Capitulo 28

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La peli azul cerro rápidamente los ojos cuando noto que la respiración de la castaña estaba perdiendo ese compas tan calmado que tenía, fingió dormir aunque sabía que estaba mal, llevaba despierta al rededor de media hora entre los brazos de Calle quien la abrazaba firmemente por la espalda, no quiso moverse ni un solo centímetro para no despertarla y se diera cuenta cuanto disfrutaba aquello pero no fue necesario porque la castaña se empezó a remover en la cama.

Luego de varios segúndos Daniela despertó algo desorientada y sin saber dónde se encontraba hasta que reconoció a la persona que tenía en sus brazos, Poché, que para ella dormía tranquilamente y sin ninguna preocupación, la castaña dejo un dulce beso en la frente de la peli azul y la contempló por varios segundos antes de levantarse de la cama, debía arreglar varias cosas en la oficina antes de irse y no podía perder tiempo por más que odiará dejar así a su hija y al que todavía era el amor de su vida.

- Poché - susurro levemente moviendo la con suavidad - Poché despierta

La peli azul fingió removerse y bostezar para luego voltearse de frente a Daniela.

- Tengo que ir al trabajo ¿Está bien? - dijo mirándola con dulzura

- Ok - dijo sin saber muy bien como ocultar sus ganas de besarla - nos vemos luego - Daniela le mostró una enorme sonrisa y asintió

- Te veo en el aeropuerto, lleva solo lo necesario - dijo recuperando su postura pero sin perder la sonrisa - yo me encargo del resto

- Bien, adiós -

- Adiós Poché y cuando despierte Antonia dile que la amo -

La castaña sin perder más tiempo se dirigió a su apartamento para estar lista y poner en marcha la oficina, con la desaparición de Antonia y el viaje a pocas horas el trabajo acumulado empezaba a ser mucho y debía tratar en lo posible acabar la mayoría.

Daniela sonrió al ver todos los stickers de Frozen pegados en la puerta principal de su edificio, contrastaban al imponente y lujoso edificio que irradiaba pero era obra de su hija pero estarían ahí hasta que el tiempo los desgastará y no quede huella de ellos.

- Dani pude conseguir un boleto en clase de negocios para Poché pero no me permiten que lleves a Antonia en ella - hablo Ana apenada apenas la castaña salió de su elevador - lamentablemente están restringidos los niños en esa área, ya hablé con distintas aerolíneas que llevan el mismo horario, lo siento no pude hacer nada - Ana se disculpo y agachó la mirada sintiéndose culpable por aquello pero Daniela sabía que no era su culpa y poco o nada que podía contradecir a las aerolíneas además no iba a rogar porque aceptarán a su hija en aquellos asientos

- Bien - dijo tranquila dirigiéndose a su oficina - cambia todos los boletos a cualquier clase, me da igual solo procura que estemos juntas las tres

- Entendido - asintió frenéticamente tomando el teléfono - lo tengo cubierto

- Gracias - respondió antes de perderse detrás de su puerta y comenzar a dejar todo organizado antes de su partida

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- Tía Vale - grito la pequeña Antonia corriendo hacia la morena que estaba detrás de la puerta

- Hola mi amor - dijo tomándola en brazos - no sabes cuánto te extrañe y lo triste que estaba cuando supe que no estabas

- Fui a buscar a mamá Calle - se justifico mirando al suelo

- Eso no es una razón - dijo sería - siempre debes salir con alguien mayor

- No te enojes tía - dijo dandole un beso en la mejilla - prometo ser buena - la morena no pudo evitar una sonrisa y quedar encantada con su sobrina

La llegada de AntoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora