Mientras el sol alumbraba las verdes planicies a su alrededor, Emily se afanaba en el huerto, había que cosechar algunas legumbres antes de ir a la iglesia.
Nunca se había sentido tan cansada como en esos últimos dias, con la venta del ganado tan próxima todos en el rancho están sobrepasados de trabajo, había días en que Jared se iba al campo antes de que ella despertara y regresaba muy tarde.
Incluso había dejado de ir a comer a la casa, solo mandaba a Aaron a recoger una cesta de comida.
Emily sentía pena por su marido,a veces lo escuchaba cuando llegaba muy tarde en la noche y podía escuchar el cansancio en los cada uno de sus pasos, incluso una vez lo había encontrado durmiendo a pierna suelta en la sala por la mañana.
Después de la discusión que habían tenido,la comunicación se basa en lo más elemental y no habían vuelto a dormir juntos y aún cuando seguía molesta por la falta de atención hacia su hija,tampoco le gusta verlo tan cansado.
-Mami-i una vocecita la llamó y Emily le dedicó una sonrisa a la pequeña Amanda que traía unas cesta en las manos- ya terminé.
-Muchas gracias cielo- dijo Emily mirando la cesta llena de bayas que Amanda había traído desde el bosquecito cerca de la casa-¿ puedes meterla a la cocina por favor?
-Si mami- con calma Amanda se encaminó hacia la cocina, Emily sonrío para sus adentros.
Sentía un aleteo en su pecho cada vez que Amanda la llamaba mamá, nunca había pensado a fondo el hecho de ser madre, es algo que había dado por hecho en algún momento de su vida, era el curso natural de la vida, pero hasta que escuchó a Amanda llamarle Madre por primera vez descubrió que había nacido para ser la mamá de esa criatura.
-Hay que darse prisa cielo- la llamó Emily en voz alta- déjalas en la mesa y ve a cambiarte- tomado lo que había sacado de la tierra se apresuró a terminar su trabajo antes de entrar y alistarse ella misma, una parte de si misma le pedía olvidarse de la iglesia y le pedía tirarse en la cama y dormir hasta el día siguiente, pero hizo un gran esfuerzo para estar lista y alistar a Amanda.
-¿Mamá va a ir Lucy?- preguntó la niña mientras le daba los últimos mordiscos a su panque.
-Si cielo y después vendrá a comer con nosotros-Amanda sonrío con sus mejillas llenas de comida, se veía realmente adorable ese día llevaba un encantador vestido rosa que la hacía parecer una muñeca de aparador.
Amanda había cambiado mucho en estos últimos días, aún era muy reservada y tímida pero había mejorado bastante, se sonreía más y había desaparecido ese miedo que Emily había visto en sus ojos.
Justo cuando terminaba de recoger la mesa Jared entro en la cocina, había ido a dar una vuelta a la manada y se veía realmente agotado, Emily le acercó una taza de café y un plato de comida.
-Solo el café- le dijo él mientras frotaba sus ojos con fuerza-pídele a Aarón que alisté la carreta- le dijo mientras se levantaba y se dirigia hasta su habitación, Emily se mordió el labio un tanto preocupada por su marido, quería decirle que se queda a descansar pero sabía que esto era impensable para el durante todo el trayecto al pueblo y el servicio religioso mantuvo una estrecha vigilancia sobre él.
Después del sermón las niñas se dirigieron a su clase parroquial mientras Emily y Diane se quedaron platicando con algunas otras señoras y Jared se reunió con otros ganaderos de la zona.
-Te ves fatal Brown- le dijo Jake Larsson, un hombre grande y canoso que tenía su rancho cerca del de Jared -la temporada de trabajo empezó con todo.
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Por el corazón de Amanda
Ficción históricaEmily Collins nunca había hecho algo impulsivo en su vida; siempre se había conducido con mesura y discreción, pero al quedarse sola en el mundo y con la única opción de desposar al hombre que rompió su corazón y destrozo su reputación, decide conte...