_8_

34 1 0
                                    

RÁPIDOS Y FURIOSOS


Luego de hablar un rato con los chicos quedamos en ir a cenar esta noche como una despedida y celebración al mismo tiempo.

Volvimos al departamento y juntas con un poco de música empezamos a limpiarlo, hace semanas no lo hacíamos. Después nos duchamos y nos vestimos para la cena.

Lian nos paso a buscar ya que ella cenará con nosotros para que los chicos la conozcan.

Sonreí divertida al ver sus pies. Mi amiga es muy bajita por lo que ya estoy acostumbrada a verla con lo que parecen zancos en vez de zapatos.

—Enana —me burle en cuanto subí al auto.

—No te burles, sabes que soy un duende —las tres reímos.

—Solo no te vayas a quebrar el tobillo.

—Esa época ya la pase, ahora soy toda una profesional.

Estuvimos todo el viaje bromeando entre nosotras hasta que llegamos a la casa de los chicos.

—Es un lugar grande —habló mi hermana.

—Bueno, viven los cuatro juntos —contestó Lian.

Nos acercamos a la puerta para después tocar, a los segundos nos abrió Erwin. Sin pensarlo mucho lo abracé por la cintura, en este tiempo se convirtió en mi segundo mejor amigo.

—Sabes que se vieron en la mañana ¿no? —habló Pia cuando vio que después de segundos seguíamos abrazados.

—No importa —contestamos al mismo tiempo.

Empezamos a caminar un poco extraño por estar abrazados, Lian y Pia nos siguieron hasta llegar al comedor conde estaban Zuko, Abraham y Connor.

—¡Ishan! ¡Any y Erwin otra vez están como garrapatas! —grito Pia apenas entramos y todos reímos.

—La voy a extrañar así que silencio.

—¿Y a mí?

—Noup —bromeó.

—¡Ishan, Erwin dijo que no me va a extrañar! —esta vez apareció Ishan viniendo de, supongo, la cocina.

—¿Por qué la molestas? —le hablo a Erwin —. No ves que es una bebé —señalo a Pia y ella asintió cruzándose de brazos. Cuando se juntaba con los chicos le gustaba bromear de esa forma con ellos. Aunque era obvio que mi hermana era de todo menos una bebé.

—Estaba bromeando —se separó de mí y fue a abrazarla —. Obviamente voy a extrañarte.

Bobos —dije en español y reí —. ¿Y Cal?

—En su habitación, creo que esta durmiendo. Ve a buscarlo que ya va a estar la cena, y tú —señalo a Erwin — deja de molestar, WinWin, y ven a ayudarme.

Subí las escaleras y fui a su habitación, entre sin tocar y él estaba boca abajo con la cara enterrada en las almohadas, era muy tierno.

—Cal —empecé a llamarlo y luego me tire sobre su espalda.

—Ya, tengo sueño —se quejó sin abrir los ojos.

—¿No vas a cenar? —le pregunte y como estaba acostada sobre su espalda me moví un poco para intentar verle la cara pero con las almohadas solo le veía un ojo el cual estaba cerrado.

—No —se acomodo conmigo arriba para volver a dormir.

—¡Barker! tienes que comer, levántate —le pique la mejilla con mi dedo.

| Canciones Para Ella |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora