Narra ___.-
Dos meses y una semana desde que vivimos todos en esta increíble fortaleza, la cual antes sólo solía ser una vieja biblioteca. Y lo más increíble, es que aun no ha muerto o desaparecido ninguna persona, es un nuevo récord para todos. Se sentía tan bien vivir en un lugar en el que solo reinaran la paz y el trabajo en equipo, cuando en realidad todo el mundo está hecho un verdadero caos.
Desde el incidente con Chand, ni él ni nadie ha vuelto a romper las reglas o querer hacerse el superior. Carl y yo no hablamos, y cuando nos dirigimos la mirada, es como si ambos estuviéramos observando a un completo desconocido. Y tal vez era mejor que mantuviéramos las cosas asi después de todo.
Para ser franca, ya no hacía falta recolectar más leña, ya que no la necesitábamos para las fogatas por que ya no hacía frío. Ahora los días eran agradables y soleados, dignos de días de primavera. Podían oírse a los pajarillos cantar por todas partes, las flores decoraban el lugar y las nuevas hojas de los árboles daban sombras danzantes. La brisa traía consigo un agradable olor a menta, y era placentero levantarse en las mañanas y sentir ese aroma. Era como el paraíso, como un oasis en medio de un desierto infernal.
Como ya no necesitábamos madera y ahora mi tío estaba a cargo, ahora trabajo en el grupo de caza. Y debo admitir que hacer algo que me encanta todos los días, es perfectamente increíble. No muchos tienen nuestra suerte. No muchos tienen mí suerte. Y me alegro de que por fin el karma se haya puesto de nuestro lado. ¿Creo en el karma? Pues sí. La verdad que si, después de haber rescatado a todo esos niños y luego me reencontrara con mi tío , no es obra del karma, no lo sé. Pienso que todos debemos creer en algo, por más absurdo o ridículo que sea, todos debemos seguir teniendo fe, porque de no ser por ella, no sé cómo estaríamos aquí ahora.
Me encontraba de caza. El grupo se había separado, y yo decidí que era mejor que valla sola. Me gusta la soledad, y además me ayuda a concentrarme en mi objetivo. Caminaba sobre la tierra, dejando huellas las huellas de mis botas en el suelo. Mis pasos iban formando poco a poco un pequeño sendero. Las frondosas copas de los árboles tapaban el sol, así que no debía preocuparme por el reflejo de la luz en mis ojos. Iba callada, tratando de hacer el menor ruido posible con mis pisadas, para no asustar a una posible presa. Seguí caminando por el bosque po runa media hora, dejando poco a poco marcas en los árboles para saber el camino de regreso a la fortaleza.
Se suponía que al mediodía deberíamos encontrarnos todos en un punto de encuentro, así que miré mi reloj y me percaté de que recién eran las diez y media. Me quedaba una hora y media para encontrar y cazar algo y luego volver al punto de encuentro. Tenía un tiempo considerable aún.
Mientras caminaba, sentí un ruido. Agudicé el oído y pude distinguir que eran pisadas entre las hojas del suelo, ya que escuchaba como éstas crujían. Según la velocidad y el ritmo de las pisadas, se trataba de cuatro patas. Preparé una flecha y avancé lentamente, buscando con mi mirada el lugar de donde venían las pisadas. Las plantas tapaban mi cuerpo, haciéndome parecer un submarino en el momento en que saca su periscopio para ver en la superficie. Luego de unos segundos, las pisadas cesaron; y logré visualizar un venado comiendo de unas plantas. Estaba de costado, lo que significaba que si hacía un ruido podría localizarme fácilmente. Me acerqué muy cuidadosamente para tener un mejor ángulo de tiro, asegurándome de que las plantas me seguían tapando lo suficiente. Cuando encontré en lugar perfecto, no perdí el tiempo. Apoyé la flecha sobre el arco y la tensé. Apunté, tratando de mantener tranquilo mi pulso. Se trataba de una gran presa y una buena comida para todos, y no podía perderla. Respiré profundo con la boca y solté la flecha. Ésta aterrizó en una de las patas traseras del animal, justo lo que yo quería. El venado cayó al suelo. Yo corrí hacia él, y cuando estuve en frente del animal, saqué una soga de mi mochila y la até a su cuello. Era obvio de que si lo mataba no tendría como cargarlo hasta la fortaleza, así que tiré de la soga, lo logré que se mantuviera en pie y comencé a arrastrarlo de camino a casa, no sin antes sacar la flecha del muslo del animal.
Yo caminaba y él cojeaba detrás de mí. Era como sacar a pasear a tu mascota, solo que esta mascota tiene dos astas enormes en la cabeza, y luego te lo comerás. Tenía suerte de que el animal, de alguna forma, no quisiera atacarme.
Seguimos caminando hacia la fortaleza, hasta que de la nada, un grito de auxilio me puso en alerta. La persona que había gritado hacía unos segundos, volvió a chillar por ayuda. No dudé en atar al venado a un árbol y correr al lugar de donde provenían los gritos. No tardé mucho en encontrar a dos hombres subidos en un árbol, el cuál estaba rodeado de cinco caminantes. Al verme, los muertos se acercaron, pero no dejé que se pasaran de los dos metros de distancia. Una vez que los eliminé a todos, miré a los dos hombres y preparé una flecha.
-Pueden bajar, y cuando lo hagan, dejen cualquier arma en el suelo.
Los hombres se miraron. Se trataba de un anciano de cabello blanco, bastante delgado, con su cara llena de arrugas. El otro se trataba de un joven, de unos veinte años, de cabello corto y negro. Ambos bajaron lentamente, y el joven dejó sólo una pequeña pistola en el piso. Ambos levantaron las manos. Yo no bajé la guardia en ningún momento.
-¿Quiénes son?.- pregunté, completamente seria.-
-Yo soy Jeff.- dijo el chico joven.- él es Timothy. Somos buenos. La pistola no tiene balas, no tiene sentido que nos apuntes con tu arco.-aún así, no bajé el arco durante un buen rato.-
-¿Qué buscan aquí?.- pregunté nuevamente.-
-Buscamos algo, pero no aquí.- dijo el anciano, aún con sus delgados brazos en el aire.- ambos necesitamos llegar a Woodstock, con nuestros demás colegas.- en ese momento me percaté de que ambos vestían con unas batas blancas.-
-¿Son doctores?.- pregunté. Si lo eran, podrían ser de gran ayuda en la fortaleza.-
-No, somos bioquímicos.- contestó Jeff. Un rayo de esperanza pasó volando por delante de mis ojos.
-…¿Para qué…quieren llegar a Woodstock?.-
El viejo llevó lentamente su mano al bolsillo de su pantalón. Metió la mano y de allí sacó un estuche de cuero rectangular. Lo abrió y pude ver varios tubos de ensayo con diversas sustancias de colores dentro.
-Para encontrar la maldita cura y acabar con toda esta masacre.
HOLI :3 quiero que sepan que a partir de hoy voy a subir cualquier día de la semana, ya que ya no tengo clases y no necesito un horario ;3 saludos! Mak :D
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Tómalo o Déjalo.- (2° Temporada de Survive)
FanfictionVivir o morir. Esa es la cuestión.