Dark destiny

Decima novena parte

Nyoko jugaba con Atsushi en casa, soplaban burbujas mientras sonaba música de la televisión, Akutagawa salía de la habitación mientras bostezaba - ¡ah! ¡Papá despertó! – grito Nyoko emocionada. Nyoko abrazo al azabache y Atsushi sonrió, el cabello del azabache era un desastre

― Buen día

― Buen día – respondió el azabache cargando a Nyoko - ¿Qué haces princesa?

― Bailo con burbujas, mamá es el mejor haciendo burbujas

― ¿en serio?

― Siiii

― ¿quieres algo de desayunar? – pregunto el albino acercándose

― No, mm... Estoy bien

― Papaaaaaaa – Nyoko tomo las mejillas del mayor – tenes que desanunar es importantisisisisisisisisisimo

― Creo que desayunaré

― De acuerdo

Nyoko jugaba con muñecas mientras el albino preparaba algo sencillo, el azabache tomaba café tranquilo – solo ha pasado una semana y siento como si fuera más tiempo

― Recuerda que regreso a trabajar mañana y Nyoko tiene clases dentro de dos semanas

― Lo sé, lo sé – tallo su cabeza – estoy cansado

― Bueno, anoche volviste muy tarde

― ¿me escuchaste?

― Hiciste ruido al entrar al cuarto

― Tenía que lavar ropa

― ¿lavar ropa?

― Te dije que no preguntarás por mis trabajos

― Entiendo... - Atsushi sirvió el plato frente al mafioso – come

― Oye – le miro con mala cara. Nyoko llego rápido frente al azabache y se sentó mirándolo

― Provecho – le sonrió el albino aguantando las risas

Akutagawa comenzó a comer, Nyoko le ayudaba a comer, la pequeña había notado la pequeña riña entre sus padres quienes pelearon por el hecho de que Atsushi comía mucho y Akutagawa muy poco, ahora Nyoko se dedicaba a hacer al mafioso comer lo suficiente.

Atsushi mientras usaba la sala para doblar ropa de Nyoko, había cambiado el canal de la televisión, escuchaba las noticias cuando una en particular le llamo la atención, la escuela que habían planeado para Nyoko había cerrado por un incidente, Atsushi giro a ver al azabache quien jugaba con la niña y la comida, trago saliva pero negó en su mente, quizá solo era coincidencia.

El teléfono del mafioso comenzó a sonar, esté lo contesto de inmediato, sonaba serio así que el albino tomo a Nyoko para que le ayudará con la ropa. Akutagawa cambiaba completamente cuando estaba al teléfono y aunque Atsushi no le había prestado atención cuando estaba con los mafiosos pero sabía que el azabache era un chico serio pero por su hija se mostraba en otra faceta. – Atsushi – le llamo al albino, Atsushi se acerco

― ¿vas a salir? – cuestiono el albino

― Si, quizá no regrese sino hasta mañana en la noche

― Pero Nyoko

― Lo siento ¿puedes quedártela en la mañana?

― Dijiste que no querías que estuviera en la cafetería mucho tiempo

― No puedo hacer nada, lo sabes

― Bien... la llevaré

― Papá ¿A dónde vas? – pregunto Nyoko – yo quiero ir, no te vayas