Decima segunda parte

1.6K 223 123
                                    

Akutagawa y Atsushi llevaban a Nyoko por el tren que los llevaría directo al campo de flores, al llegar había una tienda de regalos. El mafioso compro un sombrero para la niña y otro para el albino. Nyoko se divertía entre las flores, claro que las fotos no se hicieron esperar – Gracias por esto Akutagawa

― No... No es nada – menciono y miro a Nyoko – gracias por dejarme verla

― Bueno... Tampoco fue tu culpa...

― Si, gracias por entenderlo

― Aun así me cuesta verte con ella

― Lo sé, pero gracias

Atsushi sonrió – gracias a ti

― ¿Por qué?

― Por esté lindo sombrero – respondió el albino tomando el sombrero y poniéndoselo al azabache – vamos a comer

― Cla-Claro...

En la comida, Atsushi limpiaba a la niña como siempre, tenían vista al campo de flores. Fue cuando el teléfono de Atsushi sonó – mamá ¿es el abuelo Inoue? – pregunto la niña. Atsushi limpio sus dedos

― Si, ¿quieres hablarle?

― Si, si, sii

La niña contesto el teléfono, se veía alegre – aman a Nyoko ¿verdad?

― Sí, no sé qué hubiera sido de mi sin ellos

― ¿quieres contarme como terminaste viviendo en la cafetería?

― Bueno... Eso es hospitalidad de Inoue-san, incluso él y Kyo tienen una casa fuera de la cafetería

― ¿entonces?

― Bueno... Estaba trabajando en la cafetería cuando me dieron la noticia que donde vivía se había incendiado... todo se había perdido ese día

― Oh... y

― Yo me había quedado sin nada de nuevo... - menciono el albino – solo tenía el uniforme de ese día y un vientre de 5 meses – suspiro el albino – Inoue-san me dijo que podía quedarme en su casa, pero le rechace entonces me ofreció la terraza techada de la cafetería, Kyo me ayudo a arreglar el lugar.

― Ellos...

― No me dejaron pagarles renta, dijeron que mejor lo usará en cosas para Nyoko – menciono mirando a la niña en el teléfono y sonrió – primero compre edredones... hacia mucho frio en esas épocas aunque Nyoko nació casi en primavera, ese día... Cuando nacio, había caído nieve – suspiro mirando al azabache – sinceramente... como te creía muerto... - Atsushi se sonrojo mirando a otro lado – creí... que la nieve era... co-como símbolo del padre de Nyoko que... nos pro-protegía

Akutagawa se sonrojo ligeramente y miro a otro lado – eso... es lindo de tu parte

― Si y bueno... Nyoko fue una pequeña niña, era rojita y lloraba mucho

― Oye

― ¿mmm?

― ¿Tendrás fotos?

― Ah – el albino sonrió – le diré a Inoue-san si puede enviarme fotos y te lo mostraré

― Gracias...

Ambos mayores se quedaron viendo un instante, aquello no era incomodo ni malo, solo... era reconfortante – mamá – le llamo la pequeña

― Dime

Dark destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora