personas algo solo hace daño, porque al momento de ser decepcionada, duele, y duele mucho. Vive sin un mañana, vive a su manera, y pueda que le falten muchas cosas, pero aprendió a ser paciente, porque por alguna extraña razón, ha esperado mucho tiempo, y aún así, sigue sin ser su momento, pero ella sabe, que cuando llegue,no habrá poder humano que la detenga.

Ella, tan rota y tan completa a la vez. 

Ella.