Jennie Kim está atrapada en un matrimonio sin amor con Lalisa Manoban, heredera de una de las mayores fortunas de toda Tailandia.
La familia Kim es muy humilde, apenas y consiguen llegar a fin de mes. Jennie ayuda en todo lo que puede en una casa c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
P.O.V LISA
Me sentía culpable sin saber muy bien por qué. Bueno... en realidad sí sabia por qué, porque estaba utilizando a Jennie para darle celos a Rosé.
Había decidido llevar a Jennie a una primera cita al club de campo del cual yo soy socia, y que visitaba todo mi círculo social, lo que significa que también es el círculo social de Rosé.
—¿Has jugado alguna vez al golf? —le pregunto con intención de tranquilizarla un poco.
Era obvio que se sentía nerviosa, ella no estaba acostumbrada a este tipo de eventos y mucho menos a esta clase de personas que podían llegar a ser depredadores. Estaba tremendamente atractiva con su conjunto para jugar al golf que le compré esta mañana. A quien voy a engañar, Jennie está atractiva con cualquier cosa que se ponga.
—Em... no, ese es un juego de ricos. Yo soy más de jugar a los bolos.
—Entonces, tendrás que aprender. Tranquila, te enseñaré, soy muy buena en ello.
—¿Lisa?
Me vuelvo para encontrarme con Taehyung y Jungkook de la mano, ambos elegantemente vestidos como siempre.
—Hola chicos.
—¿Que tal estás? Hacía como un siglo que no te veíamos por aquí. —pregunta Tae.
—Estoy bien, gracias. Chicos, dejadme que os presente a Jennie Kim. Jennie él es Taehyung y él es su esposo Jungkook.
—Hola, encantada. —los saluda con una pequeña voz.
Dios, realmente estaba aterrada.
—Hola Jennie, un placer. —la saluda Jungkook mientras Tae me mira con una ceja levantada interrogante. Yo niego con la cabeza en su dirección para que deje de mirarme así.
—Ella es mi prometida.
Todos inhalan asombrados, incluso Jennie. Lo cierto es que sonaba un poco raro, y más teniendo en cuenta que no nos conocíamos aún, pero era la verdad.
—¿Cómo que tú prometida? ¿Por qué no nos habías contado nada? ¡Oh Dios mío! ¿Por eso has estado desaparecida todo este tiempo? Y nosotros preocupados pensando en lo tristes que estaría por lo de Ro...
—Está bien Jungkook te he entendido, y no, no he estado desaparecida por eso, tengo una empresa que dirigir. Esa es la razón. Me sorprende que aún no sepáis de mi compromiso, creía que la secretaria de mi padre se había encargado de enviar las invitaciones para la boda y para la fiesta de compromiso de este sábado. —El rostro de Jennie palideció de golpe. Cierto, había olvidado comentarle sobre eso. —Si nos disculpáis chicos, vamos a seguir nuestro camino.
Arrastro a Jennie lejos de aquel par y enseguida se me lanza encima con sus preguntas.
—¿Fiesta de compromiso? ¿De qué hablas? No me habías dicho nada de eso.
—Sí, lo olvidé completamente lo siento.
—¿Lo sientes? ¿Cuando querías que me enterara el mismo día de la fiesta?
—Shh... la gente se va a creer que estamos discutiendo. —le digo bajando la voz y mirando a nuestro alrededor.
—Es que estamos discutiendo Lisa. ¿Cómo podrías olvidar algo tan importante?
—Dios esto se está empezando a parecer a un matrimonio de verdad más de lo que creía.... Lo siento, no volverá a ocurrir de verdad, te lo prometo. Vamos, déjame enseñarte a jugar al golf.
La guio hasta uno de los puestos de práctica para principiantes.
—¿Por qué nos está mirando todo el mundo? —me pregunta.
Miro a nuestro alrededor, y efectivamente todos nos miran.
—Puede que sea porque sólo los niños pequeños vienen a practicar aquí.
—¿Qué hay de los adultos? ¿Cómo aprenden ellos?
—Bueno ellos suelen aprender cuando son niños.
Jennie resopla.
—Por supuesto que sí. —la oigo murmurar. —¿Sabes qué? Mejor vámonos, no quiero ser el centro de atención, y mucho menos el hazme reír de nadie.
—Jennie, relájate ¿vale? Nadie se reirá de ti. Simplemente están curiosos por verme con alguien a quien no conocen eso es todo. Ven aquí, tienes que sujetar el palo de esta forma, ¿eres diestra o zurda?
—Diestra.
—Bien, gira el cuerpo, tienes que estar de lado, eso es, ahora balancea un poco el palo, vamos a practicar el movimiento antes de empezar a lanzar ¿de acuerdo?—Jennie asiente concentrada recordando mis instrucciones. Recojo uno de los palos para enseñarle cómo debe golpear. —Mírame a mí, y luego imita mis gestos.
Hago el movimiento, y luego espero para que ella me imite. La observo mientras lo hace todo mal y tengo que reprimir una sonrisa.
—Esto no funcionará. —dice bajando el palo de golf.
—¿Tan pronto te rindes? —pregunto mientras ella vuelve a mirar a nuestro alrededor. —Jennie, olvídate de ellos ¿vale? Déjame corregirte, este es apenas tu primer intento. —Ella asiente, yo me pongo justo detrás de ella, y todo su cuerpo se vuelve rígido, y ni siquiera se están tocando nuestros cuerpos. —Relájate. —me acerco un poco más a ella y pongo mis manos sobre las suyas, están frías. —Tienes las manos heladas.
—Sí. —la oigo tragar. —siempre están frías, incluso en verano algunas veces.
—Gira tus caderas un poco más. —muevo mis manos de las suyas hasta posarlas en sus caderas. —Justo así. —vuelvo a poner mis manos sobre las suyas y la guío para que haga el golpe perfecto. —Muy bien, ahora prueba tu sola.
Me alejo rápidamente de ella al ver a Jimin a la lejanía acercase a nosotras. Cuando nota que lo estoy mirando empieza a correr en nuestra dirección.
—¡Lisa! No sabes cuanto me alegro de verte. —pero él no me está mirando a mí, esta repasando a Jennie con la mirada de pies a cabeza. —¿Así que tú eres la famosa Jennie?
—¿Famosa? —Jennie me mira con ojitos de corderito gritando por ayuda.
—Sí, ella es Jennie Kim. Jennie, él es Park Jimin.
—Encantado cielo... Lisa, quería avisarte antes de que te llevaras la sorpresa.
Mierda. ¿Rosé está aquí? Trago nerviosamente. Tranquila Lisa, esto era lo que querías ¿no?
—¿Que ocurre?
—Bueno, no sabía si habías incluido a mi hermana y a Jisoo a tu fiesta de compromiso. Así que yo lo hice.
Mi corazón se aceleró.
—¿Qué?
—Escucha antes de que te enfades. Antes que nada ustedes dos fueron mejores amigas, y Jisoo es una gran persona si te das la oportunidad de conocerla quizás podríais llegar a ser amigas, después de todo tu también estás rehaciendo tu vida ¿no?
No sabía que decir. Ella lo sabía, Rosé sabía de mi compromiso, y aún así no me había llamado, ni siquiera un mensaje. ¿Significaba eso que estaba bien con que me casara? ¿O que tal vez le daba igual? ¿Estaría esperando a que yo le hablara?