EL PEQUEÑO DEL ALPHA

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-¡¿Donde está mi hermano?!-Me despierto asustado pero al mismo tiempo emocionado.

Arthit me suelta de su agarre para dejarme observar, estamos en mi pequeña y humilde casa.

Poso mis ojos en la entrada y ahí está mi hermano con una gran sonrisa.

Me levanto de las piernas de Arthit y el aprovecha para acercarse y abrazarme.

-¡Pensé que habías muerto! Todos los días iba al límite esperando a que regresarás-Pone su rostro en mi cuello e inhala, esto hacen los hermanos cuando están mucho tiempo separados y se vuelven a juntar, es como una muestra de afecto o reconocimiento.

-Hueles a vampiro y cachorro ¡Felicidades!-Bajo el rostro, el siempre con su perfecto olfato, se podría decir que es el mejor rastreador.

-Gracias, te extrañé muchísimo, más que nada tus tonterías-Ambos reímos, se aleja un poco y enrolla un brazo en mi cuello, se pone delante de Arthit quien esta muy tenso.

-Te agradezco que cuidarás de mi hermanito-

-Por nada....-Apenas abrió los labios para responder, se de antemano que se esta volviendo loco por tener otro olor diferente al suyo, de reojo veo sus manos de color negro, se que esta haciendo todo lo posible por controlarse.

-¡Mi cachorro ya despertó!-Puedo sentir los brazos de Mamá alejarme de mi hermano, sus abrazos cuanto los extrañaba.

Las lágrimas ya pican mis ojos, lágrimas de felicidad, también extrañaba su aroma que tengo desde pequeño, siempre me tranquilizaba con tan solo estar cerca de ella.

Sonrio al sentir como Mamá besa mis mejillas y frente.

-Sabia que estabas vivo, el dolor de una madre al perder a su cachorro es agonizante, sin embargo yo jamás lo sentí contigo, lo sabía-Me da un gran abrazo pero me aleja un poco al sentir mi vientre, su rostro está confundido.

-Señora se lo que está pensando y su duda se la puedo quitar yo, su cachorro....Mi cachorro es mi pareja, y por obviedad también mi bebé-Mamá me mira con la boca abierta, mi hermano sonríe apoyado en el marco de la puerta.

-Eso no me importa, si tu estás bien y te sientes bien, yo estoy feliz con eso-

-Te extrañé mucho Mamá-Ahora yo le doy un beso en la mejilla.

-Lo sé cachorro-Ahora que lo pienso.

-¿Donde está Papá?-Su cara llena de felicidad ha pasado a una de tristeza.

-Tu padre casi no viene a casa, desde que te fuiste, se la pasa haciendo guardia, tu hermano dice que también está esperándote en el límite, le quisimos avisar que estabas aquí pero se negó pensando que nos burlábamos de él-Me alejó un poco de Mamá y miró a mi hermano.

-Dile a Papá que tiene 5 minutos para venir a casa antes de que vaya por el-Sonriendo se da la vuelta para salir de la sala.

-Señora, Kong necesita comer, se la ha pasado durmiendo durante todo el viaje-Arthit habla sin siquiera mirarnos, esta observando todas nuestras fotos en marcos.

-¡Prepárare mucha comida para mi nieto y mi cachorro! ¡Hoy la familia comerá unida después de mucho tiempo! ¡Ahora vuelvo!-Sale corriendo por la puerta.

-Que lindo eras de pequeño, aunque pensándolo bien, lo sigues siendo-Lo veo agarrar una foto en particular y guardarla en su saco.

-Deja eso Arthit, mi madre se dará cuenta, es perfeccionista en cuanto a sus cosas-Niega con una sonrisa mientras camina lentamente hacia mi.

-La necesito más yo, la mandaré hacer en grande-Alzo mis brazos y envuelvo su torso con fuerza, el se encarga de besar mi cabeza mientras sus manos acarician mi espalda.

-Gracias por evitar que no viniera, me siento muy feliz-Aún abrazándolo me hace caminar hacia atrás hasta arrinconarme en la pared.

Una de sus piernas está entre las mías, moviéndola y apretando contra mi entrada.

-Aquí no...-El que alguien entre y nos vean de esta embarazosa forma,me hace sentir miedo combinado con nervios.

-Solo unos minutos más...-Une sus labios en un posesivo y demandante beso que me hace sentir muy bien.

Sus manos me alzan en brazos, obligándome abrir las piernas para que el se acomode entre ellas.

-Lo haremos en la casa, pero no aquí-Con todas mis fuerzas deseo que me haga el amor pero no aquí, no sabiendo que en cualquier momento puede llegar mi familia.

-Antes me rogabas ¿Ahora no me quieres? ¿No soy suficiente para ti? ¿Te avergüenzo?-Sin perder tiempo llevo mis manos a su cuello para besarle, ya importándome poco quien venga.

Estoy por quitarle la camisa pero la puerta siendo azotada me asusta, Arthit solo ríe.

Me volteó y siento mi cuerpo paralizarse del miedo.

-Tay-