EL PEQUEÑO DEL ALPHA

18

Ronroneo y lloriqueo al sentir como me acuesta en la cama, antes de hacer cualquier cosa, me transformo en lobo para moverme en toda la cama, dejando mi olor.

-¿Quieres mordida o cogida?-Su mano agarra mi cola y la jala para acariciar.

Sintiendo mi piel quemar, me transformó en humano, me pongo en cuatro mientras meneo mis caderas.

-Estas muy ansioso y eso me encanta cachorro, ya no tendré que contenerme-Cierro mis ojos con fuerza al sentir su larga lengua lamer mi espalda, ya en este punto, gruesas lágrimas de felicidad me inundan.

-Por favor...-Uno de sus dedos acaricia mi entrada, sin llegar a penetrar.

-Estas tan mojado y listo para mi, no te arrepientas de esto-Puedo escuchar como se quita su ropa, mi cuerpo se estremece cuando el suyo completamente frío toca el mío.

En mi vientre puedo sentir una dolorosa opresión, mi entrada arde por su toque, necesito alivio.

Me hago para atrás buscando su pene, pero sus fuertes manos agarrando mi cadera me lo impiden, esto hace que sienta desesperación.

-Eres completamente mío-Lloro cuando su punta entra en mi, no es necesario preparar, ya que mi cuerpo lo ha hecho por días, esperando la llegada de un macho.

-Arthit..-

-Tan caliente, tan rico y eso que no he entrado-Mi espalda se arquea cuando entra completamente.

-¡Aah...! ¡Más, más! Por favor.....-Mi vientre ha dejado de doler.

Saca su pene y lo vuelve a meter con fuerza, mi cuerpo se contrae por tan fuerte penetración.

-Mira como me succiona sin siquiera moverme, tan delicioso...Tu olor se ha vuelto extremadamente irresistible e increíble-Ahora sin detenerse comienza las imparables embestidas.

Mi cuerpo se pega completamente en la cama, mi culo se alza aún más.

-Tan descarado-Le da una fuerte palmada a mi culo, chillo de placer cuando rasguña mi espalda y su lengua recorre todo a su paso.

Respiro entrecortadamente y me estremezco cuando mi cuerpo llega a su limite.

-¿Tan rápido?-Me acuesto en la cama pero Arthit me levanta.

-Dame un momento...-Su pene sigue igual de duro.

-Aún no terminó, ni siquiera hemos empezado-Vuelve a embestir, la cama se mueve con fuerza, mi cuerpo poco a poco se vuelve a calentar, gracias al celo.

Abro más las piernas, ahora lo siento más profundo, si eso es posible.

El sonido de su piel chocar con fuerza contra la mía, es muy satisfactorio.

Una de sus manos levanta una de mis piernas.

-Tendrás a mis hijos...¿Los quieres?-

-Los quieros, dámelos...-Grito cuando un liquido frío y muy espeso me recorre.

-Si cachorro, mi semen es frío-De un rápido movimiento me da la vuelta, mis piernas quedan a cada lado de su cintura, de nuevo comienza con fuertes embestidas.

Sus dientes rozan mis pezones los cuales mete a su boca para succionar y morder, sonrío cuando deja grandes marcas.

Se acerca a mi rostro y besa mis labios, su lengua invade todo a su paso, además de jugar con la mía.

Sintiendo el aire faltarme me retiro, un gruñido me hace estremecer de placer, agarra mi rostro y me obliga a besarlo con intensidad.

Antes de alejarse muerde mi labio.

Ronroneo disfrutando de sus deliciosas embestidas, todo mi cuerpo está lleno de sudor pero el suyo sigue como nuevo.

Con una enorme sonrisa se acerca a mi cuello.

-Es hora cachorro-

-¡Aaaaah!-Unos largos colmillos se entierran en mi cuello, una felicidad me invade cuando me siento conectado con Arthit, mi cuerpo tiembla al igual que mis piernas.

-Ahhhh....-Hunde más sus colmillos, puedo escucharlo tragar mi sangre, las embestidas siguen pero ahora más lentas.

Gruño cuando sus manos se entierran demasiado fuerte en mis caderas, cada segundo que pasa, siento como me acerco más a la locura.

Por fin...

Saca sus colmillos y lame la marca, da una fuerte inhalación.

-Hueles a mi, eres completamente mío y todos lo sabrán-Abro más mis piernas, sintiendo aún más necesidad que antes.

-Quiero más....Fuerte-

-Cachorro ~Si utilizo con más fuerza, puedo lastimarte y no quiero eso....-

-Por favor, lo quiero....Ah....más-

-Tu lo pediste lobito-Aprieto sus hombros con mis uñas, sintiéndolo más fuerte y rápido, me siento capaz de tocar el cielo con mis dedos.

El aire apenas entra a mi cuerpo, mis ojos son fuentes de agua.

Mis ojos se van cerrando pero Arthit entierra sus dientes en mi brazo, otra oleada de placer.

-No te preocupes, dejaré que descanses unos minutos cuando terminemos, después de todo, tu celo dura días-Pasan los minutos y sigue bombeando dentro de mi, me siento ya cansado, pero necesito sentirlo por mucho tiempo, esto gracias al celo.

Un crujido me hace arquear, Arthit se ha detenido por completo, sus ojos miran mi vientre.

-Perdón....Te dije que tu cuerpo no aguantaría, trono tu pelvis, lo bueno es que mi veneno hará que te cures más rápido, además de no envejecer, juntos para la eternidad, ahora debes descansar-Saca su pene y mi entrada ya está pidiendolo de nuevo, puedo sentir una muy ligera incomodidad en mi pelvis, nada importante.

Se acuesta y me jala sin ningún esfuerzo arriba de su cuerpo, uno de sus brazos está encima de mi, mientras que el otro ha encendido un cigarro.

-A partir de ahora no sentirás dolor ni tristeza, conmigo todo será felicidad cachorro pulgoso-Sonriendo beso su pecho.

-Estoy de acuerdo-Frío, perfecto para mi acalorado cuerpo.

Cierro mis ojos y disfruto del vinculo que nos une.

-No duermas, aún nos falta mucho para terminar tu celo-