-¡Corran!.- alcancé a gritar en medio de la desesperación. Ni siquiera me tomé la molestia de mirar atrás, sabía perfectamente que docenas de caminantes se encontraban persiguiéndonos en estos momentos, con ganas de darnos un buen mordisco que acabaría con nuestras vidas en cuestión de minutos.
Me abrí paso entre los cuerpos tirados, la sangre resbaladiza y toda aquella escena digna de una historia de terror escrita por Stephen King. Me pregunto qué habrá sido de él luego de que todo el mundo se fue a la reverenda mierda…pero este no es el momento. Era difícil esquivar todos los obstáculos que nos cerraban el camino, ya sea cuerpos inertes o muebles del lugar. Aún sí no me costó demasiado salir al exterior. Lo que en verdad me costó, y no solo a mí, sino a todo el grupo desesperado por alejarse, fue trepar por la barricada que antes había protegido al establecimiento. Los escombros no eran lo suficientemente firmes, por lo que todos resbalábamos, tropezábamos, caímos y volvíamos a levantarnos para retomar esta carrera por la vida.
Pero nos alcanzaron.
Las personas que estaban debajo, aún tratando difícilmente de trepar los escombros, desaparecieron entre la muchedumbre de caminantes. Sólo me tomó unos segundos reaccionar y seguir con la escalada. Pude ver a mi tío ya en la cima, ayudando a Carl a llegar a su lugar. Una vez que ellos terminaron, Daryl se acercó rápidamente a mí para ayudarme a pasar al otro lado. Gracias a dios, cuando llegué a la cima, pude ver cómo el grupo que se había quedado esperando corría hacia el resguardo de los demás edificios. Destiny estaría a salvo, al menos de esta bardada de caminantes. Ayudamos a unas pocas personas más a subir, ya que no quedaban muchas de ellas, en entre ellas se encontraba Jeff, con una cara que expresaba miedo absoluto. Comenzamos el descenso a toda prisa, ignorando a nuestros perseguidores que nos pisaban los talones. Una vez toqué el suelo liso y firme, corrí con todas mis fuerzas, alcanzada rápidamente por Carl. El grupo que se había quedado ya había desaparecido en la distancia.
Corrimos durante diez minutos, doblando esquinas, haciendo ruidos, distrayendo a los caminantes, hasta que al fin logramos confundirlos y perderlos del camino. Habíamos perdido unas siete personas, todas inocentes, todas quienes merecían vivir, todas a causa de los muertos vivos, la peor muerte que pueda haber. Lo peor es que ni siquiera sirvieron para distraerlos un rato, es como si las hubieran matado y dejado para después, así en ese momento podían seguirnos a los que logramos escapar. Siento que esos hijos de puta cada vez son más listos.
Nos “alojamos” en un pequeño edificio que parecía ser estable, refugiándonos en el último piso de éste. Pusimos trampas por si algún caminante lograba escucharnos, así lograríamos detectarlo antes de que llamara a todos sus amiguitos.
Me encontraba sentada en el frío suelo, leyendo una revista vieja sobre la moda del momento, mi arco a mi carcaj descansando a mi lado. De verdad hubiera preferido que un caminante me diseñara la ropa a vestir esas…cosas que llevaban las modelos en las pasarelas. ¿En verdad había gente que usaba esa clase de vestimenta sólo porque estaba de moda? Algo de personalidad, por favor.
De la nada el miedo me invadió al pensar en una cosa. Destiny. ¿Cómo estaría ella? ¿Dónde estaría en este momento? Por favor, ruego a todos los dioses que ella se encuentre bien. Necesito saber cómo está, por el bien de ambas. No sé qué haría y algo le pasara.
Observé a Jeff, quien se encontraba descansado en una silla con ruedas. Podía ver la desilusión eminente en su par de ojos azules. Respiraba lentamente, como si estuviese intentando de asimilar todo lo ocurrido recientemente.
-Hey.- Carl se sentó a mi lado, llamando mi atención.-
-Hey…- dije, en un tono bajo pero firme a la vez. No me encontraba bien. Estaba deseando con todas mis fuerzas tener a Destiny en mis brazos, ambas leyendo su libro sobre arcoíris. Necesitaba oír su risa, ver sus ojos, acariciar su melena dorada.
-Dentro de un rato saldremos a buscarlos, tranquila.- comentó Carl suavemente, como si hubiera leído mis pensamientos. Pasó su mano por mi cabello, acariciándome de una manera tierna. Continuó.- ellos deben estar bien, piensa en eso.- no es que sus palabras me hubieran tranquilizado por completo, pero creo que ya me encuentro mejor.
-Lo sé…es sólo que…necesito verla.- él pasó su mano alrededor de mi cuerpo y me abrazó a él. Con su mano libre levantó mi mentón, haciendo que lo mirara directamente a los ojos.
-Te entiendo. Sé cómo se siente el temor de que algo les haya pasado, entiendo cuán preocupada te encuentras. Significa que ella te importa mucho, y creo que ella debe estar preocupada por ti de igual manera. Así que libera tu mente, porque ellos están bien.- sonreí levemente.
-Gracias, Carl. Por ayudarme.- le dije, abrazándolo yo a él esta vez.
-Siempre estaré aquí para ti ____, no importa cuán dura sea la situación, porque eres la razón de que siga vivo, de que siga afrontando todo lo que respecta tener vida en este cruel mundo. Te amo, ____.- sonreí para mí misma, abrazándolo más fuerte entre mis brazos. Mi respiración se agitó, y no me tomé el esfuerzo de regularla. Esta feliz de que aquellas palabras hubieran salido de su boca, estaba feliz de que esas palabras se dirigieran a mí. Estaba a punto de responder cuando los oí. No eran caminantes. No eran gritos desesperados de personas desesperadas. No era ningún animal, edificio cayéndose y nada parecido.
Eran disparos. Firmes y claros.
Me paré de un salto, imaginando a Destiny involucrada con aquellos sonidos de pesadilla, con las lágrimas a punto de salir de mis ojos. Todos se pusieron alertas al igual que yo. Tomé mi arco y mi carcaj poniendo a cada uno en su lugar, y marché rápidamente hacia la salida. Nadie me dijo nada, nadie reprochó, porque todos sabían perfectamente lo que podían implicar aquellos disparos.
Caminamos a paso rápido por las calles, guiados por los ecos que retumbaban en la ciudad. Todo era muy confuso, pero eso no me detuvo en ningún momento. Tal vez no se tratara de nuestro grupo, tal vez Destiny no se encontraba a allí, tal vez sólo eran unos bandidos siendo perseguidos por los caminantes que dejamos atrás, pero todo era posible. Yo soy alguien muy paranoica, y es muy difícil hacerme pensar lo contrario.
Cuando los disparos cesaron, dando por sentado que aquella infernal lucha había terminado, comencé a correr, ahora gobernada por la desesperación. No me preocupé en ser silenciosa. No me preocupé en mantenerme escondida entre las sombras. No me preocupé en ser vista por algunos caminantes solitarios. Me preocupé por mi hija.
Un último disparo se escuchó, dándome la dirección de origen exacta. A la vuelta de la esquina, del lado derecho, se hallaba el final de una pelea. Me calmé un poco y, luego de que todos estuvimos preparados y listos para esperar cualquier cosa, doblamos la esquina.
Fue como si todo mi mundo se viniera abajo en tan solo una milésima de segundo.
La vi. En el suelo. Con un balazo en el brazo izquierdo. Y lo peor de todo.
La herida ya comenzaba a infectarse.
:(
1: pobre Ty, no merecía morir. Puto Noah, todo es tu culpa!
2: :( Destiny :'(
3: Feliz día del amor y la amistad, y siento arruinárselos con esto XD ya me conocen, y we, es lo que hay. En fin, saludos! Mak.
