Tercera Parte: Los Sujetos

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CAPÍTULO 16: FEDERICO

Todo parece muy raro en realidad más raro de lo que uno pueda creer que es. Me dan una carta que no era para mí, me vienen a buscar a casa, la asistente me lleva al matadero para luego decirme que ella fue hace un tiempo atrás la sobreviviente de equis proyecto, y luego creo suponer que simplemente me utilizó porque estaba harta de vivir pero mirando el lado positivo sé ó creo saber a qué me enfrento, bueno, no en realidad, pero tengo una noción y se lo debo a Heather. También sé que sí bien quiso salir de esto de alguna forma me dio la oportunidad de huir, solo que no la supe aprovechar; aún así tengo una ventaja a lo que me enfrente, estoy un paso por delante.

Por otro lado temo por Martina ya que ella está muy expuesta y yo me encuentro siendo rehén de alguien muy retorcido que me tiene asegurado con unas gruesas esposas de metal a una camilla y no tengo movilidad alguna. Sé que podré sobrevivir, llevar a Martina a un lugar seguro y además no puedo permitir rendirme ya que cualquier error mío me aleja de encontrarla con vida sí me baso en lo que le pasó a Heather, la pobre quedó sola en éste mundo creo que es un motivo válido por el cual desear la muerte, de hecho yo me suicidaría. ¿Pero por qué no lo hizo?, ¿será que ella les pertenecía por todo lo que me contó?. Me niego a creerlo, sí te quieres suicidar lo haces, tal vez no le daba el coraje ó esperaba el momento oportuno ó tal vez quería morir por una causa. Esto último es lo que tiene más sentido ya que me pasó su misión a mí. No hay mejor forma de dar la vida que por una noble causa, la cuestión es que yo no soy ella no sé que deba hacer y además tengo una familia a la cual proteger.

Apareció la imagen de un hombre rubio, de piel muy blanca, con ojos claros, muy atlético y éste se presentó- Federico, soy Horstain. Un placer-. Sabía quién era sin necesidad de su presentación.

A tono de broma le comenté- Veo que no preciso presentarme sabes muy bien quién soy y me gustaría estrechar las manos pero como ves es imposible. Yo atado y tú en una pantalla-. Veo la sombra de una sonrisa.

Exasperado comentó- Dejemos el humor de lado, sé que diste problemas en el aeropuerto y ni hablar que una de mis asistentes...- Se detuvo a pensar y comentó sutilmente- ...tuvo que ser quitada del juego-. Al decir eso solo aclaró que los ruidos de los disparos que escuché en el avión fue lo que sospeché. Su muerte, la muerte de Heather.

Despreocupado comenté- Lo sé, oí los disparos-. Me miró esperando que dijera algo más.

Él comentó de forma suspicaz- Sí te comentó algo deberías decirlo por su bien- Ahí vi como me mostraban unas imágenes en vivo y directo de Martina durmiendo, la estaban espiando y me estaba amenazando. Sí no decía lo que sabía la matarían y luego a mí. De todas formas sí decía lo que sabía también me matarían y que garantía tendría que ella no tendría el mismo fin. Él continúo diciendo- Sí te dijo algo solo dilo-. Me miró esperando que saciara su deseo de averiguar información.

Así que lo hice, manipulé la verdad. No podía dejar que supiera todo lo que Heather me dijo así que le comenté- Me comentó que quería morir y que yo no debería estar ahí, por mi hijo y mi futura esposa. Que tenía que escapar, que ella me daría esa oportunidad así que cuando tuve la oportunidad lo hice, bueno, lo intenté-. Me miraba analizándome y yo no bajé la mirada para sonar creíble y ni siquiera titubeé al hablar.

Muy serio comentó- Supongamos que me dijiste la verdad y yo te creo. Tú puedes suponer que tu familia estará bien y que tú me crees. Sí rompes una sola regla pero tan solo una...- Suspiró y comentó- ... no tendrás el honor de decir "si acepto", ella tampoco y tú hijo no verá la luz ¿quedó claro?-. Estaba paralizado, era otra amenaza directa y sin rodeos. Sí no hacía lo que quería nos mataba.

No sabía que tendría que hacer así que respondí- Quedó claro-. Él sonrió y supe que quedó más que satisfecho con mi respuesta.

La comunicación se terminó. Yo no me había dado cuenta y me habían liberado de la camilla así que me puse de pié y al voltear una puerta se había abierto. Un gran viento entró a ese cubo en el que me tenían encerrado, vi como las luces se encendieron y se apagaron cuando ingresó el fuerte viento. Por un momento toda esa luminosidad que desprendía esa habitación se había apagado era como que había una baja tensión como a veces sucede en Montevideo así que lentamente me dirigí al exterior, había un fuerte viento que movía mi remera blanca hacia todos lados.

Al salir me sorprendí y liberé un pensamiento en voz alta- Jamás creí que sería tan grande-. Respiré profundamente, sentí un aire muy frío que me provocó un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, desde la punta de los dedos de los pies hasta el cabello más pequeño en mi cabeza.

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