Emily bajo de la carreta rápidamente y ayudó a bajar Amanda, habían ido al pueblo a recoger unas telas que había encargado.
Tenía pensado hacer algunos vestidos para Amanda y tal vez alguno para ella, también quería hacer unas camisas para Jared.
Se sonrojó un poco al recordar las noches anteriores; Jared había resultado ser un amante apasionado y atento, cada noche se encargaba de llevarla a la cima del placer, incluso habían faltado a la iglesia a la mañana siguiente de esa primera vez pues habían dormido hasta tarde agotados.
-Buenos días señora Brown- una voz chillona la sacó de sus ensoñaciones, la señora Keller se acercaba acompañada por una joven mujer y una niña pequeña- qué gusto verla, la echamos de menos en el servicio religioso pasado-Emily se sonrojó de nuevo al recordar la razón por esa esa falta pero no fue necesario una excusa pues la anciana mujer no dejaba de hablar -permítame presentarle a la señora Diane Walsh y a su adorable hija Lucy- la señora era muy hermosa de cabello oscuro y piel muy blanca y su hija Lucy era una réplica de ella en miniatura.
-Es un placer es un placer conocerla señora Brown-la señora Walsh tenía una sonrisa fácil y una voz suave-mi hermano Justin y su marido han sido amigos desde pequeños.
El placer es mío señora Walsh- tomando la mano de Amanda la colocó a su lado- ella es Amanda.
La señora Keller dio un respingo al ver a la niña y Emily frunció el ceño pero la señora Walsh se puso de cuclillas para saludarla.
-Mucho gusto Amanda, ella es mi hija Lucy- la niña se acercó y le sonrió de una manera tan simpática que Amanda le regresó la sonrisa.
¿Iba al almacén Sra. Brown? -le preguntó la señora Keller deseosa de conocer toda la información posible.
-Si- contesto Emily - tengo que recoger algunas cosas.
-Que alegre coincidencia, la señora Walsh y yo también vamos hacia allá.
La señora mayor las condujo hasta la puerta del almacén sin dejar de parlotear banalidades y Diane sólo pudo sonreírle con resignación a Emily.
Afortunadamente al entrar al lugar otra mujer mayor reclamo la atención del anciana y le permitió a ambas mujeres un respiro.
-Hay cosas que nunca cambian- dijo Diane mientras esperaban su turno cerca del mostrador- lo chismoso de la señora Keller es una de ellas.
-No la había visto antes por el pueblo señora Walsh- dijo Emily sonríendo.
-No tengo poco que llegue y por favor llámame Diane- le pidió la mujer con una sonrisa - mi marido falleció hace poco más de un año, vivíamos en San Francisco, pero no me nunca me gustó la gran ciudad , así que regrese al pueblo de mi infancia.Por el momento mi hija y yo nos quedamos en casa de mi hermano pero espero que sea poco tiempo; el hogar de un soltero no es sitio para criar a una niña.
Emily sonrío pues sabía que se refería,siguieron platicando de sus respectivas vidas en el campo mientras las niñas miraban una caja de chucherías un momento después del pequeño David se unió a ellas y se pusieron a jugar entre los tres.
-Se llevan muy bien- comentó Emily.
-Es lo que me encanta de los niños- dijo Diane- no son prejuiciosos ni interesados, con que puedan jugar juntos son felices-Diane guardó silencio un minuto antes de volver a hablar-es la primera vez que veo Amanda Jared nunca la trajo al
al pueblo mientras yo viví aqui.
-¿Nunca?- se extraño Emily.
-Yo me fui hace unos dos años y nunca la vi -recordo Diane- pero todos sabíamos que vivía en el rancho, creo que ni siquiera Justin la conoce.
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Por el corazón de Amanda
Исторические романыEmily Collins nunca había hecho algo impulsivo en su vida; siempre se había conducido con mesura y discreción, pero al quedarse sola en el mundo y con la única opción de desposar al hombre que rompió su corazón y destrozo su reputación, decide conte...