"Si nunca nos hubiéramos hablado aquel día,
Yo no estaría sintiendo esto"
Close – Scrubb
Win Metawin seguía convencido de que la vida lo detestaba, de hecho, más que detestarlo, él estaba completamente seguro de que la vida lo aborrecía y tenía ganas de tirarse por la ventana de su habitación.
Todo comenzó esa mañana, era lunes por lo que no quería levantarse de su cama, además hacía un frío infernal y no quería morir de hipotermia en la ducha, no gracias. Sin embargo, Win olvidaba un pequeño, pero gran detalle: su compañero de habitación podía obligarlo a ir a clase si así lo deseaba. Con una amenaza de tirarle de nuevo un vaso de agua helada en la cara lo hizo levantarse y caminar hasta la ducha con un ojo más cerrado que el otro. Ya adentro, rezó a todos los dioses antes de abrir la llave y darse un baño lo más rápido que pudo.
Después de haber sido obligado a levantarse, Win tuvo que salir de la habitación con mínimo dos suéteres aparte de aquel que era de la escuela. No contento con eso, Bright también lo hizo caminar hasta la cafetería y sentarse cerca de la puerta porque para su mala suerte, por primera vez en toda su estancia en el internado, todas las mesas que solía ocupar con sus amigos y Bright estaban ocupadas. Para colmo de todo, le toco estar cerca de la puerta porque Pluem, Khaotung, JJ, Mike y Boss ya se encontraban sentados en las demás sillas. Lo único bueno que sacó fue que sus amigos fueron por su desayuno mientras él dejaba caer su cara en la mesa y comenzaba a hacer pucheros como si se tratase de un niño de 3 años.
Luego de su desgracia mañanera, él pensó que sería lo único por lo que tendría que pasar, pero no fue así. A su horrible mañana le siguieron clases doblemente horribles donde los maestros dijeron que, por la época y que al acercarse el baile de bienvenida, ellos tendrían un descanso de una semana por lo que les dejarían trabajos extra para que hicieran en sus pequeñas vacaciones.
Eso no le molestaría si las vacaciones fueran más largas, pero ¿en una semana?, ¿en verdad los profesores les dejarían trabajos para un descanso de una semana? Y lo peor de su día ni siquiera estaba cerca de llegar, oh, no, claro que no. Si fuera así, al menos hubiera podido pensar que la vida no lo odiaba tanto; no obstante, como en este punto ya está resignado, sólo acepto que la vida lo aborrecía y eso se debe a lo que sucedió en su práctica con Bright, la cual fue interrumpida por Fluke.
El chico bajito se acercó a su mesa en la hora de la comida para llamarlo a una junta de improvisto a las 4 p.m.
Bien, la junta se supone que duraría media hora y antes de llegar a ella debía llevar su obra terminada para que pudieran ponerla en un cuadro para exponerla. Lo bueno del asunto era que a Bright también lo citaron así que decidieron dejar la práctica para más tarde, al menos algo bueno de todo su horroroso día.
La próxima desgracia, (o lo que él consideraba como una desgracia), fue que en la junta se les reveló que la exposición de fin de año de sus obras no era nada más ni nada menos que un concurso, en el cual, el ganador sería la persona que abriría oficialmente el baile de bienvenida de las personas de su generación. Al oír eso, Win casi se pone a llorar, él no disfruta abrir los bailes, de hecho, tiene un trauma con ello.
Todo se remonta a sus tiernos cinco años, o al menos el día en que él cumplió cinco. Al ser príncipe de Renati, sus padres hicieron un baile en su honor y, como era su baile, él tenía que abrirlo acompañado de una dulce niña de su edad. En un principio, todo iba bien, sus pies iban bien al ritmo de la canción infantil que la orquesta tocaba, pero, entonces, la tragedia se dio. Sus piernas se enredaron entre ellas y cayó, llevándose consigo a la pobre niña que lloró tan alto y desconsolado que aún hoy en día puede escuchar sus sollozos.
ESTÁS LEYENDO
You & I, Perfect Match
Fiksi PenggemarTodos sabemos que la historia siempre tiende a repetirse, aún si la gente cree que no porque suceden cosas distintas siempre, los patrones permanecen. Dos reyes deciden pactar un acuerdo por motivos totalmente distintos, lo triste es que sus hijos...