Capítulo 35: La espada mortal

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-Jonathan está con alguien más.- Dijo la reina Seelie en su trono. Sus ojos brillaban con la misma fuerza del infierno. Su piel blanca tenía un ligero color verduzco.

-¿Cómo lo sabe mi señora? – Inquirió Kaelie.

-Hoy salí un momento a observarlo, cuando vi que besó a la mundana con la que trabaja. La sangre comenzó a hervirme, los interrumpí.- La reina miraba fijamente el lugar junto a ella. Ese lugar que sin duda estaba reservado para Jonathan. Cuando Jonathan se negó a estar con la reina, ella no quiso quitarlo porque sabía que algún día Jonathan estaría con ella.

-Señora… ¿Pudo haberla visto?

-No lo hizo. Fue muy rápido

-Mi señora, creo que está exagerando las cosas. Acatemos las órdenes de la clave, por favor…- dijo en tono de súplica, Kaelie. En ese momento la reina supo que era momento de echar a andar los planes. Pero no incluir a Kaelie en ellos.

-Arthur Blackthorn derramó la gota. La gota que derramará la sangre de todos los nephilim. Prepara el salón, hoy tendremos visitas.

-¿Puedo preguntar a quién esperamos?

-Unos amigos… Subterráneos

-La clave se enterará.- dijo Kaelie esperando tener un efecto positivo en la reina, pero no hubo nada.

-Son personas que odian a la clave, que perdieron a su familia y que harán lo posible para vengarse de la clave… algunos ya han superado las torres de alicante. Perdona por no haberte dicho el plan antes.

-Mi señora…

-Hemos llegado a un acuerdo. La clave se derrumbara como lo hizo alguna vez el trono de Dios. Pero este no se reconstruirá. Nunca entendieron la corte de la Reina Seelie no se ha rodilla frente a cualquiera. Miro nuevamente el lugar que pertenecia a Jonathan pero estaba vacío.

-Mi señora, creo que está precipitando las cosas

-Kaelie, las hadas nunca nos precipitamos. Atacamos, y es lo que hoy sucederá. La clave y los hijos de los nephilim se arrodillarán frente a mí. Seré su reina.

-La clave se enterará. Y ésta vez no tendrán piedad de nosotros.- La reina jugando con sus dedos largos en el cabellos.- Faye, trae a los invitados.

En la escena aparecieron algunos vampiros, hombres lobo, brujos y algunos cazadores de Sombras.

-Esto no saldrá bien, mi señora.- Trató de convencerla pero uno a uno, los subterráneos  hicieron reverencia hacia la reina, pudo observar que todos hicieron un asentimiento como accediendo a todas las ordenes de la reina.

-Kaelie, Kaelie… Aun te falta crecer. Te he contado mis planes ahora… No puedes decirle a nadie.- Amenazó a Kaelie. Volvió a asentir con la cabeza y todos los subterráneos dieron un paso hacia ella.

-No lo haré mi señora.- Aseguró Kaelie con un tono no muy seguro.

-Yo lo estaba diciendo en un sentido literal. No le dirás a nadie… Faye… Es toda tuya

Kaelie que estaba cerca de la puerta que daba a la clave activo la puerta y desapareció por ella. El oscuro lugar la atrapó y pudo ver como la reina se reia más y comenzaba a dar órdenes a los subterráneos que se encontraban en el salón.

Al llegar al salón de los cuerdos, algunos vigilantes de la clave la atraparon por los hombros y ella comenzó a gritar:

-La reina intenta un levantamiento. Por favor escúchenme, y protéjanme. Les diré todo.- Los pocos cazadores de sombras que se encontraban ahí se acercaron para poder escuhar lo que Kaelie decía, pero Robert Lightwood se adelantó a hablar con ella.

Si no puedo reinar en el cielo. -Final Alternativo de COHF (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora