-Sabia que olerias muy bien-Me sobresaltó cuando escuchó su voz detrás de mi.
Su mano en mi cintura me hace sentir muy bien, cierro mis ojos disfrutando su tacto.
-¿Que hacia un pequeño omega en las afueras?-Abro mis ojos, ya puedo sentir una traici...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La primera vez que me sentí tan feliz fue cuando conocí a Arthit, el que me hayan dado una segunda oportunidad para ser feliz, lo agradeci mucho, ahora puedo decir con seguridad que el segundo momento más feliz es cuando tuve a mi cachorra en brazos.
Mis manos tocan su pequeño rostro, cada momento del día, sin creerme que ya la tengo en brazos.
Sus manos aferrándose a mi pecho mientras come es lo más tierno que he visto en mi vida, sus succiones son fuertes como si me obligara a recordar que la tengo en brazos y así lo hace.
Me levanto para hacer del baño y ella comienza a llorar, me acuesto para dormirla pero de nuevo apenas me levanto lo vuelve a hacer.
Arthit no nos deja ni un segundo solos, mirándonos con una gran sonrisa, ya sabemos que cuando la cachorra quiere ser cargada por él, se le queda mirando mientras gruñe bajito, sabiendo perfectamente que será escuchada.
-¿Kong cuando me darás de comer ami también?-Arthit me mira de manera picara, el calor sube a mis mejillas, así que bajo el rostro para ver a mi cachorra comiendo.
Tiene razón, hace ya mucho que no toma mi sangre y se que no lo hace ya que se ha vuelto de un color amarillo enfermizo, además de que su cabello se ve muy seco.
-Puedes hacerlo, no necesitas pedirpermiso-Hago de lado mi cabello, dejando a la vista su marca, sin perder tiempo se pone detrás de mi enterrando sus colmillos.
Soltando un pequeño gemido veo como mi cachorra suelta mi pecho, sus ojos se han cristalizado, además de que su pupila se hizo más grande.
-Art...Arthit-Saca sus colmillos para luego lamer lentamente.
-Parece que huele la sangre, debe dequerer-Arthit pone su uña en mi pecho y rasga un poco, haciendo que la sangre salga.
La cachorra no tarda en succionar mientras gruñe.
-Kong....No le hemos puesto unnombre-Un bajón me recorre al no ser capaz de recordar, como siempre le llamo cachorra.
-Dale tu el nombre-Poco a poco cierra sus preciosos ojos.
-Maprang, ese será sunombre-Asiento.
Arthit agarra mi rostro y me hace mirar para atrás, sus labios capturan los míos en un necesitado beso, sus escurridizas manos acarician mi ya plano vientre para después bajar a mi trasero.
-Tan hermoso y....-No termina de hablar ya que Maprang gruñe, haciendo que la habitación tiemble.
En cuestión de segundos alguien toca la puerta, ocasionando que abra sus ojos claramente enojada, también estoy por gruñir pero Arthit pone una mano en mi boca.
-No lo hagas, déjame ver que haceMaprang-De nuevo tocan, yo me trago las inmensas ganas de gruñir a quien quiera que se atreva a invadir mi espacio.
-No, espera....¿¡Que es eso!?-Grita Yihwa desde afuera, seguido de los gritos de Prae y Maia.
-¡Arthit detén eso!-Curioso veo algo negro salir del cuerpo de Maprang que pasa por debajo de la puerta.
-¡Vayámonos!-Arthit ríe en mi oído cuando las chicas se van gritando como locas.
-Eso mismo me paso con la zorra, es incontrolable, al menos parami-Maprang deja de gruñir y se acomoda para seguir comiendo.
Arthit agarra mi mano y la lleva a sus labios para besarla.
-Te amo mucho cachorro-Sintiendo las cálidas lágrimas de felicidad, me estiro para besar tiernamente sus labios, solo un roce, nada de lenguas ni saliva por todos lados.