30

13.1K 1.1K 27
                                    

-Esta muy raro, su comportamiento tan sinvergüenza y mandón me tiene intrigado-Cruzo mis piernas y bebo de la copa llena de sangre que pertenece a Kong

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Esta muy raro, su comportamiento tan sinvergüenza y mandón me tiene intrigado-Cruzo mis piernas y bebo de la copa llena de sangre que pertenece a Kong.

-Se nota que no conoces a los lobos-Suelto una pequeña risa sin una pizca de humor.

-Soy un vampiro ¿Crees que antes me importaban los lobos? En absoluto, para mi son la clase más baja que hay, unos simples perros-El recordar como llegó Kong con el asqueroso olor a sexo y perro mojado me hace querer vomitar, si tan solo pudiera, pero dentro de esa asquerosa capa de olor, había un aroma tan delicioso que me fascinó.

-Parece que el destino siempre tiene muchas sorpresas para nosotros, yo jamás imaginé teniendo un vampiro de pareja, eso me hace querer morir para volver a revivir-

-Mi querida Yihwa siempre tan dulce-Sonrie con esos dientes perfectamente bien alineados y blancos como perlas.

-¿Su lívido ha subido?-Paso mi mano por mi cabello mientras suspiro innecesariamente.

-Desde que llegué solo quiere que lo tenga postrado en la cama, tengo temor de que tanto sexo lastime al bebé-Yihwa niega mientras toma su copa llena de vino.

-Deberías estar feliz por eso, aunque déjame decirte que de ninguna manera le harás daño, al contrario, eso es bueno para el, así no está estresado mucho menos de mal humor-Sonrío, sintiéndome sumamente excitado ahora.

-Me has quitado un gran peso de encima-Lamo mis labios imaginando a Kong tan sumiso como siempre, tan entregado que me hace querer comerlo hasta los huesos.

-¡Deja de sonreír de esa escalofriante manera! Haces que mi piel se ponga chinita-Ambos reímos pero nos detenemos cuando una pequeña figura de cabellos largos entra a la habitación, adoro como se ve su vientre con mi hijo creciendo dentro de el, hace que mi orgullo y posesividad por el suba a mil.

Kong sin decir una palabra me agarra de mi brazo y tira de mi para levantarme.

-¿Que necesitas cachorro?-Jala de mi, queriendo saber que quiere me dejo llevar sin ninguna protesta.

-¡Adiós!-Grita Yihwa desde adentro, puedo escuchar su pequeña risita de complicidad.

-Odio que tengas tantos amigos-Estoy por decir algo pero mejor no y espero, sintiendo ya mi necesidad de el.

Nos lleva a la habitación y me sorprendo al ver una pequeña casa hecha con toda mi ropa y cobijas, es solo un poco más grande que la primera, pero para mi sigue siendo pequeña.

-Entra-Su voz es seria, dándome a entender lo celoso que está.

Queriendo jugar un rato me suelto de su débil agarre, Kong frunce el ceño claramente frustrado.

-¿Porque debería?-Baja su rostro sonrojado.

-Es nuestro nido, nadie puede entrar, cuando tenga al cachorro cuidarás de él mientras estoy fuera....Eres mío, no dejaré que nadie te tenga, nadie te alejará....de....de mi lado....Como lo hicieron con Tay....-Lo ultimo apenas fue un susurro pero lo escuché claramente.

Sintiendo tristeza pero celos por la mención del perro, lo alzo en brazos y como puedo nos adentramos a su pequeño nido.

El inmediatamente se aferra a mi cuerpo, puedo sentir sus cálidas lágrimas atraves de mi camisa.

-Nadie lo hará, te amo demasiado como para dejarte ir, ¿Quieres que nadie entre a la mansión?-Asiente con su rostro aún enterrado en mi cuerpo.

-Bien, nadie entrará, solo Yihwa ya que se encargará del vampirito para cuando nazca-

-Gra....Gracias-

-Por favor, nunca menciones el nombre de ese....Lobo-Aprieto mi cuerpo contra el suyo, una de mis manos quita su cabello para dejar descubierta mi marca.

Saco mi lengua y doy pequeñas lamidas sintiéndolo temblar bajo mi cuerpo, mi mano entra a su pantalón, específicamente a su mojada entrada.

Acaricio lentamente sintiendo como se hincha, puedo apostar que esta de un hermoso color rosado.

-Art...Arthit Te...Te amo-Alza su rostro para mirarme completamente sonrojado y con sus ojos cristalinos.

-Yo también cachorro, yo también-

EL PEQUEÑO DEL ALPHA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora