El Entrenamiento Con Un Demonio

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-"pensamientos"-
Nombre: diálogo
-Acciones-

Pov. Narradora

A la mañana siguiente nuestro equipo despertaba, pero se llevaron una gran sorpresa al ver una sacerdotisa hecha de barro y huesos sobre el regazo del híbrido. Todas las miradas se dirigieron a cierta azabache que se comportaba de manera "normal".

Sango: Aome, esta bien?

Aome: Si Sango, estoy de maravilla -haciendo una sonrisa forzada-

Sango: Segura?

Aome: Si, me ayudarías a hacer el desayuno?

Sango: Claro-"Se que estas mal por el tonto de Inuyasha, descuida Aome te protejere" -

Para Inuyasha y Kikyo la reacción de la chica futurista fue una sorpresa, los dos pensaban que se pondría a llorar como una niña pequeña pero fue todo lo contrario.

Kikyo:-"Bien copia veremos que tan fuerte puedes ser" - Acto seguido beso a Inuyasha en los labios-

Ante tal escena a Aome se le estrujo el corazón pero no lo demostró por la promesa que hizo la anterior noche.

Una vez que nuestro equipo terminó de comer empacaron todo y se pusieron en marcha.

Inuyasha: Vamos al Sur, es el único territorio que no hemos explorado.

Todos menos Inuyasha: De acuerdo

Todos se encaminaron al Sur, en el camino todo hiba tranquilo una que otra travesura del monje y la típica cachetada por parte de la exterminadora. Pero lo que falta eran las agradables charlas por parte de la joven azabache del futuro.

Ella hiba hasta el final del grupo, sumida en sus pensamientos sobre lo que ocurrió la noche anterior. Hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por el monje Miroku.

Miroku: Hay una aldea en frente y siento una precencia maligna.

Obviamente todos pensaron que era mentira porque el anochecer se acercaba y como la mayoría de las veces el monje siempre mentia sobre de que había una presencia maligna.

Cuando llegaron a la aldea el grupo se dirigió a la casa más lujosa y el dueño creyó las mentiras del monje. Al terminar de realizar el "exorcismo" el dueño de la casa en agradecimiento les permitieron quedarse unos días, pero Inuyasha replicó ante lo dicho...

Inuyasha: No tenemos tiempo para esas cosas anciano, es mejor aprochar para encontrar los fragmentos y buscar a Naraku

Aome: Inuyasha, ABAJO! Todos estamos cansados, así que si no te importa nos tomaremos unos días de descanso

Los demás notaron que esto lo dijo con un toque de seriedad, pero ellos prefirieron no decir nada.

La noche llegó y nuestro grupo estaba en la sala principal de la casa cenando tranquilamente, pero no faltaba las mañas del monje Miroku

Miroku: Linda jovencita ¿No le gustaría tener un hermoso hijo conmigo?

Jovencita: Hay exenlencia, pero que cosas dice

Miroku: Lo digo en serio

Pero como siempre Sango enfadada por lo que estaba haciendo el monje tuvo que intervenir.

Sango: EXELENCIA!- Desprendía un aura que daba miedo-

Miroku: S-Sango, no es lo que parece- de rodillas y con mucho temor a lo que podría suceder-

Y como siempre el monje se ganó una cachetada por parte de la exterminadora, mientras que los demás sólo lo miraban con lástima y se quejaban.

Aome una Jinete de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora