La llegada de Antonia

Capitulo 18

- ¡Antonia llegaste!- grito emocionada Alex cuando vio bajar a Antonia de la camioneta de Calle que había comprado para ir a acampar, por mucho que estuviera de acuerdo con aquella salida no iba a exponer a sus autos a una gran cantidad de lodo y humedad así que optó por un vehículo más apropiado.

- ¡Alex!- grito sin pena la pequeña castaña - mamá compro una casa de campaña enorme - dijo abriendo los brazos tratando de mostrar la dimensión de esta

- Ven, te voy a enseñar la mía- dijo la ojiverde tomando de la mano a Antonia

- Aguarda un momento ahí - la llamo Daniela - antes debes saludar a todos - ordenó a su hija - y luego bajar a Ramón de la camioneta

- Lo siento - se disculpo y saludo a todos con un - Buenas tardes - en general - vamos Alex, ayúdame a bajar a Ramón y sus cosas

- Vamos - grito emocionada la ojiverde y ambas pequeñas corrieron a la camioneta

- Hola Calle - se acercó Alba a saludar a la castaña - que bueno que pudiste venir

- Si, Antonia estaba muy emocionada por venir, no me pude negar - dijo riendo - ¿Dónde está Aida?

- Fue al baño - respondió - ahora ven, voy a presentarte a unas amigas - solo caminaron un par de pasos para quedar frente a una castaña clara y una morena de pelo negro, ambas muy hermosas - Calle, estas son Bárbara y su esposa Micaela - las presento - son amigas nuestras desde el instituto

- Mucho gusto - dijo educadamente la del pelo negro, Bárbara - veo que es una de tu clan - se dirijo con burla a Alba

- No comiences Bar - reprendió su esposa - yo soy Micaela pero puedes decirme Mica - dijo un poco infantil causando una risita en Daniela

- Bien, armemos tu carpa que tenemos un montón de actividades para hoy - dijo Alba eufórica

- Ya se le pegó lo de Aida - se lamentaba Barbara

- Bar - regaño Mica

- Va a ser muy interesante mi estadía aquí - dijo por lo bajo y con una sonrisa en su rostro

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- ¡Que no! - grito Bárbara frustrada - ese palo no va ahí - dijo aún más frustrada tratando de armar la carpa de Calle - ¡Alba! Agarra a tu esposa antes de que la tire al río

- Yo solo quería ayudar - dijo Aida tierna a su esposa - pensé que ese palo iba ahí

- ¡Bárbara! Basta o me veré en la necesidad que duermas hoy en el auto- amenazó su esposa, Micaela

- Bien, bien, me calmo - dijo algo ofuscada - ¿Pero aquí la gomela millonaria no podía comprar una carpa menos difícil? - Daniela río, ya habían entrado en suficiente confianza

- Te dije que leyeras las instrucciones - devolvía Aida - aaaa pero la gran Barbara López puede hacer todo

- Cállate enana o ... -

- ¡Se callan todas! - grito Alba - terminemos esto rápido que iremos a la piscina y luego prepararemos el carbón para asar el almuerzo y no quiero oír quejas - Bárbara se quejo por lo bajo - que no quiero réplicas dije

Después de veinte minutos más, un par de quejas y muchas carcajadas cuando Bárbara se calló hacia atrás manchando se todo el pantalón de lodo, al fin terminaron de armar la carpa de Calle, todas se colocaron el traje de baño y se subieron a su auto para subir a la piscina, si estaban en medio de un bosque acampando sin embargo la residencia era privada, por ello tenía los caminos de tierra trazados para que pudieran movilizarse por la zona, a diez minutos de ahí tenían la piscina de la zona de acampar, que solo se podía usar para la familia o las personas que hayan alquilado el lugar.