Capitulo 1

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Daniela se removió incomoda en su cama al sentir los rayos de sol impactándose directo sobre su cara, trato de darle la espalda a su enorme ventana, poner una almohada sobre su rostro y hasta esconderse debajo de sus sabanas pero fue en vano, tenía el sueño tan ligero que el simple brillo que sentía detrás de sus párpados la obligo a salir de la cama tan temprano un sábado cuando era de los pocos días en los que podía descansar.

Se sentó en su cama y vio todas sus sabanas revueltas contrastando a la impecable y bien organizada habitación que tenía, a regañadientes camino hacia su baño reprochándose por no haber puesto las cortinas la noche anterior.

Los sábados normalmente tenía las mañanas libres y en las noches siempre tenía uno que otro compromiso, cenas con socios o fiestas de gala en las que muchas veces se aburría pero estaba en la obligación de asistir por educación.

Su padre había muerto varios años antes y ella había heredado el banco que su padre junto su a abuelo habían
fundado con sacrificios y esfuerzos,
habían comenzado como un pequeño
banco local de ahorros para los que
vivían a sus alrededores sin embargo
fue creciendo poco a poco y ella se
vio en la obligación de tomar las
riendas del lugar, desde que Germán
Calle y el gran amor de su vida
la habían abandonado, no tenía más
escapatoria que su trabajo, había
pasado horas encerradas en su
oficina planeando como hacer crecer
el banco, había pasado otras mas
resolviendo conflictos internos en el
y tratando de extenderlo y después
de mucho había conseguido lograr
cada una de sus metas, no solo era
la dueña y presidenta de uno de los
bancos más rentables de Miami,
también había sido nombrada como
una de las empresarias jóvenes más
exitosas del momento, para ella todo
marchaba a la perfección en su vida
laboral sin embargo muchas veces
sentía que le faltaba algo, eso que hace mucho tiempo lo había tenido y por malas desiciones que había tomado se había ido.
 
Cuando salió de ducharse se colocó unos shorts de correr y una simple camiseta, había decidido quedarse todo el día en casa mirando películas mientras comía lo que encontrara en sus anaqueles o ordenaría algo si su hambre era mayor, la verdad no era gran fan de la cocina, de lunes a viernes almorzaba en la oficina y los fines de semana comía algo rápido que encontrara en su refrigeradora o en los anaqueles los que Ericka, la señora que iba dos veces a la semana a encargarse de la casa, abasteciera con comida.

Cuando llego decidió desayunar unos cereales con leche mientras veía un documental de círculos en los cultivos en Discovery Channel sintió como el teléfono de su casa sonaba y de mala gana fue a contestarlo sin tener más opción.

Llamada telefónica.

-Señorita Calle siento molestar pero un hombre la esta buscando- dijo el portero apenas contesto

-¿Quién es?-preguntó desconcertada tratando de recordar si había hecho una cita ese día pero por mas que intentaba mas se daba cuenta de que no era así

-Dice que se llama Johan Vera  y necesita hablar con usted de un tema legal-respondió su portero

-Esta bien déjalo pasar-

-Esta bien señorita Calle, tenga un buen día-

-Tu también Tom-

Daniela corrió a la habitación y se colocó algo más prudente para la ocasión, no sabia de quien se trataba pero si iba a buscarla un sábado a su casa era razón suficiente para saber que era importante, bajo las escaleras al segundo piso de su planta tan rápido como pudo cuando sintió que tocaban a su puerta y miro por el pequeño orificio para ver si recordaba a la otra persona de algún lugar sin embargo no tuvo éxito, para ella aquel hombre era un completo extraño y no tenía idea de cual era la intención por la que estaba ahí.

La llegada de AntoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora