charpert 10

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Ya había pasado un mes desde que había salido de el hospital y el cumpleaños de Steve había llegado
Y con este algunos amigos de el rubio, Tony miraba desde su casa personas que la familia Rogers saludaba y adentraban a la propiedad eran pocos a decir verdad.

Por otra parte el se encontraba nervioso desde que le había salvado la vida a Steve este dependía de él y no podía estar a menos de ciento cincuenta y nueve metros si quería recuperarse más rápido y por salud de ambos a decir verdad.

Por eso no se alejaban mucho ambas casas compartían ciertos terrenos aún que no era molestia para ambas familias.

Ese no era el problema si no que Tony nunca había ido a una fiesta con personas de su edad, por lo general cuando iba a fiestas junto a sus padres y las únicas personas con su edad cercana eran de quince años, suerte tenía cuando iba Loki que solo era dos años mayor que el.

Y ahora había mirado el total de tres niños a dónde estaba Steve en el patio de la casa, claro que quería ir para mostrar que era el destinado de Steve y que esa niña que lo estaba abrazando en estos momentos supiera que no podía tocar a Steve por qué sería infidelidad.

Se cruzó de brazos no se sentía listo para bajar, su pelo no se amoldaba a como el quería y sentía que podría caerse ante su torpeza adelante de los invitados de el rubio y ni quería eso.

- Tony cariño por dios ¿que tanto te estás haciendo? Recuerda que no puedes ocupar mi labial ni nada de eso.

- no estoy haciendo eso y esa vez lo hice por qué olía rico.

Era verdad un año antes miró como su madre se hechaba el maldito pintalabios y curioso lo tomó y cuando sintió una fragancia dulce en la barra roja una cosa llegó a la otra y ese día Jarvis le pasó quitando pintalabios de la cara y los labios. ¿Lo bueno? No era tóxico.

- si no bajas no vas a poder darle su regalo a Steve.

Era verdad se dijo, toda esa semana había planeado que le iba a regalar y después de pasar el tiempo con el rubio y mirar como este le gustaba el dibujo optó por regalarle algo para que pudiera expandir su talento.

No escatimar en gastos era una cosa de Stark y al llegar con Jarvis a la librería se fue directo a los colores más caros que había encontrado y llevo eso junto con una libreta y lápices de carboncillo haciendo que el solo no pudiera llevar su preciado regalo.

Bajo con vergüenza las escaleras quería dar una buena impresión ante los amigos y familiares de Steve pero no sabía si lo lograría así que tomo su corbata y la ató una y otra vez mientras bajaba las escaleras.

- hay mi vida te miras tan lindo.

- pero no más lindo que yo - dijo Howard mientras se miraba a un espejo mientras Jarvis y María se quedaban viendo entre si.

- Jarvis ¿como me miró?

- tan lindo como siempre joven Anthony.

- bueno ya vámonos Cenicienta que hoy voy a ser tu escolta - dijo Natasha alzandolo de junto a el regalo para el rubio y despidiéndose de los presentes que iban a llegar en un rato más.

Al llegar miró que la niña rubia seguía abrazando a su Steve y este simplemente le sonreía, Tony le miró serio cuando Natasha le bajó y cuando iba a reclamarle la rubia soltó a Steve y se paró enfrente de el.

- por dios ¡Que bonito eres! - no espero ni su aprobación cuando se le lanzó encima y le abrazo.

Se sonrojó, solo sus padres y algunas personas más  le habían dicho que era bonito pues no tenía mucha interacción con la gente y era la primera persona que aparentaba su edad o cercana que le había dicho eso nisiquiera Steve le había llegado a decir eso en todo el tiempo que lo conocía.

Mi alma destinada (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora