Por el corazón de Amanda

epilogo 5

La diligencia entro con calma a la calle principal, era la primera vez que Amanda estaba en la ciudad, Colony Town no era grande en comparación de Denver, pero estaba bien constituida, en pocos años se convertiría en un lugar importante para la economía de la región.

Amanda se recargo en el asiento, se sentía realmente cansada después de tantas horas de viaje; habían tomado la diligencia a Denver muy temprano el día anterior y después de casi toda la noche avanzando, su cuerpo empezaba a reclamar un poco de descanso.

Después de hablarlo con sus padres había decidido hacer caso a la misiva que había llegado, aun cuando realmente no conocía a Julia y jamás podría llamarla realmente su madre, quería conceder su ultimo deseo, el deseo de una pobre alma en sus últimos momentos.

-¿Te sientes bien?- pregunto su padre . sentado frente a ella- no debemos de tardar mucho en llegar. -Jared también se notaba cansado, pero en menor medida, Emily dormitaba suavemente entre los fuertes brazos de su marido.

-Estoy bien papá-contesto la joven con voz suave-¿Iremos a ver a la señora Julia de inmediato?

Jared pudo sentir como su mujer se tensaba ante las palabras de su hija, no podía engañarlo, Emily no estaba feliz con ese viaje, pero jamás podría hacérselo saber a su hija.

-Pasaremos al hotel primero, quiero que descansen un poco-contestó Jared- le mandare un recado a este señor Peyton para acordar en que momento será mas conveniente-Amanda asintió sin decir nada mas, su cabeza y su corazón no dejaban de dar vueltas, no sabia exactamente como sentirse, tenia curiosidad, claro que si, por conocer a la mujer que la trajo al mundo pero también tenia miedo y se sentía insegura, ver a  Julia de frente era recordar que por mucho que Emily la amara no era como sus hermanos, realmente no era su hija.

Cuando llegaron al hotel Jared pidió una suite con dos habitaciones, tenían la intención de solo quedarse una noche, no podían alejarse mucho tiempo de su hogar.

-Este lugar es muy bonito ¿verdad mamá? -comento Amanda mirando por la ventana de su habitación pero Emily no contesto, solo miraba a su lado el ir y venir de los transeúntes-¿estás bien mamá?- volvió a hablar la joven al no recibir respuesta. Emily pareció salir de sus pensamientos y le dedico una suave sonrisa.

-Perdóname cielo, creo que aun me siento cansada del viaje- intento tranquilizarla, pero Amanda podía notar que algo mas que cansancio la atormentaba.

-¿Estas preocupada por los chicos?- habían dejado a los gemelos y a Sophie al cuidado de la señora Geller, que los cuidaría hasta su regreso y aunque Alex y Jake habían jurado comportarse Amanda podía entender la preocupación de su madre, Sophie no le preocupaba, su hermanita era mil veces mas madura que los chicos.

-Creo que si- le dijo Emily de nuevo con una sonrisa tensa- solo espero que no ocasionen demasiados problemas ese par.

Amanda miro esa sonrisa tensa y no quedo del todo convencida de las palabras de Emily, pero antes de poder decir algo mas Jared entro en la estancia y con rapidez se quito el saco y se arremango las mangas de su blanca camisa.

-He pedido que nos suban la comida- informo a las mujeres- y he mandado una nota a Peyton para avisarle de nuestra llegada-ambas mujeres asintieron, una tensa y la otra con miedo, pero ninguna dispuesta dar a conocer su sentir.

Descansaron hasta que la comida llego con una nota del señor Peyton, los invitaba a tomar el te esa misma tarde, aunque esa era la razón por la que habían ido, ninguno de los tres pudo disimular su nerviosismo.

La casa del señor Peyton era de buen tamaño, una agradable casa a las afueras de la ciudad, con un amplio jardín al frente cubiertos de suaves margaritas que perfumaban todo a su paso. La familia Brown llego puntual a la cita, con Jared a la cabeza fueron recibidos por un discreto señor Peyton. Emily se dio cuenta de inmediato que el caballero no era americano, tenia un aire aristocrático que cualquiera podía notar.