Me muevo con incomodidad en la cama, sintiéndome sumamente apretado, asfixiado e inflamado.
Por las noches no puedo dormir, pero afortunadamente, tengo a alguien que me consiente.
Sintiéndome frustrado y enojado, aviento las cobijas al suelo, me siento mal, pero el hambre nunca se me quita.
Me levanto de la cama rápidamente pero esto ocasiona un pequeño mareo, sin tomarle importancia, abro la puerta de la habitación para después salir.
Arthit seguramente está con su padre o peleando con su supuesta madre.
Pongo la mano en mi vientre y aprieto un poco, el dolor punzante cada vez, se hace más recurrente, no le he dicho nada a Arthit, no quiero imaginar como se pondrá.
Camino por los pasillos vacíos yendo directamente al comedor, mi estómago gruñe como si no hubiera comido nunca, incluso a veces siento mi estómago revolverse hasta el punto de hacerme vomitar.
Cuando estoy por llegar al comedor veo como Arthit tiene arrinconada a una mujer, sus manos las tiene a cada lado de su cabeza, un intenso dolor en mi pecho se hace presente, aprieto con fuerza intentando aliviar el dolor.
Puedo sentir además del dolor, unos intensos celos de que alguien se acerque a mi macho, muy en el fondo quiero lanzarme y destrozarle el cuello.
Mis ojos a este punto ya están llenos de lágrimas, quiero matarla sí, pero soy demasiado sumiso para hacerlo, ahora lo único que quiero es llorar y gemir, por segunda vez me han utilizado.
Por el olor que tiene puedo decir que es una humana, una muy bonita y de olor agradable.
Arthit parece sentirme ya que da la vuelta, una de sus manos está en el cuello de la mujer, tiene una gran sonrisa coqueta en el rostro.
-¿Quieres ver como recolectó la sangre cachorro?-Suelto un pequeño y lastimero gemido, mientras agarró mi pecho.
El me mira con el ceño fruncido y entierra su mano en el cuello de la mujer, quién rápidamente cae al suelo alrededor de un gran charco de sangre.
En cuestión de segundos, está besando mis mejillas y labios.
-¿Te molesta?-Baja lentamente hasta mi cuello donde da grandes lamidas en mi marca, cierro mis ojos disfrutando.
-Perdón, pero me dan muchos celos que estés tan cerca de alguien-Abro mis ojos para mirar directo a los suyos.
-Eso se puede remediar fácilmente, últimamente me cuesta encontrar sangre que sea de mi agrado, desde que probé la tuya me hice adicto a ella, serás mi fuente de alimento-Ronroneo cuando entierra sus colmillos en mi cuello, su pierna se mete entre las mías, restregándose.
Puedo escucharlo gemir débilmente en mi cuello, mis manos se meten en su camisa para acariciar la fría piel de su abdomen.
Cierro los ojos cuando retira sus colmillos de mi cuello, da unas cuantas lamidas más para luego retirarse.
-Me haces tan feliz-Abro mis ojos cuando una de sus manos acaricia mi vientre, tiene una gigantesca sonrisa en su rostro.
-¿Que haces?-Deja de acariciar y lentamente me hace caminar para atrás hasta chocar con una pared.
Alza mi rostro y me hace abrir mi boca para el meter su larga lengua, su mano libre levanta una de mis piernas para ponerla alrededor de su cintura, sus caderas comienzan a moverse, simulando embestidas.
-Pero que romántico~Jamás me imaginé que mi hijo se comportaría de ésta manera, mi querido monstruo-Arthit se aleja con rapidez, con algo de brusquedad me pone detrás de él, protegiéndome.
-¿Que demonios haces aquí?-Mi cuerpo se estremece cuando escucho su furiosa voz, mis manos se aferran a su camisa.
-Queria ver a mi hijo ¿Acaso no puedo?-Un gran gruñido me hace gemir bajito.
Mis piernas tiemblan, está muy enojado y eso me hace sentir muy mal.
-Cariño...-Algo dentro de mi se retuerce por querer tranquilizarlo, mis temblorosas manos acarician su espalda.
-No deberías estar aquí, tienes prohibido hacerlo-Puedo ver como sus manos se han vuelto negras, sus uñas más largas.
Me asomó por su espalda, hay un hombre de cabellos rubios y ojos rojos, no tiene su brazo izquierdo, en su rostro tiene tres grandes grietas.
-¿De pareja un miserable perro?-Sus ojos miran los míos, Arthit se da cuenta de esto y me vuelve a cubrir.
-No lo llames así, por lo menos, el no es una jodida bruja que le abre las piernas a cualquiera, además de cargar una maldita zorra-
-No seas cruel conmigo, que por mi tienes todo esto-Otro gran gruñido.
-Yo te lo arrebate, ahora lárgate ¿O quieres que te arranque el otro brazo?-Su voz es burlona pero aún se escucha su enojo.
-Este estorbo se irá, pero no sin antes decir....¿Vas a compartirlos?-De un brusco movimiento Arthit se suelta de mi agarre, un gran sonido se escucha cuando lo tira cruelmente al suelo, su mano está en su cuello.
-Eres igual de estúpido que tu jodida hija, mueren si se atreven a tocarlo, son míos...-¿Míos? ¿De qué habla?.
-Huele muy bien....ahora entiendo porque Maia se descontrola tanto-Aprieta más su agarre, se puede escuchar como si se estuviera agrietando un cristal.
Me abrazo y me arrodilló en el suelo, sintiendo su enojo, sintiéndome vulnerable, al no tenerlo conmigo.
Cierro mis ojos cuando otro agudo dolor punzante crece en mi vientre, suelto un gran gemido de dolor.
-¿Cachorro?-Unas frías manos alzan mi rostro, su tacto alivia un poco el dolor.
Sus labios besan los míos y después mis párpados.
-Abre los ojos mi cachorro-Abro mis ojos al sentir su deliciosa lengua en mi cuello para después morder, el dolor ha desaparecido, ahora es puro placer.
-Tu....padre-Muerde más fuerte enviando descargas a mi vientre, sus manos ahora acarician y aprietan mi trasero, haciendo que mi entrada palpite de necesidad.
Saca sus colmillos y ahora solo da delicadas lamidas que me hacen lloriquear de placer.
-Muerto, ahora tengo todo el poder para mi, me abstenia de matarlo por sus zorras, pero ya no....-Me alza en brazos, mis piernas quedan a cada lado de su cintura, puedo sentir su creciente miembro, mis caderas en automático se mueven para despertarlo.
Mi rostro se restriega en su pecho, gruñendo bajo ya que tiene diferente olor al mío, mis manos se mueven por su pecho, mi lengua da una pequeña lamida a su cuello.
Sus graves y bajos gruñidos me hacen temblar.
-Tengo hambre...-Toda la excitación se acaba cuando mi estómago vuelve a gruñir.
Arthit da un innecesario suspiro ya que no respira.
-Bien cachorro-Me regala una enorme sonrisa, da una rápida caricia a mi vientre para después llevarme al comedor.
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EL PEQUEÑO DEL ALPHA
Fanfic-Sabia que olerias muy bien-Me sobresaltó cuando escuchó su voz detrás de mi. Su mano en mi cintura me hace sentir muy bien, cierro mis ojos disfrutando su tacto. -¿Que hacia un pequeño omega en las afueras?-Abro mis ojos, ya puedo sentir una traici...