EL PEQUEÑO DEL ALPHA

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-¡Arthit tienes que venir!-Emocionado veo como Maprang se ha convertido en un pequeño lobo de color negro muy hermoso.

-¡¿Que pasa?!-Arthit entra a la habitación con un rostro furioso, el cual se quita por uno lleno de ternura, se agacha y carga a mi cachorra quien suelta un ronroneo.

-Art...Arthit ella no debería haberse convertido hasta la mayoría de edad-Estoy emocionado pero al mismo tiempo muy asustado.

-Tranquilo cachorro es normal que se desarrolle rápidamente, demasiado rápido diría yo, pero nada malo pasa-Ahora completamente emocionado, me transformo en lobo, de inmediato mi cachorra chilla para que la baje, Arthit así lo hace.

Su pequeño cuerpo se restriega contra el mío, ronroneo y con mi lengua limpio su cabeza.

-Blanco y negro, hermosos-Con mi nariz busco el increíble olor que emana de ella.

Es Alpha..

Chillo feliz mientras me levanto y corro por la habitación, emocionado de que no esté condenada a servirle a nadie.

-Cachorro ella va a....-Me detengo cuando la escucho chillar enojada de que la haya dejado sola, de nuevo me regreso para lamerla, ella cierra sus hermosos ojos.

Siento como los brazos de Arthit nos levanta para subirnos a la cama, mi juguetona cachorra se mueve de un lado a otro queriendo que la persiga, la cama es gigantesca, bien podemos correr sin caer.

La persigo y muerdo de mentirita, ella chilla feliz, ahora nos acostamos jugando.

-Bellisimo....-Cuando Maprang escucha la voz de Arthit, se levanta y corre hasta el para lamerle la mejilla.

Tiene la apariencia de una niña de nueve meses y eso que apenas tiene un mes de nacida, es pequeña pero ya habla y entiende.

-¿Porque crece tan rápido? A este ritmo se verá más grande que yo en poco tiempo-Carga a Maprang y besa su peluda cabeza, haciendo que se retuerza.

-Cuando tenga ocho meses dejará de crecer anormalmente para crecer normalmente, nada de que preocuparse-Arthit sigue siendo muy posesivo con nosotros, tanto así que no me deja salir de la habitación ni para ir al comedor, la comida me la trae.

No me gusta salir de la habitación y menos ahora que tengo a mi cachorra, pero ya es tiempo de que conozca afuera.

Me transformo en humano y agarró ropa, unos pantalones negros junto con una camisa de color blanca con figuras, mis tenis y listo.

Me aclaro la garganta.

-Arthit yo creo que ya es tiempo de salir, quiero que Maprang conozca afuera-Sigue jugando con ella pero la diferencia es que me mira.

-Esta bien, vamos-Sonriendo me tiende a mi cachorra y nos abre la puerta, apenas estoy por salir fuera de la habitación, mi cachorra se mueve mientras gruñe.

-Maprang....-Se suelta de mis brazos y corre a la cama metiéndose debajo de las cobijas, volteo a ver a Arthit, tiene una burlona sonrisa, de nuevo cierra la puerta.

-Parece que alguien no quiere salir-Arthit pone sus manos en mis caderas para bajar lentamente a mi trasero y apretarlo, sus labios callan el gemido que salió de mi boca.

Con sus labios besando posesivamente los míos, me empotra en la pared y alza mis piernas para el ponerse entre ellas, meciéndose.

-Te extraño amor mío, deseo tenerte......tanto....tanto....-Puedo sentir su piel caliente, algo sumamente raro ya que su piel es naturalmente fría, algo que me encanta.

-Arthit....Ah-Un fuerte y embriagador olor sale de el, haciéndome gemir.

-Amor te recomiendo que no salgas de la habitación, Yihwa te traerá la comida-Esta por bajarme pero envuelvo mis piernas en su cintura más fuerte, mi lengua recorre su caliente piel.

-Te amo cachorro-Inhala profundamente en mi cuello.

Ejerciendo más fuerza, me baja de su cuerpo para dejarme en la cama, su olor se está volviendo adictivo para mi.

Su cuerpo tiembla mientras tiene una mano fuertemente apretada en su entrepierna.

-¿Arthit que pasa?-Quiero tocarlo pero se aleja.

-Amor mío, los vampiros que encontramos a nuestra pareja entramos en un extraño calor que hace posible la reproducción a un 100%, todos entramos al mismo tiempo cada 3 años, solamente podremos tener hijos con nuestra verdadera pareja, si no te tuviera seria un día común y corriente.....-Me sobresaltó cuando la puerta se abre bruscamente, Yihwa entra por ella.

-¡Arthit, Prae y Maia tienen sexo en la cocina!-Su rostro palidece cuando ve a Arthit.

-Yihwa, cuida de el-Se da la vuelta pero mi gemido lastimero lo detiene, mi cachorra también ha salido de entre las cobijas para comenzar a olerme, pero eso si, no deja de mirar a Yihwa.

-¿Porque.....te vas?-

-Kong, los vampiros en sí, no pueden reproducirse, tu caso fue uno de entre miles, un milagro, por eso tienen unos días cada 3 años para tener descendencia, es incontrolable, por eso.... Prae y Maia....mmmm ya sabes, algunos nada más quieren a sus hijos para después matar a su pareja-Sin entender cargo a Maprang, ella inmediatamente lame mis mejillas.

-Si es tu calor ¿Porque me dejas?-Lo veo agarrarse del marco de la puerta apretándolo hasta romperlo.

-Es muy pronto para que tengas otro cachorro, no quiero obligarte a cargar otro por mi culpa-Vuelvo a chillar pero no me hace caso, solo cierra los ojos y aprieta más fuerte su entrepierna.

-Pero yo.....-Desaparece.

-Bueno yo me voy, cualquier cosa estaré en la habitación de al lado-También se va de la habitación.

Creo que Arthit se olvidó de algo, nosotros los omegas amamos a los cachorros, entre más tengamos, más felices somos por naturaleza, los sabemos cuidar y amar infinitamente.

Veo a mi cachorra bajar de mis brazos para transformarse, dejando a la vista su negro cabello hasta los hombros, piel pálida y esos preciosos ojos.

-Mami....-Sus ojitos están llenos de lágrimas.

-No pasa nada amor-Sonriendo cargo a mi desnuda cachorra para acomodarla en mi pecho, ella de inmediato se acomoda para recibir su comida.

Desnudo mi pecho y ella se lanza a comer mientras acaricia mi pecho.

-Buscaré a tu padre y seguramente pronto tendrás un hermanito-La veo reír aún con mi pecho en su boca.