Capítulo 6: En otra vida podríamos...

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—Jonathan. — Robert casi se atragante al decir ese nombre. — Es hora de irte.— Dijo esto último sin percatarse del horrible dolor que Jonathan sentía en ese momento.

Su piel parecía que hubiese sido arrancada a girones, como el papel tapiz cuando era desprendido de la pared. Ese color que Jonathan había recuperado tras su reencarnación lo había perdido y en su lugar estaba bañado de un color escarlata intenso.

—Por lo menos, déjenme despedirme de mi familia.— Respondió Jonathan no viéndolo a la cara, aun le quedaba un poco de dignidad.

—El portal estará abierto en un momento, se me es imposible.— Dijo sin más, perdiendo toda compasión.

—Robert, por una vez en tu vida... Deja de ser un Nephilim y sé un humano. Muestra algo de compasión.— Esto pareció cambiar algo en Robert, que dándole la espalda se fue sin antes pronunciar:

—3 minutos

—Gracias.— Acotó Jonathan en susurro. Y cuando Robert abrió la puerta pudo ver a su madre esperando por él.

—Jonathan...— Jocelyn corrió hacia él, comenzó a rodearlo con sus brazos protectores, pero ante el toque Jonathan reprochó y se alejó por el dolor que sentía.

—Hola mad... mamá. — Jonathan miró a Jocelyn esperando que lo rechazara, pero ella solo lo miro con ternura. — Espero que no te moleste, pero por una última vez.

—Jonathan... ¿Por qué hiciste eso?— Lo regañó como la madre protectora que siempre había sido con Clary, pero aún no con la suficiente fuerza que mostraba con ella.

—Porque una vida aquí no sería como la quería vivir.— Repuso con tristeza, pero Jocelyn solo se mordió el interior de la mejilla al sentirse culpable por la vida miserable de su hijo— ¿Y Clarissa?

—No se sentía muy bien.— Se resignó a contestar Jocelyn, Clary aun seguía en trance por todo lo ocurrido, no dejaba de pensar en que todo esto lo había hecho Asmodeo para divertirse a su costa, que tal vez era un sueño más para atormentarla.

—Quisiera hablar con ella antes de irme.

—¿A dónde iras?— Preguntó su madre preocupada, ella necesitaba saber si era muy posible que lo volviera a ver. Era despiadado perder a su hijo dos veces el mismo día.

Pero entonces alguien tocó la puerta, Jonathan de inmediato subió el rostro y algo en su pecho se sintió cálido, sabía que era un sentimiento puro, pero algo en su interior se burló.

—Me alegra que vinieras.— La puerta se abrió unos centímetros dejando ver esos rizos rojizos de Clary. Jonathan sintió que aun esa persona tan ruin que era podía tener perdón.

—¿A dónde irás?— Preguntó Clary viéndolo a los ojos con rencor en la mirada. Jonathan sabía que ella no lo perdonaría tan fácilmente, aunque sabía que en el fondo Clary no sabía cómo reaccionar.

—A visitar el mundo, a conocer eso que hace tan especiales a los mundanos. A intentar conocer lo que es una familia...— Jonathan intentó sonar como el chico que apareció en el sueño de Clary, ese chico despreocupado y amoroso con su familia.

—Jonathan...— Lo reprimió Jocelyn porque sabía que era verdad. Y conociendo a los Morgenstern sabía que era inevitable.

—Entiendo, y sé que así tenía que ser... ¿Podrán perdonarme?— Dedicó una mirada piadosa a ellas, quería saber antes de irse que ellas perdonaban sus acciones que la lastimaron tanto.

—No tengo nada que perdonarte, tú no eras él. Tú eres éste que estoy viendo. — Clary derrumbó todas sus barreras, entendió que esto no era un sueño más, era la realidad y él era su hermano.

—Deseo que seas muy feliz con Jace Herondale.— dijo haciendo énfasis en el verdadero apellido de Jace.— Tú y yo tuvimos el mismo sueño... Pero él tuyo si podrá hacerse realidad.

—Pero tú eras parte de mi sueño.

Jonathan se sorprendió.

—No, tu sueño era Jace. — Clary se acercó un poco más. Él quería acariciarle la mejilla, pero aún tenía miedo que la maldad en su cuerpo no hubiese desaparecido, así que decepcionada, solo bajó la mano. — Yo solo era el complemento de lo que querías y cumplirás.

—Este es mi sueño. — Jocelyn habló. — Siempre soñé en verlos a ambos juntos, siempre imaginé como sería esta escena, cómo sería volver a ver a mi hijo... Ver a mis dos hijos reunidos.—Y como no previéndolo se acercaron en un abrazo titubeante. Jonathan podía sentir los brazos de su madre sujetos a su cuerpo, y no le importó soportar el dolor que su rose causaba.

—Es hora de irse. El portal se ha abierto.— Interrumpió Robert rompiendo el lazo, Clary y Jocelyn la miraron enojadas, pero Robert no cambio de apariencia.

—Robert, aguarda un poco más.— Rogó Jocelyn, pero Robert no se doblegó ni por un momento.

—Jocelyn, este delincuente ha tenido más consideraciones que todos los Cazadores de Sombras juntos. No puede esperar más. — Lo tomó por el brazo y con rudeza lo guio hacia el portal.

—Te buscaré, hijo. No estarás solo nunca más. — Pronunció lentamente Jocelyn tomando cariñosamente la mano de su hijo, uu hijo que volvía a perder.

—No puedes, Jocelyn, estarías violando las leyes de la Clave.— Repuso inmediatamente Robert, pero Jocelyn la encaró enfadada.

—Robert, yo no pertenezco a la Clave.

—Madre, no te pongas en peligro. — Observó a Robert. —Cuando esté seguro de mi vida. Trataré de buscarte. Debo comenzar una vida sin los Cazadores de Sombras

—Adiós, hermano... — A Clary le costó tanto esas palabras, pero cuando lo dijo Jonathan intentó suprimir una pequeña sonrisa.

—Clarissa, en otra vida podríamos ser felices...

Pero el portal se lo había llevado muy lejos de ahí. 

Si no puedo reinar en el cielo. -Final Alternativo de COHF (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora