Té Para Dos

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-"pensamientos"-
Nombre: diálogo
-Acciones-

Pov. Narradora

Después de la noticia, Aome se quedó unos minutos más acariciando a su dragón y disfrutando la brisa que se tenía en esos momentos.

Hasta que decidió ir a buscar al que ahora será su nuevo maestro para preguntarle en qué consistiría el entrenamiento.

Se levanto de su lugar para ir adentro del palacio, pero al ver lo grande que era y también de que aun era nueva, decidió caminar para ver si lograba encontrarlo de pura casualidad.

Mientras caminaba podía sentir la mirada de los sirvientes que pasaban junta a ella y también algunos murmullos, pero no les dio importancia, lo único que tenía en mente era encontrar a Yemon.

Siguió caminando por varios minutos entre los pasillos, hasta que llegó a otro patio muy diferente al anterior, este daba vista al océano, con un puente que conectaba con una pequeña estructura.

Y en esa estructura estaba una mesa con un poco de té y en una de las sillas estaba sentado Yemon, este al sentir su presencia dirijio su mirada a la chica y Aome al ver que Yemon no dejaba de verla decidió caminar hacia el a paso lento.

Una vez, que estuvo en frente de él comenzó una platica entre ellos dos.

Yemon: Señorita Aome

Aome: Buenas tardes, Señor Yemon

Yemon: ¿Gusta sentarse? -Señanandole una silla que estaba en frente de él-

Aome: Gracias -Sentándose-

Yemon: Quiero suponer que no solo vino aquí para apreciar la vista, ¿O me equívoco?

Aome: Tiene razón

Yemon: Bien, soy todo oidos

Aome: Sesshomaru me dijo que usted me entrenará, pero mi pregunta es ¿En qué consiste este entrenamiento? Porque le informo que él ya me esta entrenando

Yemon: Se que el Lord Sesshomaru la esta entrenado, pero el entrenamiento que yo le voy a proporcionar es totalmente diferente

Aome: ¿Me puede decir en qué es diferente?

Yemon: Mi entrenamiento consiste en que tú domines el idioma antiguo y también la habilidad de pelear en tu dragón, una vez que este crezca

Aome: Ya veo, pero ¿Cómo es que sabe todo eso?

Yemon: Una historia demaciado larga que se contará en otro momento

Aome: -Suspiro- Bueno, ya que estamos en confianza, me podría contar más de los dragones y de sus jinetes, por favor

Yemon: ¿Qué deseas saber? -Sirviéndole un poco de té a Aome-

Aome: Bueno... Quisiera saber más de su historia y también algo de como crecen

Yemon: Bien, en teoría, nadie sabe de dónde provienen los dragones, sólo se sabe que ellos vinieron con los primeros que pisaron esta tierra, ellos eran seres sobrenaturales, pero al ver que ellos eran muy pocos decidieron involucrar a los humanos y a otras especies, de ahí los jinetes se multiplicaron y así fue que comenzaron a buscar diferentes personas de diferentes lugares para ver si alguno de ellos era elegido para ser un Jinete, en esos tiempos las diferencias no importaban sólo importaba el bienestar de los demás

Aome: Y ¿Cuando comenzaron a desaparecer?

Yemon: Cómo te dije en el pueblo, un jinete jugó con su mente, los traicionó e hizo que los jinetes comenzarán a pelear entre si

Aome: ¿Sabe quién fue?

Yemon: Si, su nombre era Onigumo

Aome no cabía de la sorpresa, cuando escucho el nombre de aquel hombre que fue el responsable de la creación de Naraku, comenzó a pensar lo peor, ahora no sólo estarían peleando contra un semi demonio que tiene casi completa la perla de Shikon sino un semi demonio con un gran poder, eso complicaría más las cosas.

Aome: Ya veo, eso complicaría más las cosas

Yemon: Dígame ¿Por qué?

Aome: Pues... Es que ese hombre cambió su cuerpo para ser más fuerte, fue responsable de muchas cosas, incluyendo la muerte de varios seres queridos de unos amigos y otras cosas terribles

Yemon: Entonces debemos de tener más cuidado

Aome: Bueno... Dígame mas cosas sobre los dragones

Yemon: Un Dragón entre más viejo sea más fuego puede lanzar

Aome: Y ¿Cuando lanzan fuego?

Yemon: Los dragones pueden lanzar fuego hasta los 5 o 6 meses de edad

Aome: ¿Cuanto crecen?

Yemon: Anteriormente los dragones crecían mucho, algunos pudieron llegar a medir casi como una montaña

Aome: ¿Ellos cuanto pueden vivir?

Yemon: Un dragón vivirá hasta que su Jinete muera, muy pocos jinetes pudieron alcanzar la inmortalidad -Tomando un poco de su té- Una pregunta

Aome: ¿Mm? -Dándole un sorbo a su té-

Yemon: ¿Ya nombraste a tu dragón?

Aome: No, con todo esto y apenas visualizando lo, no he pensado en eso

Yemon: El merece un nombre

Aome: No se cual podría ser

Yemon: Hubo varios nombres de dragones poderosos, te podría mencionar algunos

Aome: Eso ayudaría

Yemon: Bueno... Esta Aiko, Hanako, Nara, Umi, Yoichi ellos fueron dragones que defendieron al valle del Este de un ataque de demonios que querían despojar al Lord y matar a su familia- Dándole un sobo al té- También Yoshinobu, Yuki, Yuu fueron dragones que combatieron en la batalla que extinguieron a los dragones y también -En un susurró- Daisuke

El último nombre apenas Aome lo pudo escuchar, se quedó pensando por unos momentos, pero se dio cuenta que el Sol se estaba poniendo.

Aome: Me tengo que ir, pronto será de noche y casi es hora de mi entrenamiento con Sesshomaru

Yemon: Si, fue un gusto hablar con usted

Aome: El gusto fue mío y por favor hable me de tú, no me gusta mucho la formalidad aparte desde ahora estaremos más tiempo juntos

Yemon: De acuerdo

Con esto, Aome se retiro del lugar dejando a Yemon solo y viendo como los últimos rayos del Sol se ponían para después dar un largo suspiro y por fin retirarse a su habitación.

Mientras que con Aome, se dirijia a donde antes estaba junto con su dragón, pero en el camino se cruzó con Sesshomaru.

Sesshomaru: Vamos, miko, debemos continuar con el entrenamiento

Aome: Si

Con esto, Sesshomaru comenzó su andar hacia donde sería su lugar de entrenamiento, el cual sería el salón de entrenamiento donde sólo los soldados y los alumnos suelen entrar.

La noche transcurrió cómo hacía ya unas semanas tracurria, Sesshomaru y Aome entrenaron sin parar, el entrenamiento sólo consistió en fuerza. Después del entrenamiento Sesshomaru guió a Aome a su habitación. Donde esta estaba bien decorada con detalles azules y blancos, con uan cama bastante grande, con unas ventanas que dan hacia el mar y dos puertas más.

Aome: Muchas gracias, Sesshomaru, buenas noches

Sesshomaru: Mm

Y así Sesshomaru cerro la puerta, mientras que Aome se dirijo a la cama y al ver sus cosas ahí decidió cambiarse e irse a dormir, puesto que mañana será un día agotador.

Pero un demonio seguía parado afuera de la habitación de la azabache.

Sesshomaru: Buenas noches, Aome

Con esto se dirijo a su propia habitación para así descansar un poco y esperar a que el Sol apareciera para dar inicio a un nuevo día.

Aome una Jinete de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora