CAPÍTULO 3: JAY
— Noventa y siete...Noventa y ocho...Noventa y nueve...Cien—. Me levanto del suelo de mi habitación bastante jadeante y con demasiado calor ya que terminé mi secuencia de abdominales.
Me asomo a la ventana, veo que ha parado de llover, es uno de los inviernos más crudo que hubo aquí en Sidney en estos últimos tiempos. Yo me encuentro en mi casa poniéndome en forma, mejor dicho cuidando mi forma ya que han cerrado los centros educativos por las continuas tormentas que hubo.
Me dirijo a mi baño mientras deslizo mi mano lentamente por la frente para quitarme la transpiración, miro mi celular y veo que está encendido, un mensaje de él, de Nicholas ó Nick como yo le digo.
Nick 14:03: Vienes a casa a jugar con la Xbox, para matar la tarde.
Rápidamente se me ilumina la cara, una sonrisa se me escapa, siento una tremenda alegría. Él cree que somos amigos, pero desde hace ya un tiempo he descubierto que soy bisexual y que de hecho me enamoré o siento atracción física por él.
Rápidamente respondo:
Yo 14:07: Si, terminé de hacer deporte, me doy una ducha y voy.
Inmediatamente responde:
Nick 14:07: :) te espero.
Muy feliz entro al baño de mi habitación me quito toda la ropa, comienzo a ducharme para quitarme la resaca del ejercicio, el mal olor que el mismo haya podido generar y sobre todo el cansancio.
Al salir de la ducha tomo mi máquina de afeitar, la deslizo sobre mi rostro lentamente para cortar la barba un poco, no toda, me gusta como mi barba rubia recubre el contorno de mi cara.
Me envuelvo de la pelvis para abajo con la toalla, salgo del baño, y veo que tengo un mensaje.
Nick 14:09: A que jugamos???
Sonriendo y muy entusiasmado tengo la necesidad de contestarle «Juega conmigo», pero no quedaría bien.
Entonces respondo:
Yo 14:38: Lo que desees.
Trato de ser formal aunque desearía que captara segundas intenciones, mientras observo el celular hasta que llega su mensaje.
Nick 14:38: Ok!
Me pongo una remera de licra azul de manga larga, para que vea que tengo mi cuerpo trabajado con la intención de generarle algo, una campera de cuero negra y un jean negro con unas botas "DC" blancas. Nuevamente me dirijo al baño, tomo un peine y rápidamente pongo mi cabello rubio hacia un costado un poco elevado para que tome volumen y forma.
Salgo de mi habitación que es la última a la izquierda del segundo piso de mi casa, en el segundo piso se encuentran las habitaciones de mis padres la última a la derecha y la del medio es la de las gemelas Andy y Kate de 5 años. Comienzo a caminar en dirección a la escalera y mis pasos resuenan en el piso de madera. Bajo la escalera de madera con pasos ágiles pero mis pasos parecen el doble de fuertes, me dirijo a la puerta principal, tomo mi casco lo engancho en mi brazo además no olvido tomar las llaves de mi moto que cuelgan de la pared.
Una voz dulce me interrumpe con un familiar aroma a jengibre— ¿Sales?—. Inmediatamente se que es mi madre que está cocinando las mejores galletas de jengibre y trae ese aroma delicioso con ella. Me trae recuerdos de la infancia, como si viajará a otra dimensión.
Respondo mientras veo un sobre en su mano derecha— Si, voy a lo Nicholas—Ella pierde su sonrisa.
Ella me da el sobre y me dice desilusionada— Creí que verías a una chica, te llegó esto—. Yo pierdo la sonrisa, si supiera que voy a lo de Nick porque me gusta.
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MIEDO
Science-FictionSus peores miedos serán revelados, usados en su contra, los pondrán a pruebas constantemente y sobre todo: ¿podrán quebrar su voluntad?, es lo único que puede ayudarlos a sobrevivir... Si rompen su voluntad, si llevan sus temores al máximo... ¿Cuál...