Suspiré al darme cuenta que había cortado el cable equivocado y que la bomba estaba a punto de estallar en mil pedazos, acabando con todo alrededor. Aunque, lo único que hice fue decirle la verdad y sólo la verdad, Jeff sí era un científico, sí tenía una cura, y sí me transmitía la esperanza que necesitaba como para confiar en él. Además estaba bueno. De acuerdo, no es que eso importe demasiado, pero en fin.
Miré por el lugar para ver si mi tío se encontraba cerca, pero no logré localizarlo, lo cual me decía burlonamente que esta vez estaría sola. Tampoco me preocupaba por no ver a mi tío cerca, tal vez sólo fue al baño o algo; y no creo que nada malo le fuera a pasar, o sea, el es Chuck Norris versión persa, a mí no me vengan.
Carl, al terminar de reír, continuó con su parlaterío.
-¿Enserio me dices que ese idiota es un científico?.- dijo con una cara de incredulidad. Se encontraba medio encorvado hacia mí, con los brazos hacia los costados. Podía ver en sus ojos que la furia crecía poco a poco dentro de él.
-Sí, hablo enserio, además, ¿me crees tan idiota como para bromear sobre algo tan importante y significativo como para la cura de una mordida?.- dije, esta vez cruzándome de brazos, intentando fallidamente parecer más autoritaria.
-Bueno, de que eres idiota no hay duda.- respondió el hijo de su maldita madre. Comencé a respirar lentamente, tratando de mantener cualquier tipo de reacción violenta dentro de mi cuerpo. Lo único a lo que le permití salir y exponerse fue a mi cara de odio hacia él. Y valla que se lució.
-Escúchame, maldito idiota. No es mi maldita culpa que Nina haya desaparecido, ¿entiendes? ¿crees que eres el único que acaba de perder a alguien allá fuera? ¡Mira a tu alrededor!.- grité con enojo. Se sentía demasiado placentero por fin descargarse con aquella persona que tanto se lo merecía.- ¿Notas algo diferente? ¡Pues claro que lo notas! ¡Casi la mitad de nosotros ya no está aquí! Y nadie se anda echando la culpa entre nadie, porque son lo suficientemente inteligentes como para aceptar que lo que pasó, pasó, y ya no hay vuelta atrás. ¿Entiendes? ¿O quieres que te lo explique más claro?.- dije, soltando todo lo que tenía guardado dentro de mí desde hacía ya mucho tiempo, como si hubiera estado tratando de tapar una cañería rota con cinta adhesiva. En cualquier momento todo debía hacer ¡Zas! Y estallar, dejando salir todo esa agua retenida a la fuerza.
-¿¡Crees que no me importan todos los demás?!.- exclamó el muchacho, haciendo extraños gestos con las manos.-
-¡Pues al parecer, NO! Lo único que te importa eres tú, tú y tú y nadie malditamente más que tú!.- grité en modo de respuesta. Esto se ponía cada vez más intenso, y ninguno de los dos ni nadie tenía la intención de detenerlo.
-¡Mentira!.- respondió, pero decidí no dejarlo terminar.
-¡¿Mentira?!¿ Que acaso no recuerdas la vez que me dijiste, antes de que los grupos se unieran, que si no te dábamos la comida, nuestra comida, nos ibas a matar a todos? ¿O tienes la memoria medio fallada, al igual que tus neuronas?.- dije. Observé a algunas personas mirarlo con desprecio y alejarse poco a poco, lo que me decía dos cosas, 1, estaba ganando esta extraña pelea y, 2, en cualquier Carl podría enloquecer. Pero me daba igual. Mi oponente tardó unos segundos en responder.
-¡Sí! Sí lo recuerdo…-su respiración se oía bastante entrecortada.-pero decidí que lo mejor era unirnos. ¡Tuve piedad antes ustedes! ¡No los maté! ¿y así me lo agradecen, banda de idiotas?.- y en ese momento decidí que ya era suficiente. Demasiado tenía ya con que me insultara a mí, y ahora ofendía a todos los demás, que no tenían nada que ver en todo este lío. Volví a observar por el lugar, y ese era un momento en donde me empezaba a preguntar en donde coño se había metido mi tío. Si Carl no se tranquilizaba, tendría que tomar medidas drásticas.- Los dejo vivir, ¿Y esto me dan? ¿Me sacan de mi cargo de líder? ¿Me tratan como basura?.- dijo, mirando a todos alrededor. Localicé a Destiny escondida detrás de John. Juro que si Carl le hacía algún daño a ella, lo mataba de la forma más lenta y dolorosa posible en la tierra.
-¡Nadie te ha tratado como basura, te hemos tratado como te lo merecías! ¿Tanto te cuesta entenderlo? ¿Es tan difícil para ti?.- dije, sin esperar que él dijera una sola palabra.- Debes entender que no todo va a salir como se te dé la maldita gana. Por favor.- no tenía pensado decir lo último, pero en estas instancias ya me daba igual, tenía que calmarlo de cualquier manera.
Para mi sorpresa, desenfundó su arma con una rapidez con la que nunca antes lo había visto hacerlo, dejándome bastante atrás en el momento en que yo le apunté con una flecha.
Podía ver claramente el temblar incesante de su cuerpo, acompañado por las brillantes gotas de sudor que bajaban danzantes por su rostro. El gorro de sheriff lo hacía parecer un vaquero del antiguo oeste, en una de esas peleas de a dos que se hacían en medio de una calle de tierra con todo el pueblo expectante.
-Tranquilízate o no dudaré en dispararte.- dije calmadamente. Me importaba bastante mi odio hacia él, pero créanme que me importaba mucho más mi vida. Volví a echar un vistazo fugaz, pero el condenado de mi tío aún no aparecía. Esta era una de las situaciones en las que solo él sabría lidiar.
-Yo tampoco, ___.- el que él dijera mi nombre era un tanto irritante y un tanto bonito. Sólo que en este momento era un 98% por ciento irritante y un 2% bonito. Mi respiración agitada, controlada únicamente por mis inquietos nervios, obligaba a subir y bajar mi pecho de una manera algo exagerada, pero creo que era por la presión del momento. Digo, no todos los días te encontrabas en medio de un duelo del viejo oeste con tu ex novio en medio de un apocalipsis bastante caótico. Debo decir que yo era bastante agraciada en el arte de pensar en cualquier idiotez en momento de vida o muerte.
-Baja el arma Carl. Por favor.- dije nuevamente de una forma tranquila. Como esperaba, él no hizo nada más que ignorar mi absurda petición. Maldita sea. No sabía qué hacer. Disparo o no. Quito mi amenaza sobre él o no lo hago. Era cuestión de sentimientos y de miedos. De un momento a otro, ya había tomado mi decisión. Me costaba demasiado llevarla a cabo, pero esto se trataba de vida o muerte. Parecía estar tan sumido en esta situación que no se había dado cuenta. Miré bien. Mi corazón dio un vuelco. Tardé unos segundos. Disparé. La flecha dio en el blanco. Carl se volteó lentamente hacia atrás. La flecha ni siquiera le había rozado a él, a pesar de haber acertado a mi objetivo.
En el piso yacía muerto el cuerpo de la que alguna vez fue Nina.
El caminante venía por detrás de Carl, con la intención de darse un banquete con él. Le enterré la flecha como pude. Me dolía demasiado la cabeza. Ella era mi amiga. Mi amiga. Muerta.
Carl, al verla en el piso, cayó de rodillas, igual de destrozado que yo.
Y como si el cielo estuviera de acuerdo con nosotros, comenzó a llover. Todo comenzó a girar. Caí al piso. No recuerdo más.
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Y we, tenía que matarla xc en fin, feliz y próspero año nuevo queridas criaturitas :3 nos vemos :D
