Vigésima octava parte

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Atsushi estaba acomodando toda la habitación de Nyoko de nuevo. Llevaba dos días haciendo eso, mover todos sus peluches era agotador. Por su lado Akutagawa estaba dedicándose a pasar tiempo con la niña, aprendía de sus dibujos, sus palabras, y sobre todo a cocinar para ella. Escucharon un ruido fuerte, el mafioso y la niña fueron a la habitación de la menor para ver al albino moviendo la cama – incluso vas a mover eso – se quejó Akutagawa

― Oye, habrá pintura, no quiero estar limpiando todo

― ¡Mami, mami! ¡Quiero tus brazos de tigre! – Atsushi suspiro

― Ven aquí, tállate – menciono

Nyoko se abrazó de los brazos de Atsushi, el mafioso se acercó - ¿puedes hacer eso?

― Si, puedo hacer algunas cosas

― ¿puedo tocar? – Atsushi se sonrojo

― Tócalo, tócalo papi. Mami es súper suavecito

El mafioso se acercó tocando al albino – oh, si es suave – Nyoko tomaba al albino de su otro brazo y sonrió

― Mami , mami, tus orejas

― ¿piensas hacerme sacar todo? – cuestiono Atsushi

― Siiiiii todo mami

― Bien, bien

― ¿Qué es todo?

― Espera y veras

Atsushi respiro profundo, el azabache le miro sorprendido cuando un enorme tigre apareció, no era la primera vez que lo veía pero le sorprendió verlo tan tranquilo. El tigre tomo a Nyoko entre sus patas y Nyoko reía feliz. El tigre lamia el rostro de Nyoko, Akutagawa los miro y sonrió ligeramente – vaya... es todo un tigre – menciono

― Mami es supe genia ¿veda?

― Si

― Tócalo papi, tócalo – pidió Nyoko

Akutagawa acerco su brazo, escucho al tigre gruñir, trago saliva y se alejó ligeramente – mami no es mami, el tigre es el tigre – menciono Nyoko – po eso tienes que pedile pemiso al tigre

― ¿Al tigre?

― Si, se llama Byakko

― ¿Byakko? – pregunto y miro al tigre – Byakko ¿puedo tocarte? – pregunto

El tigre acerco su cabeza y el mafioso lo toco – ooh es suave – Akutagawa no logro reaccionar, el tigre lo jalo con su pata poniéndolo entre sus dos patas junto con Nyoko y comenzó a lamerlo también - ¡ah! Su lengua raspa

― Si – sonrió Nyoko – Byakko tiene lengua de gatito

― Eso siento – menciono mientras el tigre bostezaba

― Byakko ¿tienes sueno?

― Parece que si – menciono el mafioso y miro a Nyoko - ¿Cómo hace tu mamá para controlarlo?

― Mamá dice que no lo contola peo que Byakko se volvió amabe cuando me vio – dijo sonriente

Akutagawa acaricio al tigre – gracias por cuidar de mi pequeña princesa – menciono el mafioso alegre. El tigre le puso su pata encima tirándolo al suelo, Nyoko reía de ello. Seguido de eso el tigre se fue y Atsushi apareció quedándose sentado en el suelo

― ¿te divertiste con Byakko? – pregunto Atsushi

― ¡si! Es tan liiiindo

― Qué bueno, ahora ¿Dónde está tu padre?

Dark destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora