Capitulo 10

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Daniela se despertó sintiendo un fuerte dolor en su cuello y su brazo, la manera en la que se había quedado dormida no había sido la mejor y ahora sufría las consecuencias. Con algo de dificultad se puso de pie enderezando su cuello escuchando un leve crujido que provenía de sus propios huesos, llevo su mano derecha al lugar y comenzó a dar un pequeño masaje para ayudar al dolor. 

Antonia seguía en la cama durmiendo tranquilamente, su respiración pausada haciendo subir y bajar su pecho, el teléfono de la ojimarron comenzó a sonar en su habitación así que camino rápidamente hasta el.

- Hola - contesto bajito aún con voz ronca

- Buenos días mi amor - saludo su madre al otro lado de la línea - ¿Cómo sigues?

La castaña soltó un suspiro antes de hablar - Bien mamá, Antonia...Anto sigue enojada - Calle comenzó a caminar por su habitación mientras hablaba por teléfono

- Sabes que no es fácil para ella - le dijo delicadamente - necesitan hablar, necesitas explicarle las cosas para que ella comprenda, ella simplemente es muy pequeña para asimilar una noticia así

- Lo sé - dijo abatida la castaña sin cesar la caminata por la habitación - pero no sé cómo hacerlo, ella simplemente se rehúsa a hablar conmigo, todo lo que hace es ignorame

- Tal ves la psicóloga las ayude, te llamaba para eso, hoy programe una cita a las doce, ya se que me dijiste que en el programa del Foster Care  le asignaban una pero esta es muy buena por favor vayan hoy - casi suplico la mujer angustiada por la situación que estaban pasando su nieta y su hija

- No te preocupes, lo haré -

- Cuando vuelvas por favor intenta avisarme como les fue -

- Está bien mamá, prometo que lo haré - Calle sonrió ante la actitud de su mamá - hablamos después

- Está bien hija, ya te mando por mensaje la dirección de la psicóloga y su número, cuídate y cuida de la pequeña Antonia

Daniela estaba haciendo el desayuno cuando Antonia apareció en la cocina restregando sus ojos con sus puños y su cabello revuelto, la pequeña se sentó en silencio en una de las sillas de la cocina y la ojimarron pudo escuchar como su pequeña barriguita rugía por el hambre.
Cuando le pregunto si quería desayunar la pequeña simplemente asintió sin mirarla y espero paciente por su plato, Antonia estaba feliz por tener sus tostadas con mermelada de uva que tanto le gustaban y por primera vez en días Calle la vio sonreir haciendo que en el rostro de Daniela también apareciera una sonrisa.

- Tenemos que salir en un momento
¿Podrías tomar un baño y alistarte? -

- No quiero salir - dijo la pequeña sin levantar la vista de su plato

- Pues vamos a hacerlo igual así que por favor alístate - la castaña escucho a su hija suspirar sonoramente y asentir sin pelear

Ambas se alistaron, salieron del apartamento caminando al ascensor y al auto en silencio, Antonia se colocó sola sus cinturones de seguridad cuando noto que Daniela ni trato de ayudarla está vez, eso hizo que la pequeña se pusiera aún más enojada pero no con Calle si no con el hecho que dejaba de importarle.

Cuando llegaron a la oficina de la psicóloga infantil, Antonia se sentó en una pequeña mesa lejos del sofá dónde se sentó Calle y comenzó a jugar con unas piezas de Legos que encontró. Pasaron varios minutos antes de que la secretaria de la psicóloga las llamará para que siguieran adelante.

- Señora Calle, la doctora Katerine está esperándola - hablo la joven mujer desde detrás de su escritorio regalándole una amable sonrisa

- Muchas gracias - respondió - vamos Antonia

La llegada de AntoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora