CAPÍTULO 13: JESS
Una voz gruesa me despierta de mi profundo sueño con un comentario bastante inoportuno— Hola hermosa Jess, ¿Cómo despertó mi bella durmiente?—. No entendía si se burlaba o lo decía enserio.
Cuando intenté ponerme de pie algo me detuvo, levanté mi cabeza como pude y noté las amarraduras de metal que rodeaban mis manos y pies y me dejaban completamente inmóvil.
— ¿Qué...— Me detuve por un instante ya que en vez de hablar en mi idioma hablaba en español. Era como que pensaba las palabras en inglés en mi cabeza y cuando las decía estaban en español— ¿Por qué hablo en Español?— pregunté molesta. Él, él chico rubio de ojos tan claros y hermosos, de cabellera rubia peinada hacia atrás, de tez blanca y dentadura perfecta me miraba de forma seria y aterradora pero no le demostraría miedo. De hecho no le temo.
Contestó directamente— Digamos que combinamos la ciencia y la tecnología. Les inyectamos un líquido que se aloja en el área del lenguaje en su cerebro y éste actúa como traductor, lo que piensan, el líquido con trasmisores lo proceso, lo modifica y lo dicen en castellano. Éste líquido es controlado con la tecnología, por eso es una fusión de ciencia y tecnología, además de que el mismo contiene pequeños trasmisores casi imperceptibles—. Seguía mirándome detenidamente como si me analizara.
Respondí con tono soberbio al descubrir que hablaba en plural— Así que hay más, veo que hablas en plural lo que me permite suponer que refiriéndote a "Les inyectamos" somos más los que caímos en toda la mentira... Claro ahora lo entiendo, quieres que hablemos en un idioma para que nos comuniquemos. ¿Seremos tu atracción?, ¿acaso tu diversión?, no me mientas dime que planeas!—. Lo miraba desafiante y él hizo su mirada a un lado.
Sonrió y me elogió— Tienes valor, eres muy valiosa para esto, veamos sí cumples mis expectativa. Mis planes son solo míos, si no fueran míos todos los sabrían. Creí que eras más inteligente hermosa—. Me lanzó una guiñada y vi la sombra de una oscura sonrisa.
El solo hecho que me tratara como hermosa me enfurecía— No soy tu hermosa, y nunca lo seré—. Le comenté con asco.
Él riendo comentó— No estás en condiciones de decir cómo te debo tratar porque puedo entrar en esa habitación y hacerte mía, así que demuestra más respeto por quien te respeta—. No podía creer su hipocresía.
Me reí muy irónicamente y le pregunté con sarcasmo— ¿Hablas de respeto?, ¿acaso conoces su definición?, respeto no es algo que incluya en su definición tener a alguien amarrado a una camilla y amenazarlo con abusar de su cuerpo—. Sentí que se había enojado. La pantalla desapareció y la pared se tornó blanca como el resto del lugar, supe que nuestra conversación había terminado.
Sabía que me observaban así que le grité— ¡Tú rubio!!!, creí que eras más inteligente pero veo que no pudiste aguantar una conversación. ¿Estás seguro que puedes con lo que traes entre manos?, siempre hay una primera vez para que un tren descarrile—. Noté que terminé amenazándolo y eso me jugaría en contra.
La pregunta era ¿dónde estoy?, cuando mi familia y amigos vean que no vuelvo estarán muy angustiados, no tendría que haber aceptado pero tal vez sí no lo hacía me llevarían a la fuerza porque si fueron a mi casa a buscarme y si esa demente de Edith intentó darme una descarga eléctrica y me golpeó, pretendían traerme sí o sí. Tenía que haber disparado el arma contra la ventana del avión, sí lo hubiera hecho seguro ya tendrían a otra chica ocupando mi lugar, otro ocuparía el de Edith, tendrían nuevos seguridad y seguramente tengan otras avionetas. No hubiese cambiado nada.
Me sorprendía la blancura de la habitación era inmaculada al igual que la ropa. Mi pelo estaba recogido en un moño perfecto alguien debió de hacerlo y cambiarme de ropa. Espero no haya sido ese señor rubio.
Los metales que me tenían prisionera de la camilla se deslizaron y se ocultaron en la misma. Me puse de pié y nuevamente se proyectó el hombre, pensé que jamás lo haría o tal vez recién le comunicaron mi amenaza y me demuestra que no le teme a una joven de mi edad que solo tiene un carácter muy duro y sabe cómo jugar con las palabras.
Mirándome seriamente comentó— Ten cuidado que ese tren que se pueda descarrilar no te atrape entre sus propios fierros y se descarrile contigo dentro. No me gustan las amenazas Jess, procura hablar menos y hacer más sí quieres sobrevivir—. Quiere que actúe, tomé mi zapatilla blanca que venía con todo lo otro que era de color blanco, la remera, el pantalón, la ropa interior y la bandita elástica que sujetaba mi pelo, así que sin más lancé la zapatilla muy fuerte estrellándose contra la pantalla lo que la hizo añicos. Caían pequeños trocitos brillantes de cristal, detrás de la pantalla había un muro de concreto gris, me acerqué a tocarlo y era sólido, lo que descartaba la idea de que había alguien del otro lado.
En la pared izquierda de esa sala que tenía forma de cubo comencé a observar con mayor precisión que nuevamente comenzó a proyectarse el rubio mientras me colocaba la zapatilla.
Estaba riéndose y comentó— Muy bien señorita Jess, ahora es tan peligrosa como una ardilla que lanza las bellotas huecas, creo que seguiré el ejemplo de la ardilla, arrojaré lo que no sirve—. Desapareció de la pantalla y pensé que me quería eliminar pero sí hay más personas aquí tal vez no fue una amenaza directamente hacia mí.
La pared opuesta al muro de concreto comenzó a abrirse lentamente y dejaba a la vista una especie de tienda que tenía frente a esa sala en la que me tenían cautiva pero cuando se abrió por completo caminé al exterior y si, era una tienda pero no sé por qué no me sorprendía lo que veía. Tal vez porque el hombre dejó en claro que algo tramaba solo que no entendía el lugar. Para ser precisa, no entendía el por qué del lugar.
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MIEDO
Fiksi IlmiahSus peores miedos serán revelados, usados en su contra, los pondrán a pruebas constantemente y sobre todo: ¿podrán quebrar su voluntad?, es lo único que puede ayudarlos a sobrevivir... Si rompen su voluntad, si llevan sus temores al máximo... ¿Cuál...