Capítulo 2: La vida me odia

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La primera vez que hablamos, lo sentí de inmediato,

Sentí que había algo especial

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—Tienes muy mala suerte, mi amigo.

Mike dijo mientras le palmeaba la espalda.

—¿Por qué no pides un cambio de habitación?, siendo tú, dudo que te lo nieguen.

Dijo Boss antes de sorber su bebida.

—No puedo pedir un cambio, es posible que todo esto sea porque él o su padre así lo quisieron y no puedo arriesgarme a que se rompa el compromiso por mi culpa.

Bright estaba demasiado molesto al grado que a cada respiro que daba, por su nariz salía humo y sus ojos estaban de color azul. Había tenido que salir de la habitación justo en el momento en que Metawin tocó su hombro, no podía tolerar siquiera pensar en él porque de inmediato recordaba los ojos llenos de lágrimas de Pam justo en el momento en que le dijo que tendría que casarse con otra persona que no era ella. Para empeorar todo, por alguna extraña razón del destino ahora Metawin y él compartían habitación.

—Tranquilízate, no puedes dejar que él te moleste tanto, recuerda que dentro de poco llegará Pam y dudo que ella disfrute verte quemando toda la escuela.

Mike le dijo con su típico tono amable y su sonrisa de tonto, Boss por su lado le imitó.

—Es verdad, recuerda que ella es toda una dama y odia la violencia.

Bright sólo se les quedó viendo a sus amigos antes de rodar sus ojos, los cuales fueron cambiando poco a poco de color hasta dejar el color negro de siempre.

—Mira, si tanto te molesta, al menos tienes la oportunidad de molestar al chico o bien puedes ignorarlo, quizá así se arrepienta y hable con su padre para que rompan el compromiso.

Boss le dijo al ver que aún tenía una expresión seria.

—No es mala idea...

Si Metawin rompía el compromiso, sus padres no podían obligarlo a casarse con él, claro que aún seguirían teniendo problemas con el reino Elemental, pero después de diez años en paz silenciosa, Bright dudaba que el otro reino atacase al suyo así que con los ánimos renovados, decidió disfrutar el tiempo que tenía con sus amigos antes de que tuviese que volver a su habitación para la cena obligatoria.

—Es una pena que no te quedes en el dormitorio Draconis, estoy seguro de que todos tus lame botas te extrañaran.

Comentó Mike para cambiar de tema y Bright volvió a rodar los ojos exasperado, en su reino todos sabían que era el único príncipe y tenía a millones de personas queriendo acercarse a él para usarlo en contra de sus padres u obtener algún beneficio de ellos.

—Bueno, al menos algo bueno sacas de estar en el dormitorio Phoenix.

—Supongo...

Como ya no quería seguir hablando de los dormitorios, se mantuvo callado hasta que sus amigos comenzaron una plática sin sentido sobre los últimos días que pasaron en Dragonite y luego lo incluyeron para hablar sobre viejas anécdotas sobre sus aventuras en el castillo, eso le sirvió para distraerse el tiempo suficiente como para olvidar su mal humor, sin embargo, dieron las cinco de la tarde y los tres tuvieron que volver a los dormitorios.

Con paso desganado caminó hacia el suyo, tomó un respiro antes de abrir la puerta de su habitación y cuando la abrió no esperaba encontrar a otra persona a parte de Metawin dentro. Optando por seguir su plan, simplemente los ignoró y siguió con su trabajo abandonado, quería terminar de acomodar sus cosas antes de que la hora de la cena llegase por lo que le fue fácil ignorar al otro sujeto en el cuarto al tener su atención en guardar su ropa, acomodar ciertas libretas y libros en el pequeño escritorio, acomodar su guitarra en su tripie justo al pie de la cama y acomodar sus sábanas sobre la misma, cuando acabó todavía le quedaba tiempo así que siguiendo la idea de ignorar al otro prefirió tomar un libro para matar el tiempo que faltaba para la cena. De esta manera el tiempo transcurrió relativamente rápido para él, sin tener que poner mayor esfuerzo en ignorar a Metawin hasta que éste le habló y le avisó de la cena.

You & I, Perfect MatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora